Pontevedra, el modelo urbano para las ciudades que miran a la infancia
El objetivo clave es que los pequeños puedan jugar en la calle
Más allá de los parques infantiles y otros espacios de juego, los niños y niñas también caminan por las calles y a menudo no se les tiene suficientemente en cuenta. Por suerte, cada vez son más las ciudades que miran a la infancia. Porque, al fin y al cabo, las grandes urbes quieren cuidar y mimar a sus futuros ciudadanos de a pie.
Una de las primeras ciudades españolas que fijó su mirada en los niños fue Pontevedra. La ciudad gallega impulsó en 1999 una importante reforma urbana con un claro objetivo responder a las necesidades de sus habitantes y sus actividades cotidianas, ya que ellos son los protagonistas absolutos de la vida en las calles.
Para iniciar este cambio se trazaron diferentes líneas de trabajo sobre movilidad, accesibilidad, cohesión social, dinamismo económico y respeto del medioambiente. Una de las medidas más destacadas fue la de apostar por la recuperación del espacio público con la peatonalización de varias zonas del centro histórico y la mayoría de sus calles comerciales.
Además, para conseguir una buena seguridad vial se limitó la velocidad de los automóviles a 30 kilómetros por hora, y se restringió su circulación, especialmente a los vehículos privados. Gracias a ello, durante todos estos años, la ciudad gallega ha reducido más del 60% de sus emisiones, y conseguido bajar a 0 el número de muertes de peatones en sus calles.
La reforma urbana de Pontevedra siempre se ha guiado por la premisa de la accesibilidad universal. Dando una especial atención a las necesidades de movilidad de las personas que tienen más dificultades, como las que van en silla de ruedas o aquellos que usan carritos de bebé, etcétera. Uno de sus responsables, el jefe de la Policía Local de Pontevedra, Daniel Macenlle, lo describe muy bien en una sola frase: “La ciudad diseñada para los colectivos con dificultades o movilidad reducida, también es adecuada para el resto de los ciudadanos, logrando así una ciudad para todos”.
Uno de estos colectivos son los niños y niñas de todas las edades. Para su transformación, Pontevedra encontró una gran influencia en Francesco Tonucci y su libro La città dei bambini, en el que se habla de la ciudad como un espacio de experimentación y descubrimiento para la infancia. El diseño urbano de Pontevedra también quiere combatir el sedentarismo y potenciar el movimiento y el deporte en la infancia. Para sus impulsores, los niños deben tener alternativas próximas a sus domicilios para jugar y expresarse con seguridad y sin la amenaza de los automóviles.
De esta forma, se ha trabajado un objetivo clave: que se pueda jugar en la calle. Experimentar con el juego directamente en la ciudad, explorar, conocer las dimensiones de Pontevedra como un gran escenario para la participación y la educación más allá de las aulas. Los niños y niñas se convierten así en protagonistas de un espacio pensado para ellos. Y uno de sus mejores ejemplos ha sido el trazado del camino escolar organizado por la Policía Local adaptado a la nueva Pontevedra, y sin grandes peligros. En este proyecto se ha contado con la participación de todos. Ha participado activamente con la comunidad escolar personas mayores en los cruces para mitigar en lo posible el miedo de algunos padres y madres. Y comerciantes que colaboran con los escolares en caso de necesidad. De esta forma, una gran mayoría de alumnos de la ciudad pueden ir caminando al cole, muchos de ellos solos.
Con este nuevo modelo de ciudad, Pontevedra se ha convertido en todo un referente en movilidad responsable, diseño urbano y gestión sostenible. Por esta razón, el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores y sus impulsores han sido invitados a participar en eventos sobre movilidad urbana en diferentes países donde han recibido varios premios y reconocimientos. En 2013, ganaron el premio Intermodes en Bruselas; en 2014, tuvieron el reconocimiento internacional del ONU-Hábitat de Nairobi-Dubái; en 2015, recogieron el premio a la excelencia que anualmente entrega el Center For Active Design de Nueva York, este mismo Pontevedra fue galardonada con el premio Ciudad de Movilidad Inteligente Euro-China 2015 en Hong Kong, y en 2016, el premio de la Red de Ciudades que Caminan formada por 50 localidades españolas y portuguesas de la que también es miembro.
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