Preocupación virtual
Kim Kardashian vuelve a revolucionar las redes. Clico. David Bustamante se cambia a un ático. Clico. El nuevo coche de Cristiano Ronaldo. Clico. Cataluña regresa fugaz a mi mente y con ella la preocupación
Estoy muy preocupado con la situación en Cataluña, no sé si tanto como Ferreras pero casi, casi. Abro la página de un diario digital esperando que arroje algo de luz sobre el tema y uno de los primeros titulares que veo parece interesante: “Choque de trenes”. Clico. Comienzo a leer con delectación pero cuando no voy ni por la mitad, en uno de los márgenes de la página, otro titular llama mi atención. Reza así: “Kim Kardashian vuelve a revolucionar las redes”. Clico. Compruebo, una y otra vez, cómo la famosa it girl se sacude la arena de la playa de su culo luminoso en un gifhipnótico.
Cuando desplazo la página hacia abajo, otro mensaje irresistible se hace visible: “David Bustamante se muda solo a un ático de lujo por el que paga 2.500 euros al mes”. Clico. Me tranquiliza comprobar que el cantante cántabro va a estar la mar de bien —dadas las circunstancias— en su nueva residencia porque se trata de “un ático de lujo de 120 metros cuadrados, muy luminoso, con dos dormitorios, con instalaciones domóticas y una piscina privada”. Minimizo la página y busco en Google el significado de la palabra “domótica”: por lo visto la casa se mueve sola. Cataluña regresa fugaz a mi mente y con ella la preocupación, maximizo la página y la refresco. Un articulista muy reputado defiende en su columna que declarar la DUI sería un error; clico. Como el catalán lo entiendo bastante bien, leo el texto en su lengua vernácula pero cuando llevo solo tres paraules se me propone, justo al lado, conocer la colección de coches de lujo de CR7; clico. Maseratis, Ferraris y Porches desfilan brillantes ante mis ojos y me parece curioso cómo el futbolista demuestra un amor más efusivo por esos ingenios mecánicos que por su novia Georgina, a la que suele mirar como a una prima.
Entonces mi mujer pasa por mi lado y me dice: “Otra vez leyendo sobre la situación en Cataluña”. “Sí amor, sí, no me lo quito de la cabeza pero lo dejo ya, que me voy a volver loco”. Cierro la página.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.