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MANIFIESTO DEL 9 DE MAYO
Tribuna
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Carta abierta a los ciudadanos de la UE

Es necesario arriesgarse a ser ambiciosos e inventar una nueva etapa de la democracia europea

Eva Vázquez

En este periodo de recuperación económica y de tranquilidad, no debemos olvidar que hace poco estuvimos al borde del abismo y que nuestra realidad sigue llena de incertidumbres geopolíticas y financieras, con un volumen de deuda mundial que podría generar una nueva crisis. Y no debemos pensar que nuestros dirigentes pueden resolver los problemas de nuestro tiempo por sí solos, sin la participación activa de los ciudadanos.

El 9 de mayo de 2016, hicimos un llamamiento a un nuevo renacimiento europeo. Nuestra preocupación era evitar la implosión de la Unión en un periodo de vacío político sin precedentes, de ascenso de los populismos y repliegue nacional. Estábamos convencidos de que el reagrupamiento de líderes de opinión y ciudadanos de todas las tendencias era lo único que permitiría ejercer suficiente presión política para garantizar la unidad de los 27 en caso de que el Reino Unido rechazara en referéndum permanecer en la UE. Los líderes europeos habían aceptado la exigencia de David Cameron de no preparar un plan de recambio, que, según él, podía aumentar el riesgo de un resultado desfavorable.

Nuestro llamamiento tuvo un eco formidable. Decenas de miles de ciudadanos reaccionaron. Los jefes de Estado y de Gobierno nos recibieron y, sobre todo, siguieron nuestras dos recomendaciones: unidad en la negociación y elaboración de una hoja de ruta para relanzar la Unión. Los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo nos pidieron que reflexionáramos sobre esta hoja de ruta y sobre la forma de combinar de la mejor forma posible las soberanías nacionales y la soberanía europea. Así lo hicimos en el informe “La vía europea para un futuro mejor”, que les remitimos en marzo de 2017. A partir de ese momento, nuestras propuestas fundamentales tuvieron gran repercusión política, tanto en las palabras del presidente de la Comisión Europea, en su discurso sobre el estado de la Unión, como en las del presidente de la República Francesa en sus discursos en la Sorbona y en Estrasburgo. También hizo suyas las propuestas el Parlamento Europeo.

El respeto al Estado de derecho y los valores fundamentales del proyecto europeo no ha estado nunca tan amenazado como ahora dentro de la propia Unión

Algunas recomendaciones están convirtiéndose en realidad, como las consultas ciudadanas, la nueva prioridad otorgada por la Comisión Europea a la inteligencia artificial, el trabajo realizado para garantizar la calidad de la información, la modernización del modelo social europeo o el proyecto de un programa Erasmus para estudiantes de secundaria. Para confirmar estos pasos será necesario un presupuesto que permita democratizar Erasmus, mantener un programa ambicioso en favor de la cultura y aumentar los esfuerzos de investigación y desarrollo. Nos alegramos de lo conseguido, pero seguimos preocupados.

El espíritu europeo manifestado por nuestros conciudadanos tras el referéndum británico corre peligro de debilitarse si no hay más acciones concretas que acompañen a las palabras de los dirigentes. Los últimos resultados electorales muestran el ascenso de los partidos populistas. Peor aún, el respeto al Estado de derecho y los valores fundamentales del proyecto europeo no ha estado nunca tan amenazado como ahora dentro de la propia Unión. Pocos meses antes de que el Brexit sea realidad, la UE está entrando en un periodo de letargo inquietante.

Por eso, en este 9 de mayo, llamamos a un nuevo despertar de los gobernantes, los ciudadanos, los líderes de opinión y los dirigentes sindicales y empresariales del continente. Si el Consejo Europeo de junio no se compromete a fijar un plan y un calendario detallados que permitan el relanzamiento de Europa, con acciones concretas que tengan un efecto positivo sobre la vida cotidiana de nuestros conciudadanos, las elecciones europeas supondrán un incremento de poder sin precedentes de las fuerzas populistas. Asimismo, animamos a la participación de todos en las consultas ciudadanas, que deben incluir a los sectores más vulnerables y dar pie a que se preste verdadera atención a las opiniones expresadas. Pero estamos convencidos, sobre todo, de que es necesario arriesgarse a ser ambiciosos e inventar una nueva etapa de la democracia europea.

Proponemos crear el derecho a que todo el mundo tenga una participación continua en la vida política de la Unión, e invitamos a todos los que lo deseen a unirse a nosotros para construir civico.eu, una plataforma cívica permanente, transnacional y multilingüe, que permita no solo consultar a los ciudadanos europeos sino que ellos mismos inicien un diálogo cívico directo con el propósito de generar propuestas concretas que alimenten de manera constante a las instituciones europeas. Las tecnologías digitales, la traducción automática avanzada y la inteligencia artificial permiten concebir de manera distinta la democracia. No se trata de acabar con la democracia representativa, en absoluto, sino de complementarla mediante una democracia deliberativa y participativa continua. Creemos, más que nunca, en la necesidad de que nuestros conciudadanos europeos se constituyan en fuerza cívica transnacional.

Setenta años después del congreso fundacional de La Haya, llamamos a que se celebre un nuevo congreso de las conciencias europeas, que agrupe a ciudadanos, líderes de opinión y dirigentes de todas las tendencias, para escribir, todos juntos, una página inédita de nuestra historia común. Solo fijándonos objetivos rápidos y concretos, una renovación democrática y un reagrupamiento de las buenas voluntades podremos restablecer la confianza entre los ciudadanos y las instituciones, en un espíritu renovado de solidaridad. Esa es la condición necesaria para transformar la Unión en una potencia democrática, cultural, social, ecológica e industrial, capaz de influir en la evolución del planeta, defender los intereses de los europeos y contribuir a un mundo mejor.

Firmantes del llamamiento CIVICO Europa (civico.eu): Enrique Barón Crespo (España), expresidente del Parlamento Europeo; Felipe González (España), expresidente del Gobierno, antiguo presidente del grupo de reflexión sobre el futuro de Europa (Consejo Europeo); Guillaume Klossa (Francia), impulsor de CIVICO Europa, directivo empresarial, ensayista y antiguo sherpa del grupo de reflexión sobre el futuro de Europa (Consejo Europeo); Alberto Alemanno (Italia), profesor de derecho, fundador del Good Lobby; Laszló Andor (Hungría), economista, excomisario europeo; Lionel Baier (Suiza), realizador; Miklos Barabas (Hungría), director de la Casa de Europa; Mars di Bartolomeo (Luxemburgo), presidente del Parlamento de Luxemburgo; Brando Benifei (Italia), parlamentario europeo; Sylvain Bonnet (Francia), empresario; Mercedes Bresso (Italia), parlamentaria europea, expresidenta del Comité de las Regiones; Elmar Brok (Dinamarca), parlamentario europeo, expresidente de la comisión de asuntos exteriores del Parlamento Europeo; Philippe de Buck (Bélgica), antiguo director general de Business Europe, miembro del Comité Económico y Social europeo; Thomas de Charentenay (Francia), directivo empresarial; Daniel Cohn-Bendit (Francia/Alemania) expresidente del grupo de “Los Verdes" en el Parlamento Europeo; Giorgios Dassis (Grecia), sindicalista, expresidente del Comité Económico y Social europeo; Piotr Dudek (Polonia), coordinador de juventud y universidades en CIVICO Europa; Paul Dujardin (Bélgica), director general de BOZAR; Isabelle Durant (Bélgica), exviceprimera ministra, secretaria general adjunta de la CNUCED; Michele Fiorillo (Italia), filósofo, coordinador de redes en CIVICO Europa; Cynthia Fleury (Francia), filósofa y psicoanalista; Markus Gabriel (Alemania), filósofo; Christophe Galfard (Francia), astrofísico y escritor; Aart de Geus (Alemania), presidente de la Fundación Bertelsmann; Sandro Gozi, (Italia), subsecretario de Estado de asuntos europeos; Danuta Huebner (Polonia), excomisaria europea, presidenta de la comisión de asuntos constitucionales del Parlamento Europeo ; Ulrike Guérot (Alemania), directora de European Democracy Lab; Alain Juppé (Francia), exprimer ministro, alcalde de Burdeos; Charles Kaisin (Bélgica), diseñador; Mathieu Labey (Francia), empresario; Christophe Leclercq (Francia), empresario de medios de comunicación y fundador de EurActiv; Jo Leinen (Alemania), parlamentario europeo, expresidente del Movimiento Europeo-Internacional; André Loesekrug (Alemania), fundador de ACapital, portavoz del J.E.D.I; Robert Menasse (Austria), escritor; Jean-Pierre Mignard (Francia), abogado; Joelle Milquet (Bélgica), diputada de la región de Bruselas, exviceprimera ministra; Alexandra Mitsotaki (Grecia), presidenta de ActionAid Hellas; Jonathan Moskovic (Bélgica), miembro fundador de CIVICO Europa, co-coordinador del proyecto G1000; Ferdinando Nelli Feroci (Italia), embajador, excomisario europeo, presidente del IAI (Istituto Affari Internazionali); Catherine Noone (Irlanda), senadora, presidenta de la asamblea ciudadana de Irlanda; Johanna Nyman (Finlandia), expresidenta del Foro Europeo de la Juventud; Sofi Oksanen (Finlandia), escritora; Guilherme d’Oliveira Martins (Portugal), Fundación Gulbenkian, exministro; Erik Orsenna (Francia), escritor; Rossen Plesneviev (Bulgaria), expresidente de la República de Bulgaria; Francesco Profumo (Italia), exministro, presidente de la fundación Compagnia di San Paolo; Sneska Quaedvlieg-Mihailovic (Holanda/Serbia), secretaria general de Europa Nostra para la protección del patrimonio europeo; Jean Quatremer (Francia), periodista y ensayista; Francesca Ratti (Italia), exsecretaria general adjunta del parlamento Europeo, presidenta de CIVICO Europa; Maria João Rodrigues (Portugal), exministra vicepresidenta del grupo de Socialistas y demócratas en el Parlemento Europeo; Robin Rivaton (Francia), escritor; Petre Roman (Rumanía), exprimer ministro; Taavi Roivas (Estonia), exprimer ministro; Wytze Russchen (Holanda), miembro fundador de CIVICO Europa; Jochen Sandig (Dinamarca), director de la compañía de danza Sasha Waltz and Guests; Roberto Saviano (Italia), escritor; Nicolas Schmit (Luxemburgo), ministro de trabajo, empleo e inmigración; Gesine Schwan (Alemania), presidenta de la plataforma de gobernanza Humboldt-Viadrina; Denis Simonneau (Francia), presidente de EuropaNova; Benjamin Spark (Bélgica), artista; Farid Tabarki (Holanda), fundaddor de Studio Zeitigest; Wolfgang Tillmans (Alemania), fotógrafo y artista plástico; Kirsten Van den Hull (Holanda), diputada; René van der Linden (Holanda), expresidente de la Asamblea del Consejo de Europa, expresidente del Senado de Holanda; Guy Verhofstadt (Bélgica), exprimer ministro, presidente del grupo ADLE del Parlamento Europeo; Vaira Vike Freiberga (Letonia), expresidenta de la República de Letonia; Cédric Villani (Francia), matemático, Medalla Fields, diputado; Pietro Vimont (Francia/Italia), miembro fundador y director de operaciones de CIVICO Europa; Luca Visentini (Italia), secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos; Leendert de Voogd (Holanda), directivo empresarial; Sasha Waltz (Alemania), coreógrafa y bailarina; Wim Wenders (Alemania), cineasta.

Traducción de Maria Luisa Rodríguez Tapia.

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