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Uno de cada 100 niños en España sufre maltrato en su casa

La Asociación de Pediatría de Atención Primaria solicita una ley orgánica que forme y coordine a los expertos para proteger al menor

Carolina García
getty

Uno de cada 100 niños en nuestro país padece maltrato en su casa. Dar una paliza; mermar la autoestima del menor; insultar a su madre o padre delante de él o no ofrecerle todo lo que necesita en relación con la alimentación o la ropa, entre otros, son tipos de maltrato que pueden afectar seriamente la integridad del pequeño. “Efectivamente, el maltrato puede ser por acción —pegar— o por omisión —negarle derechos fundamentales—”, explica Narcisa Palomino, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). “Y el daño se mide tanto por la frecuencia, que ocurra de forma reiterada, como por la gravedad”, añade la experta.

Según datos de un estudio de la Universidad de Sevilla, de 10 a 15 niños de cada 1.000 padecen algún tipo de vejación en su día a día. “Son los datos con los que contamos. Hay que decir que la investigación a este respecto es todavía escasa”, prosigue. Existe, desde hace pocos años, un Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI) al que ya pueden acceder distintos servicios hospitalarios, pero los pediatras de atención primaria todavía no.

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De hecho, este sistema recibió en 2015 un total de 13.818 notificaciones, que pueden incluir más de una tipología de maltrato; así, las comunidades comunicaron 17.149 maltratos a menores, de los que 8.726 fueron por negligencia, 4.439 emocionales, 3.297 físicos y 687 abusos sexuales. Ese mismo año se denunciaron cerca de 4.000 casos de menores que fueron víctimas de malos tratos en el ámbito familiar, según datos del Ministerio del Interior.

“Para paliar y erradicar este tipo de acciones, solicitamos una ley orgánica de maltrato infantil que nos permita acceder a los datos del colegio, de los servicios sociales, de la policía, los juzgados. Y se promueva así la coordinación y la formación para que los distintos agentes, que participan en este tipo de casos, trabajen con un fin común: la protección del menor”, explica Palomino. “Son casos muy ligados a la violencia de género donde últimamente parece que la forma de causar daño en el progenitor maltratado es matar a sus hijos”, explica Palomino. Un total de siete niños y niñas han sido asesinados en este 2017 por los hombres que maltrataban a sus madres, sin contar el asesinato de una menor en Alzira (Valencia), aún por confirmar.

¿Cómo detectar el maltrato en consulta?

Las señales de maltrato en la infancia pueden ser psicológicas -ansiedad, depresión- o físicas -moratones, heridas, quemaduras-. “También es común que estos niños no tengan control de esfínteres y problemas de sueño”, subraya la experta. “Pero lo fundamental para detectar el problema en la clínica, es la verbalización por parte del niño o del entorno”.

Normalmente, en los casos de maltrato, si se dan en el hogar, hay un progenitor agresor y otro protector. “Una vez nos cuentan el problema comienza el protocolo de actuación, y se inicia aunque solo haya una sospecha”, argumenta Palomino. “Dependiendo de la gravedad, se actúa de una forma u otra. Si las lesiones son leves o moderadas se comunica la situación a los servicios sociales municipales. Si por el contrario es grave, nos ponemos en contacto con las instancias judiciales, en el mismo día. Y si es necesario se le atiende al niño en Urgencias y se efectúa un análisis forense de la situación”, añade.

La falta de formación y colaboración entre los distintos agentes participantes en este tipo de casos, “puede ser muy peligroso para el menor ya que le puede llevar a la muerte, a ser asesinado”. La actualidad exige a los expertos a actuar acorde a las nuevas formas de maltrato que surgen. “Información y formación que nos ayude a valorar el daño y el riesgo”, explica.

El principal problema es la falta de recursos no solo de tiempo. “Los pediatras cada vez tenemos menos tiempo en la consulta y los informes hay que hacerlos bien y son largos”. Pero también hay falta de recursos en personal y dinero. "La crisis nos llevó a unos recortes que hoy por hoy siguen existiendo. Y tenemos que ser conscientes de que no podemos seguir así. Las autoridades competentes tienen que hacer del maltrato infantil una prioridad. Estos niños no pueden seguir sufriendo ni muriendo a manos de sus progenitores”, termina la pediatra. Una locura que, sin duda, hay que parar.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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