“Los países que quieren invertir más en ciencia necesitan un pacto de Estado”
La UE propone el mayor presupuesto de ciencia de su historia a pesar del Brexit
El Ejecutivo de la Unión Europea quiere que sus miembros dediquen 100.000 millones de euros para el programa de I+D+i entre 2021 y 2027, 23.000 millones más que en el anterior programa marco que expirará en 2020. Por primera vez el Reino Unido no contribuirá debido a su abandono de la Unión, lo que significa que el bote común para ciencia e innovación tiene unos 11.000 millones de euros menos.
El nuevo programa Horizonte Europa es especialmente importante para España, cuya tasa de éxito en proyectos europeos ha aumentado significativamente durante los últimos años hasta ser el cuarto país que más ayudas consigue y el primero en el programa que financia la creación de empresas pequeñas y medianas.
El portugués Carlos Moedas (Beja, 1970), comisario de I+D+i desde 2014, explica en esta entrevista las principales novedades del nuevo programa y alerta de que el cronómetro ya está en marcha para su aprobación antes de las elecciones europeas de mayo.
P. Una de las principales novedades de Horizonte Europa es la creación del nuevo Consejo Europeo de Innovación ¿En qué consistirá?
Crearemos un Consejo Europeo de Innovación dotado con 10.000 millones de euros
R. Europa lo está haciendo muy bien en ciencia fundamental. La razón es el modo en el que financiamos la ciencia. El premio Nobel de Química del año pasado, Ben Feringa, me dijo: a mí me han dado el premio porque Europa siempre ha financiado mi intuición. Ese es el modelo del ERC, no decir al científico qué hace. Si tiene una buena idea le das el dinero sin dirigirle. En el ERC hemos tenido seis Nobel en 10 años, gente como Andre Geim, que inventó el grafeno. En innovación hacíamos totalmente lo contrario. Había muchos programas muy direccionados con paneles que les decían a los innovadores lo que tenían que hacer. Había que cambiarlo y hacer un espejo del ERC. Por eso queremos crear el Consejo Europeo de Innovación (CEI), al que aportaremos 10.000 millones en siete años. Es un cambio revolucionario. Solo les decimos a los candidatos: venid con una buena idea.
P. Desde las universidades y los centros de investigación se pedían hasta 160.000 millones ¿Son suficientes 100.000 millones, sobre todo si se tiene en cuenta la inflación?
R. El de I+D es el único apartado que aumenta en este nuevo programa marco, las políticas agrarias han bajado y las estructurales también, juntas suponen el 72% del presupuesto total. Estoy contento porque hay un reconocimiento en Europa de que somos prioritarios, algo que antes no hubo, pero obviamente nunca es suficiente. Pero obviamente nunca es suficiente. Los 100.000 millones de Horizonte Europa suponen solo el 8% del gasto total en I+D de Europa. En EE UU, la relación es 50-50. Por ejemplo, los Institutos Nacionales de Salud [el mayor organismo federal de investigación biomédica] tienen 30.000 millones al año. Nuestro presupuesto total son 10.000 millones al año, tres veces menos. Los países cuando tienen dinero lo invierten en ellos mismos, más que en financiar la mejor idea europea. Y eso es un problema en toda Europa.
El Brexit ya ha tenido un impacto negativo en la ciencia británica
P. ¿Cómo va a ser el encaje de Reino Unido dentro del programa?
R. El Consejo Europeo ha dicho que cuando Reino Unido salga de la UE será considerado un país tercero. Nosotros hemos hecho una cláusula en el presupuesto diciendo que estamos encantados de tener terceros países como asociados, pero esto no puede supone un coste ni para ellos ni para nosotros. Tendrán que pagar un coste administrativo. Luego lo que pongan y lo que saquen tiene que estar equilibrado. No queremos lucrarnos. Les costará lo que ellos quieran poner. El programa horizonte no tiene que ver tanto con el dinero. Si tú dices a un científico inglés: vas a recibir 500 millones, ¿prefieres que sea un proyecto nacional, salido del presupuesto inglés, o quieres participar en una colaboración con otros países europeos? La respuesta es obvia.
P. ¿El Brexit tendrá un impacto negativo en la ciencia de Reino Unido?
R. Ya lo ha tenido, debido a la incertidumbre. Los científicos hacen planes a dos años y la incertidumbre es lo peor para la ciencia. El programa europeo es tan atractivo porque dura siete años y sabes que puedes contar con él.
P. ¿Qué esperanzas hay de que este presupuesto se apruebe antes de las elecciones europeas de mayo de 2019?
R. Tengo muchas esperanzas. Hemos trabajado muy rápido. En el programa anterior, la propuesta tardó en hacerse cinco meses. En este caso han sido tres semanas. Ya lo hemos enviado al Parlamento y creo que los diputados van a trabajar muy rápido. Esto llevará hasta final de año y luego habrá que acordarlo en febrero o marzo como tarde. Tenemos al Parlamento y la Comisión en la misma línea. Lo que no puedo garantizar es que no haya problemas con países concretos. Hay algunos miembros que abogan por tener un presupuesto menor. Si algo falla, vamos a tener un grave problema, pues la decisión pasaría a la siguiente legislatura y normalmente un nuevo Parlamento tarda unos ocho meses en comenzar a trabajar. Sería algo muy negativo.
P. En los años de la crisis España se ha alejado de Europa en I+D+i. Esta ha aumentado su inversión y nuestro país ha hecho lo contrario ¿Cómo puede recuperar el terreno perdido?
Mi consejo para Pedro Duque es que esté siempre próximo a la ministra de Hacienda
R. Hay una división clara entre el norte y el sur de Europa en inversión en I+D por razones históricas y también por la crisis. Finlandia, Suecia, Dinamarca han sobrevivido bien a sus crisis porque siempre han invertido mucho en ciencia y en educación. En Finlandia un profesor de secundaria gana tanto como un médico. Esto no pasa más al sur. El problema viene de hace más de 20 años y no se puede cambiar en dos o tres años, con un Gobierno determinado. Estas decisiones no tienen color político, se deben hacer con un acuerdo de Estado entre los partidos en los países que queremos invertir más en ciencia y tecnología. Si esto no pasa, nada va a cambiar porque cada gobierno que llegue lo hará de una forma diferente. España tiene grandísimos científicos que han sufrido mucho con la crisis, al igual que Portugal. Ahora estamos saliendo y hay más libertad para los gobiernos, tienen el lujo de poder elegir, porque antes con la crisis y la austeridad no había opción. Hay que aprovechar la dinámica e invertir más.
P. Tenemos un nuevo ministro de Ciencia que quiere aumentar el peso global de la I+D en la economía ¿Qué consejo le daría?
R. El más informal es que esté siempre muy próximo a la ministra de Hacienda y pase gran parte de su tiempo explicándole la importancia de todo esto. Al final los ministros de Hacienda son los que tienen el poder de decir sí o no. El segundo es sobre el apoyo que necesito de España en el presupuesto y de cara al CEI. En Europa tenemos unos niveles de inversión pública en I+D que son correctos, pero la privada es un problema europeo.
P. Si Cataluña se independizase, ¿podría seguir recibiendo fondos de la UE para I+D?
R. La UE es un club y sus miembros son los países. En este caso nuestra relación es con nuestro miembro, que es España. Nosotros siempre estaremos con el país miembro, que es España, y su Constitución. Es nuestro deber. En Cataluña hay científicos e inversiones extraordinarias, como también las hay en otras regiones con muy buena ciencia. No podemos abrir ninguna puerta a transformar Europa. Todos estos movimientos vienen del cansancio de la gente hacia la política. Es un grito de revuelta contra el sistema y como políticos tenemos que oírlo.
P. ¿En qué consiste el nuevo programa de grandes misiones científicas incluido en este presupuesto?
R. Cuando Kennedy dijo “vamos a poner a un hombre en la Luna” eso tuvo un gran efecto. Tenemos que encontrar maneras en Europa de tener esa ambición, de ser los primeros en hacer algo, en curar el alzhéimer, en tener un avión totalmente eléctrico. A los científicos esto no les gusta, porque critican que centrarse en algo concreto supone dejar de lado otras cosas. Pero no es verdad. Tú estás creando una historia. Probablemente para curar el alzhéimer estudiarás otras demencias, pero a la gente les tienes que dar un relato. Cuando Nixon inició la guerra contra el cáncer, resulta que muchos de los avances acabaron ayudando en la lucha contra el sida. Crear una misión no quiere decir que solo trabajes para eso. Mi idea es que tenemos que comunicar más estas historias. Por eso es importante que en España haya un nuevo ministro que tiene una historia como astronauta
P. ¿Va a hacer la UE un esfuerzo para contrarrestar prácticas sin fundamento como la homeopatía con hechos probados?
R. Es una de nuestras grandes preocupaciones. Hoy en día hay políticos que dicen mentiras y la gente sigue votándoles, a sabiendas de que es mentira, les da igual. Hay que hacer un esfuerzo de comunicación para dar valor a la verdad. Vamos a invertir en estudios científicos que analicen este fenómeno, que ha aumentado mucho gracias al mundo digital. Además, habrá programas específicos. El problema de las vacunas es particularmente aterrador. En Francia, el 40% de la población llega a pensar que las vacunas son peligrosas. Esto sucede porque lo hemos hecho muy mal desde el punto de vista de la comunicación. Hay que trabajar mucho en ello y vamos a invertir bastante más en el próximo programa. En esto no vale que lo digan los políticos, necesitamos que los científicos sean actores políticos. Para hacer ciencia y tener dinero también tienen que hacer política en el sentido de informar a la gente, difundir lo que se sabe y lo que no, dejar claro cuál es la verdad.
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