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Él quiere ponerse mallas, ella ser fontanera

'Depende de los 2' es un videoclip viral nacido en las aulas de varios pueblos con un mensaje claro: no hay otro camino que la igualdad

Isabel Valdés

Si al Carnaval se le canta a gritos que se le quiere y la Navidad tiene un kilométrico repertorio en casi todas las lenguas del mundo, ¿por qué el Día Internacional de la Mujer, ese que celebra a la mitad de la población, iba a quedarse sin himno? Carlos Álvarez (Melilla, 1979) es profesor de música en un colegio de Sabiñánigo, el Puente Sardas; desde allí, desde la capital de la oscense comarca del Alto Gállego, mientras chispea y la primavera no terminar de asomar, uno de los creadores de Depende de los 2 le da vueltas a ese recuerdo para explicar cuándo y por qué surgió ese videoclip que, de repente, se volvió viral.

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Más de 500 niños y unos cuantos profesores delante de la cámara con un mensaje que en dos meses acumula más de 320.000 visitas en YouTube, se tararea en colegios de toda España y en algunos de Canadá, Estados Unidos y Guinea Ecuatorial, ha pasado el umbral del aula para llegar hasta las casas y fue reconocido hace unos días por el Instituto de la Mujer en un acto en Madrid celebrado en el Instituto Cervantes. "Y todo empezó el 8 de marzo de 2017, cuando Beatriz Serrano, profesora de música en el CRA (Colegio Rural Agrupado) Alto Gállego de Biescas, pensó que el Día de la Mujer tenía tanto derecho a tener una canción como cualquier otra fecha destacada del calendario. Y nos pusimos a ello. A hablar de la igualdad”.

La letra la hizo el pasado verano Javier Cortés, compañero de Serrano en Biescas, y Jaime Arrilla, músico, compuso; al inicio de curso, Helena Herrera, Blanca Jiménez y Conchi Hernández, profesoras de Educación Física, y Leo Giménez, alumno y bailarín, se pusieron con la coreografía. En octubre estaban listos para grabar, casi dos meses para poner en orden muchos minutos de profesores y niños de entre 3 y 12 años —los alumnos de Sabiñánigo y los de los centros que forman el CRA Alto Gállego: Biescas, Panticosa, Sallent de Gállego y Tramacastilla de Tena y los centros únicos de Senegüé, Aineto y Calderenas— cantando y bailando una letra y una melodía que se pegan como una lapa a la memoria y hacen inevitable mover, al menos, la cabeza a ese ritmo.

Los profesores Carlos Álvarez (i), Beatriz Serrano y Javier Cortés, al fondo, y alumnos del CRA Alto Gállego.
Los profesores Carlos Álvarez (i), Beatriz Serrano y Javier Cortés, al fondo, y alumnos del CRA Alto Gállego.C.A.

"Hablamos de aprender juntos, de jugar y trabajar juntos, de que no existe la diferencia a la hora de construir un mundo mejor y de que solo se puede hacer, precisamente, evitando esa diferenciación", explica Álvarez. La letra cuenta que María es escritora, Pedro bailarín, que cada uno ha de ser solo aquello que quiera, que cuando se vuelve a casa "igual hay que limpiar, apretar un tornillo, o sentarse a descansar, que no es de chicas o chicos planchar o cocinar". Habla de la brecha salarial, de la libertad para demostrar afecto por igual, de la violencia y de que nadie es propiedad de otro.

"Es ahora cuando hay que hablar de esto. Una cosa que sí tenemos muy clara es que los niños pequeños no tienen problemas de roles, no diferencian entre masculino y femenino. Empiezan a aparecer mientras crecen, por eso las edades tempranas son imprescindibles". Multitud de investigaciones avalan esa teoría; una de las últimas, del pasado septiembre, el estudio Global Early Adolescent Study, elaborado en 15 países por la Organización Mundial de la Salud y la Universidad de John Hopkins (Baltimore, EE UU), apuntaba al inicio de la adolescencia como el momento en el que los estereotipos de género empezaban a arraigar y a ser tóxicos, sobre los diez años. La conclusión era clara: "Durante la adolescencia, el mundo se expande para los niños y se contrae para las niñas".

El proyecto cuenta con la letra en varios formatos, entre ellos, en pictograma para los niños de menor edad.
El proyecto cuenta con la letra en varios formatos, entre ellos, en pictograma para los niños de menor edad.

"Por eso ahora es el momento", insiste el profesor de música. "Hemos conseguido que este sea un tema del que no solo se hable en las aulas, ha llegado a las salas de profesores, a la calle y a las casas. En las familias se habla de este tema abiertamente. Expandir el debate es un punto muy fuerte y muy importante". Una gota, dice, que no puede quedarse en una gota, "hay que seguir regando, durante mucho tiempo, todo el que sea necesario".

La comunidad educativa de la zona parece estar convencida de ello. Apunta Álvarez a las actividades que, periódicamente, se enfocan a hablar de la igualdad, a poner de relevancia a mujeres que no aparecen en los libros: "Se trabajan mujeres importantes a lo largo de la historia de todas las áreas y a través de varios formatos (murales, exposiciones, actividades en la biblioteca...). Es fundamental que las niñas, y también los niños, tengan referentes también femeninos, que sepan que pueden ser lo que quieran ser sin que dependa del sexo". El profesor entrevee un cambio de modelo: "Cada vez nos llega más información y más material desde diferentes asociaciones y colectivos con los que podemos seguir trabajando y ampliando contenido".

En el videoclip han participado más de 500 niños del CEIP Puente Sarda de Sabiñánigo y del CRA Alto Gállego.
En el videoclip han participado más de 500 niños del CEIP Puente Sarda de Sabiñánigo y del CRA Alto Gállego.

Depende de los 2 ha ido también creciendo desde el 2 de enero, cuando crearon la página web y colgaron el vídeo en YouTube. "No es solo un videoclip, se ha convertido en un proyecto educativo", afirma Álvarez. La letra, la letra con pictogramas, la partitura para distintos instrumentos, varios vídeos con distintas coreografías por niveles, láminas para colorear... Y un apartado, Comparte, al que van llegando cada vez más aportaciones desde otros colegios trabajadas a partir de la idea de estos colegios de la comarca oscense. 

Pero ni Carlos Álvarez ni Beatriz Serrano son primerizos en esto de ponerse a pergeñar partituras y letras para educar a sus alumnos. En diciembre de 2016, dentro de otra iniciativa educativa, La Caja de Música de Sabiñánigo, que dirige el profesor de violín en el conservatorio de la localidad Martín Domínguez, y junto a él, publicaron un disco-libro de diez canciones infantiles, Ver, oír y cantar, cuyos beneficios fueron a Médicos Sin Fronteras y en el que participaron 42 personas. Y en marzo del pasado año, en el Puente Sardas, con Álvarez al frente, grabaron Se buscan valientes, un vídeo homenaje al Langui que fue una llamada contra el acoso escolar y en el que participaron alumnos, profesores y personal no docente del colegio.

"¿Quién no tiene más o menos una banda sonora de su vida en la memoria? Canciones que ubicas en un tiempo y un momento determinado para cada etapa... Si esta queda en la memoria de quienes la estén escuchando hoy, grandes y pequeños, será una gran noticia", espeta Álvarez. Asegura que el mensaje es "sencillo, una base que después se puede desarrollar, por supuesto, pero que ya está asentando esa idea". Está convencido de que la música es un canal educativo perfecto. "Puede hacer maravillas. Funciona", insiste. A ellos está claro que sí. Y parece que a su alrededor también. Han generado una pequeña, pero potente, onda expansiva.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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