Los cinco jóvenes talentos llamados a revolucionar la moda masculina
Impulsada por los diseñadores británicos, la moda de hombre está atravesando una profunda transformación
Si se compara con otras citas del sector, la semana de la moda masculina británica, la London Fashion Week Men's (LFWM) —que se está celebrando en Londres del 8 al 11 de junio— es casi una recién llegada, pero en solo seis años se ha consolidado como el principal exponente de una nueva estética gracias a su apoyo al talento emergente. Los diseñadores que presentan aquí sus colecciones, en su mayoría muy jóvenes y formados en Central Saint Martins, encapsulan el espíritu de una ciudad que siempre va un paso por delante: desde la sastrería impecable a la transgresión, la experimentación y la diversidad.
Estos cinco nombres dejarán huella.
Charles Jeffrey Loverboy
Dos veces finalista del premio LVMH para jóvenes diseñadores, y mejor diseñador masculino emergente en los Fashion Awards 2017 (los premios de la moda británica), el llamado “fenómeno Loverboy” es la estrella indiscutible de la LFWM. Con la cultura juvenil y el clubbing (de hecho, Loverboy era el nombre de su sesión mensual en un club de Dalston) como punto de partida, este escocés que se niega a plegarse a las normas de género (sus hombres llevan minifalda y maquillaje), está llamado a liderar la revolución. Acudir a sus desfiles –más cercanos a una performance teatral que a una presentación al uso– es enfrentarse a lo inesperado. Pero detrás de ese componente lúdico y colorista hay sustancia, y no solo en la ropa. Su mensaje, que reivindica la identidad, la libertad y la expresión personal, resulta profundamente oportuno.
Craig Green
Su evocador desfile de primavera-verano 2015 fue uno de esos momentos icónicos que se siguen recordando años después porque la mitad de la concurrencia acabó con lágrimas en los ojos. Este londinense de 32 años ha mutado de creador emergente a peso pesado de la industria en apenas cinco años. Y, en el camino, ha recibido numerosos reconocimientos (entre ellos, el galardón de mejor diseñador de hombre en los Fashion Awards dos años consecutivos) por una propuesta que es a la vez conceptual y comercial, y que tiene como principal influencia los uniformes de trabajo. Esta temporada cambiará la LFWM por la feria Pitti Uomo de Florencia, donde el 14 de junio desfilará como diseñador invitado. Además, su ropa también ha llegado a los cines (firmó el vestuario de la película Alien: Covenant, dirigida por Ridley Scott) y al Met: en la muestra Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination se exponen piezas suyas.
Wales Bonner
Licenciada en la prestigiosa Saint Martins en 2014, Grace Wales Bonner se alzó dos años después con el premio más deseado por los diseñadores jóvenes: el LVMH Prize (dotado con 300.000 euros y un año de tutoría). Inspirada por su propio origen birracial (es hija de jamaicano e inglesa), su lujosa sastrería explora como referencia principal la identidad y sexualidad del hombre negro. Su firma vende en más de 20 tiendas internacionales y no hay editor de moda que no anhele encontrarse en el buzón una invitación para uno de sus exclusivos desfiles. Esta temporada se quedarán con las ganas, porque Wales Bonner va a sustituir temporalmente la pasarela por citas privadas en París. Además, este mes lanzará su primera colección cápsula de mujer, concebida como una prolongación de su línea masculina.
Kiko Kostadinov
Nacido en Bulgaria, su estética conecta con la ropa utilitaria y los uniformes. Entre los hitos de su cortísima y fulgurante carrera (debutó en junio de 2016, solo un mes después de salir de Saint Martins) destaca el el premio New Gen para talentos emergentes, su colaboración con Asics o su aparición en la lista Forbes de los 30 europeos menores de 30 más influyentes de las Artes. Además de tener su propia marca, con la que desfila en la LFWM y que vende en Dover Street Market, es el director creativo de una firma británica con casi dos siglos de historia, Mackintosh. También ha sacado tiempo para reinventar el modelo Teix de Camper en la recién presentada nueva edición de Camper Together, una iniciativa con la que la empresa española se alía con artistas, diseñadores o arquitectos (si Kostadinov sigue el mismo camino que uno de sus predecesores, Gosha Rubchinskiy, le espera la gloria).
Martine Rose
Fundada en 2007 como una firma de camisas masculinas por la creadora de origen jamaicano que le da nombre, en el último año y medio su propuesta estética –que se inspira en subculturas urbanas o símbolos de la masculinidad para revertir y actualizar sus códigos– ha pasado de considerarse “radical” o “extrema” a estar en boca de todos. Tachada en el pasado de “antisistema” (llegó a crear una colección compuesta por un solo look), su desfile, que suele celebrar en localizaciones tan poco habituales como un mercado o un rocódromo, hoy es uno de los hot tickets de la LFWM. Con más de 70 puntos de venta en todo el mundo, Rose compagina la dirección creativa de su marca con su labor de consultoría para la línea masculina de Balenciaga, puesto para el que fue elegida por el todopoderoso Demna Gvasalia.
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