La crítica ha hablado: esta es la película más terrorífica de 2018 (y eso que estamos en enero)
Se llama 'Hereditary', es del debutante Ari Aster y forma parte de ese subgénero que nunca dejará de darnos miedo por mucho que repitamos: un hogar en la que las cosas se mueven solas
“Hereditary es la película de terror más perturbadora en años”, titula USA Today. TheVerge, web especializada en cultura pop y tecnología, dice: “Hereditary es terrorífica a nivel de mojar los pantalones”. Otros medios señalan que el año acaba de comenzar, pero va a ser muy difícil que aparezca otro filme más aterrador que este. Se presentó hace unos días en el festival de cine de Sundance y los especialistas apuntan: "Es mejor no verla si se quiere dormir los siguientes días". Otros recomiendan verla en grupo, para buscar apoyos y amortiguar el miedo.
“Hereditario”. Cualquiera que haya tenido una genética desafortunada en su familia o haya obtenido en el testamento de su padre un apartamento en copropiedad sabe que es una de las palabras más aterradoras que existen en el diccionario. El director es Ari Aster, joven neoyorquino exalumno del American Film Institute que ya sorprendió en 2011 con un corto llamado The strange thing about the Johnsons que probablemente nadie que haya visto ha podido olvidar.
“Hereditary' es la película de terror más perturbadora en años”, dice 'USA Today'. 'TheVerge' titula su artículo: “Es terrorífica al nivel de mojar los pantalones”
Mezcla de un episodio de La hora de Bill Cosby, una película de terror gótico y un melodrama de Douglas Sirk donde el papel de héroe y de villano se redistribuye cada cinco minutos entre los tres personajes principales, The strange thing about the Johnsons se atrevía a cuestionar la naturaleza de un abuso sexual alargado durante años en una familia bien. Tras ver aquellos delirantes 30 minutos que dejan sin habla, había ganas de que Aster debutase con un largometraje. Y el género de terror en un ambiente familiar parecía su entorno ideal.
Críticos como Owen Gleiberman de la revista especializada Variety se han preguntado por qué Hereditary se ha estrenado en los ciclos de medianoche del festival de Sundance y no en la sección de competición principal. “Parece que los programadores podrían tener los mismos prejuicios con el género de terror que tiene la Academia de Hollywood”, plantea.
La película cuenta la historia de Annie Graham, una galerista casada y con dos hijos que afronta la muerte de su madre, que tenía problemas mentales y no le dio una infancia demasiado feliz. Su hija menor empieza a ver figuras fantasmales, que también empiezan a aparecer ante su hermano. Los giros de guion que ya estaban en el mediometraje The Strange Thing About the Johnsons, que los medios presentes en Sundance no quieren destripar, hacen el resto.
Las comparaciones prometen, aunque a la vez parezcan previsibles. La semilla del diablo, El resplandor y Wicker man son las que nombra Variety, un ABC de los clásicos del terror psicológico con los que cualquier película de género quiere medirse.
Resulta curioso cómo el subgénero de familia asediada por fuerzas sobrenaturales es, probablemente, el más duradero y prolífico de la historia del cine. Desde hace décadas nuevas películas se estrenan haciendo uso de planteamientos similares y estructuras que siempre se repiten, pero cada año hay un público nuevo dispuesto a sufrir por ellas. Otros subgéneros del cine de terror conocen épocas de gloria y mueren (el satánico, que triunfó en los setenta, o el de asesinos enmascarados, que se pone de moda más o menos cada veinte años), pero el de la casa encantada tiene unos cimientos tan férreamente instalados en la cultura occidental que siempre querremos volver a ella. Nada puede aterrorizarnos más que una historia que implica que unas fuerzas superiores quieran echarte de tu casa. Se diría que el cine de terror siempre nos ha alertado sobre las hipotecas.
Los espectadores encontrarán, además, caras conocidas en el camino. Toni Colette, matriarca y protagonista de la película, ya forma parte de la historia del género gracias a su papel también de madre en El sexto sentido (aunque medio mundo ya la amase por La boda de Muriel).
La película aún no tiene fecha de estreno ni distribuidora fuera de Estados Unidos. Pero a su favor no solo están las buenas críticas, sino el hecho de que otra película de terror (o que al menos juega con las claves del género) como Déjame salir esté nominada este año como mejor película en los Oscar. Esto es histórico, ya que las películas de terror suelen ser relegadas en los Oscar a las categorías técnicas. Son obras todavía más relacionadas por parte de la industria con las palomitas que con los premios. En los últimos cincuenta años solo El exorcista, Tiburón, El silencio de los corderos y El sexto sentido consiguieron competir en la categoría de mejor película.
El tiempo dirá si Hereditary es capaz de trascender como lo han hecho estas. Por ahora, su misión principal de poner los pelos como escarpias a los espectadores parece estar cumpliéndose. En el género del terror, el respeto de la crítica siempre ha sido ese premio secundario.
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