19 fotosDe la proclamación del califato a la liberación de Mosul en 20 imágenesIrak ha declarado la victoria sobre el ISIS en Mosul, la ciudad que los yihadistas tomaron el 10 de junio de 2014 y desde donde proclamaron el califato 11 jul 2017 - 20:24CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceEnvalentonados por el éxito militar y mediático de la toma de Mosul, los yihadistas siguieron avanzando y se hicieron con el control de Tikrit, la capital de la provincia de Saladino. “Con el permiso de Dios, no cesaremos en esta serie de benditas conquistas hasta que Él cumpla sus promesas o nosotros muramos”, aseguraba un comunicado del ISIS publicado en un foro yihadista. En la imagen, del 11 de junio de 2014, una mujer lleva en brazos a su hijo durante su huida de la violencia yihadista.REUTERSEl ISIS proclamó desde Mosul el califato sobre las zonas que controlaba de Irak y Siria y nombró califa a su líder, Abubaker al Bagadadi, el 29 de junio de 2014. La organización se declaró Estado independiente y reclamó que todos los musulmanes del mundo le juraran fidelidad. En la imagen, Al Bagdadi ofrece un sermón desde la mezquita principal de Mosul, en un vídeo difundido por los terroristas el 5 de julio de 2014.EE UU confirmó la recuperación de la presa de Mosul de manos extremistas el 18 de agosto de 2014. Diez días antes, Washington había comenzado a bombardear posiciones del ISIS en el norte de Irak para proteger al personal estadounidense en la ciudad de Erbil y para evitar el genocidio de los yazidíes, una minoría perseguida por los yihadistas. Cuando las huestes del ISIS entraron en Sinjar, una zona habitada por yazidíes, cientos de hombres fueron asesinados, mientras que las mujeres, tras ser golpeadas y violadas, eran regaladas o vendidas como esclavas sexuales. En la imagen, milicianos 'pershmerga' vigilan la presa de Mosul, vital para el abastecimiento de agua y energía de la mayor ciudad del norte de Irak.YOUSSEF BOUDLAL (REUTERS)Armados con grandes martillos y taladros, un puñado de seguidores del Estado Islámico destruyó el 26 de febrero de 2015 varias estatuas en Mosul que describían como “ídolos” y que arqueólogos de todo el mundo temían que fueran piezas asirias y acadias. Las imágenes fueron difundidas a través de un vídeo publicado en una red social vinculada al ISIS. Los yihadistas del Estado Islámico han destruido importantes joyas del patrimonio artístico iraquí y sirio, como las estatuas de Lammasu en Nínive, los restos arqueológicos de Hatra, los restos arquitectónicos de Nimrud (la primera capital asiria fundada hace 3.200 años) o el teatro de Palmira.El Estado Islámico degolló en público, el 9 de marzo de 2015, a cuatro jóvenes homosexuales en la ciudad iraquí de Mosul. En la imagen, la captura de un vídeo sin fechar del Estado Islámico en el que dos yihadistas arrojan al vacío a un supuesto homosexual en Nínive.El ISIS destruyó el monasterio más antiguo de Irak, el de San Elías, ubicado en una colina sobre Mosul. Había sido un lugar de rezo desde hacía 1.400 años. En la imagen, arriba, una fotografía de satélite del convento de San Elías tomada en marzo de 2011; abajo, una captura de la misma zona obtenida en enero de 2016.APLas fuerzas iraquíes lanzaron la ofensiva para recuperar Mosul, la mayor ciudad bajo el yugo del Estado Islámico, el pasado 17 de octubre. Ha sido una operación militar de una envergadura sin precedentes desde la invasión estadounidense de Irak en 2003. Pero más allá de los retos que afrontaban los generales, lo que se jugaba en esta batalla era el futuro del propio país de los dos ríos, la capacidad de los iraquíes para mantenerse unidos por encima de las diferencias sectarias y de los intereses de las naciones vecinas que las patrocinan. En la imagen, miembros de las fuerzas kurdas 'peshmerga' participan en una ofensiva para liberar varias localidades del control del ISIS, al sureste de Mosul.AHMED JALIL (EFE)En el segundo día de batalla, el pasado 18 de octubre, una nube negra tiñó el cielo de Mosul. Una espesa niebla dificultó el avance de las tropas iraquíes y kurdas que trataban de hacerse con la urbe. Los yihadistas incendiaron un yacimiento petrolífero para cegar los aviones enemigos e impregnaron la batalla de un aire apocalíptico. Aun así, los aliados volvieron a ganar terreno por segunda jornada consecutiva e hicieron ondear la bandera iraquí en las villas reconquistadas. En la fotografía, una columna de humo se eleva sobre las afueras de Mosul tras un ataque de la coalición, el 18 de octubre de 2016.APDos semanas después de que comenzara la ofensiva para recuperar Mosul, las tropas iraquíes lograron llegar hasta la periferia de la ciudad. A pesar del simbolismo, era solo un primer paso en la batalla que les esperaba para echar a los yihadistas de su principal feudo en Irak. En Mosul, el combate dejó de ser en campo abierto para transformarse en una lucha calle por calle, en muchas de las cuales –sobre todo en el casco antiguo- no cabían los carros de combate y los soldados se tendrían que enfrentar a tácticas de guerrillas. A lo que había que sumar la dificultad añadida de una población civil que entonces se estimaba entre 800.000 y 1,5 millones de personas. En la imagen, un agente antiterrorista iraquí en Bazwaya, una localidad limítrofe con Mosul.BULENT KILIC (AFP)La épica bélica de los primeros días de la ofensiva de Mosul empezó a dejar paso a la brutalidad intrínseca a la guerra. El pasado 4 de noviembre se tuvo noticia de que el ISIS había exigido a las familias que todavía quedaban en la ciudad iraquí que entregaran a los niños mayores de nueve años para que combatieran contra las tropas iraquíes. Mientras tanto, la ONU informaba de que los combatientes del ISIS habían matado a cientos de personas, entre ellos 50 desertores y 180 antiguos funcionarios. En la fotografía, un grupo de niños juega en Qayara, al sur de Mosul.FELIPE DANA (AP)Un alto mando del Ejército iraquí anunció el pasado 18 de enero la liberación total del este de Mosul. El Ejército llevaba desde el 13 de enero esperando las condiciones pertinentes en la batalla para cruzar el estratégico río Tigris. Cinco días después, Talib al-Sheghati, un general de las Fuerzas Antiterroristas, que ha sido la punta de lanza de la operación, anunciaba "la liberación... del margen izquierdo". A partir de entonces, los esfuerzos se iban a centrar en intentar retomar el control de la Ciudad Vieja. En la imagen, un grupo de civiles sale a por comida en esa zona de la urbe, el 17 de enero.KHALID MOHAMMED (AP)Las fuerzas iraquíes reanudaron su avance hacia el oeste de Mosul, el pasado 19 de febrero, tras tomar varias localidades periféricas al sur de la ciudad. Respaldadas por Estados Unidos, comenzaron a desplazarse hacia la zona del aeropuerto, el primer objetivo de la ofensiva terrestre. Cuatro días más tarde, el 23 de febrero, las fuerzas iraquíes arrebataron al ISIS el aeródromo. En la imagen, las fuerzas de seguridad iraquíes avanzan por el sur de Mosul, el pasado 19 de febrero.KHALID AL-MOUSILY (REUTERS)El pasado 27 de febrero, el Ejército iraquí logró controlar el primero de los cinco puentes sobre el río Tigris, que unen el este y el oeste de Mosul. Este avance táctico se sumaba al repentino silencio de la radio del ISIS en esa ciudad, indicadores ambos de que los yihadistas se encontraban asediados. “Los combates callejeros son intensos, pero nuestras fuerzas avanzan y el enemigo está destruido”, afirmaban entonces fuentes del Ejército iraquí. En la imagen, policías iraquíes se preparan para combatir en la ciudad, un día después.KHALID AL MOUSILY (REUTERS)La ONU alertó el pasado 23 de marzo que unos 400.000 civiles se encontraban atrapados en el casco antiguo de Mosul, bajo el control del ISIS. Sin agua corriente, ni electricidad y con cada vez mayor escasez de alimentos, esa organización temía que el inminente avance de las fuerzas gubernamentales desatara un gran éxodo. “La gente ha empezado a quemar muebles, ropa vieja, plásticos y cualquier cosa que arda para calentarse por las noches porque todavía llueve mucho y las temperaturas bajan significativamente”, explicaba un portavoz de Acnur. En la fotografía, decenas de iraquíes huyen de los combates en Mosul.FELIPE DANA (AP)El goteo de civiles que trataban de huir de Mosul ha sido constante durante toda la ofensiva. En la fotografía, tomada en marzo, un grupo de iraquíes huyen de sus hogares mientras las fuerzas iraquíes luchaban con los militantes del Estado islámico, en el oeste de la ciudad.UHAIB SALEM (REUTERS)Acorralados en los últimos callejones del Casco Viejo de Mosul, los yihadistas del ISIS destruyeron el pasado 21 de junio la Gran Mezquita de Al Nuri y su famoso alminar corcovado, una joya medieval que el grupo había convertido en símbolo de su califato. Fue un acto tanto de desesperación como de desafío ante el avance de las tropas gubernamentales, que se encontraban a 50 metros de la aljama. Buscaban ganar tiempo, a la vez que impedir la imagen simbólica de la derrota que hubiera supuesto la toma de la Gran Mezquita por el Ejército y ver ondear la bandera iraquí sobre su alminar. En la fotografía, una imagen de satélite distribuida por el Ejército iraquí en la que se muestra la destrucción total de la mezquita.AFPLas fuerzas gubernamentales iraquíes anunciaron el pasado 29 de junio que habían recuperado la histórica mezquita de Mosul, el mismo lugar donde justo, tres años antes, Abubaker al Bagadadi había proclamado el califato. “Todavía quedan duros combates por librar pero la Coalición continuará estando al lado de nuestros socios iraquíes hasta que Mosul quede completamente liberado del ISIS y el ISIS sea completamente derrotado en todo Irak”, señaló entonces a EL PAÍS un portavoz de la coalición militar internacional que lidera EE UU. En la fotografía, la destruida mezquita de Al Nuri tras ser arrebatada al ISIS.AHMAD AL-RUBAYE (AFP)Las fuerzas iraquíes se enfrentaron en la última semana de la operación a crecientes dificultades en su avance en la Ciudad Vieja, donde el ISIS seguía controlando un reducto de unos 500 por 300 metros en el oeste de la urbe. "En algunos barrios, el enemigo [ISIS] recurre desde hace tres días a ataques de kamikazes, sobre todo de mujeres", afirmó el pasado 3 de julio el teniente Sami al Aridhi de las fuerzas especiales iraquíes. En la imagen, una mujer iraquí huye con sus hijos de Mosul, ese mismo día.FADEL SENNA (AFP)El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, felicitó el pasado 9 de julio a las fuerzas gubernamentales por su “victoria” sobre el ISIS. Después de nueve meses de duro combate urbano, las tropas lograron prácticamente echar a los yihadistas de esa ciudad, aunque aún quedaban algunos combatientes en la zona Al Qaliyat. Sin embargo, el fin del control de Mosul por ese grupo radical suní no significa ni su derrota ni el final de los problemas étnicos y sectarios de Irak que facilitaron su ascenso en primer lugar. Y eso a pesar de que también está perdiendo terreno al otro lado de la frontera con Siria, en Raqa. En la fotografía, el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, saluda a oficiales de la policía y el Ejército el 9 de julio a su llegada a Mosul.HO (AFP)