La peli: Cuando el director polaco Andrzej Zulawski atravesaba la traumática experiencia de su propio divorcio, escribió esta historia sobre la desintegración de una pareja en una ciudad marcada por la paranoia y la inhumanidad. La narración se vuelve cada vez más compleja y enloquecida. Hay personajes que se duplican, escenas de 'gore' doméstico, amantes monstruosos y un ambiente de histeria generalizada. Todo resulta sublime y ridículo, bellísimo y horrendo al mismo tiempo.
La escena: Hay dos que nadie que haya visto la película podría olvidar. En una de ellas, Isabelle Adjani sufre en los pasillos del metro un ataque de histeria que acaba desembocando en lo que parece un aborto, y que da un nuevo significado al término “sobreactuación”. En otra, la misma actriz mantiene relaciones sexuales con algo que podría ser un visitante de otro planeta. Adjani obtuvo por todo esto un premio de interpretación de Cannes y un César que poca recompensa nos parece para sus esfuerzos.