Yo pago la momia
Que puedas poner dinero para financiar las excavaciones en Egipto del Proyecto Djehuty es un subidón
La noticia de que el Proyecto Djehuty, una de nuestras misiones arqueológicas más importantes en Egipto, necesita fondos para continuar excavando y ha lanzado una campaña de micro-mecenazgo para conseguirlos tiene un colofón extraordinario: yo mismo les he puesto pasta. Que me he estirado, vamos. Hacerlo, financiarles, me permite sentirme por primera vez en mi vida como un señor mecenas. Todo un Lord Carnarvon: ya saben, el tipo que le financió a Carter el hallazgo de la tumba de Tutankamón.
Confío en que mi dinero se use bien y le he dicho a José Manuel Galán, el jefe, el mudir, que espero pronto resultados. Le he sugerido que sería un detalle que pusiera mi nombre a algún hallazgo, no sé, a una momia, por ejemplo.
He visitado anteriormente las excavaciones pero me planteo ir esta campaña a lo grande. Con salacot, espantamoscas, licoreras y dragomán. Y que me hagan la ola. Y que esta vez no me obliguen a bajar a un pozo.
En realidad con lo que he apoquinado dudo que el equipo de Galán tenga para mucho más que unos pinchos morunos en una taberna de Luxor, vamos es que no les da ni para un aguador cojo. Pero lo importante es el gesto, y que cunda el ejemplo.
Es verdad, ahora que lo pienso, que Carnarvon la diñó al poco y las malas lenguas atribuyeron su muerte a una maldición por haber perturbado el sueño del faraón. Yo no quisiera que desde el Antiguo Egipto se interpretara mal mi gesto: por favor, Djehuty y demás difuntos y momios, que quede claro que solo son unas perrillas y que los que excavan son ellos, los egiptólogos.
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