Dylan Farrow arremete contra la doble moral de Hollywood

En febrero de 2014, Woody Allen se convirtió en noticia y no por sus películas. Dylan Farrow, la hija adoptiva del director de cine y la actriz Mia Farrow, denunciaba públicamente que su padre había abusado de ella cuando tenía 7 años. Lo hizo en una carta en el diario The New York Times, dentro del blog del periodista Nicholas Kristof. Ahora Dylan Farrow ha vuelto a hablar. Esta vez ha denunciado la doble moral de Hollywood en un artículo titulado: ¿Por qué la revolución #MeToo ha salvado a Woody Allen?

Dylan Farrow hace una pregunta abierta en la que cuestiona por qué tras los escándalos de Harvey Weinstein, que ha arrastrado a estrellas como Kevin Spacey, todavía se sigue poniendo en duda la denuncia que ella interpuso contra el afamado cineasta. “La revolución ha sido selectiva”, sentencia.

“Durante mucho tiempo he denunciado que cuando yo tenía 7 años Woody Allen me llevó a un ático lejos de donde estaban las niñeras, a las que por cierto siempre se les advirtió de que no podían dejarme sola con él. Él me agredió sexualmente. Yo conté la verdad a las autoridades en aquel entonces, y me he dedicado a contarla durante más de 20 años. ¿Por qué Harvey Weinstein y otras celebridades acusadas han sido expulsadas de Hollywood, mientras que Allen acaba de firmar un acuerdo multimillonario con Amazon, con la aprobación del exejecutivo de Amazon Studios Roy Price —antes de que fuera acusado de acoso sexual y tuviera que dimitir por ello—?”, cuestiona Farrow en Los Angeles Times.

En la misiva, la hija adoptiva de las estrellas del cine asegura que amigos cercanos de la familia fueron testigos de la conducta inapropiada que Allen tuvo hacia ella. Asegura, además, que cuando ella contó lo que su padre le había hecho él estaba recibiendo terapia debido a su conducta. Repite que una de sus niñeras fue testigo de lo que el director de cine le hacía y recuerda que su padre adoptivo rehusó a someterse al polígrafo.

Farrow también recuerda que Allen, así como lo hizo más tarde Weinstein, contrató a unos investigadores privados para encontrar información que deslegitimizara a los agentes que trabajaban en el caso y además los intimidara. Y lo responsabiliza, también, de haber puesto en su contra a su propio hermano, Moses Farrow.

Además, arremete contra grandes actrices de Hollywood por permanecer calladas y seguir trabajando con Allen. “Hablando del caso Weinstein la estrella de Wonder Wheel [película de Allen], Kate Winslet ha dicho: ‘El hecho de que las mujeres están comenzando a hablar acerca de las conductas impropias de uno de nuestros más importantes y reconocidos productores es un acto de valor y ha sido un gran shock escucharlas’. Sin embargo, de Allen ha dicho: ‘Yo no conocía a Woody y no sé nada acerca de esa familia. Como actriz de una de sus películas solo debes apartarte y decir: no sé nada, realmente no sé si es verdad o es falso. Tú pones todo de lado y simplemente trabajas con la persona. Woody Allen es un director increíble”, reclama Dylan Farrow.

Y pone como ejemplo a otra actriz, Blake Lively. “Ella dice de Weinstein: ‘Es importante que las mujeres estén furiosas. Es importante que se estén levantando. Es importante que no aprobemos esas conductas y que no nos enfoquemos en una, dos, tres o cuatro de estar historias, es importante que nos enfoquemos en la humanidad en general y digamos, ‘Esto es inaceptable’. Pero cuando se trata de decir algo de Allen ella ha declarado: ‘Es peligroso que hables de temas de los que no tienes ningún conocimiento. Yo solo puedo saber lo que he experimentado”.

“Aunque la cultura parece estar cambiando, mi acusación sigue siendo, aparentemente, demasiado complicada, demasiado difícil, demasiado ‘peligrosa’, por usar el término que ha usado Lively, para enfrentarla”, añade en su artículo.

A pesar de afirmar que siente que la industria del cine no ha querido apoyarla, agradece que actrices como Ellen Page, Jessica Chastain y Susan Sarandon no hayan accedido nunca a trabajar con Allen. “No se trata solo del poder que permite que hombres acusados de abuso sexual mantengan sus carreras y su secreto. Es nuestra elección colectiva de ver situaciones simples como complicadas y conclusiones obvias en una cuestión de ¿Quién lo dice? El sistema funcionó durante décadas para Harvey Weinstein. Y sigue funcionando para Woody Allen”, finaliza Dylan Farrow.