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Cómo una noche de lluvia, rechazo y cocaína creó la canción disco más exitosa de la historia

El grupo Chic utilizó, hace 40 años, la rabia que tenía por no poder entrar en Studio 54 para componer en media hora una pieza seminal del pop, 'Le Freak'. La banda acaba de publicar nuevo álbum

Bernard Edwards, Norma Jean Wright, Nile Rodgers y Tony Thompson: componentes de Chic, en 1977. En vídeo, la banda interpreta 'Le Freak'.
Guillermo Alonso

Nochevieja de 1977. Nile Rodgers, guitarrista del grupo Chic, y Bernard Edwards, bajista, están esperando a entrar en Studio 54 por la puerta trasera, la que se reserva a los invitados más insignes. Grace Jones, que actúa allí esa noche, se ha declarado fan de la banda y de su primer disco, publicado ese mismo año. Siete años después de conocerse, de formar una banda, de cambiar varias veces de nombre y de colaborar en éxitos de terceros, Chic había conseguido publicar un álbum y colocar sus primeros éxitos en las listas: Dance, Dance, Dance llegó al seis en la lista de los sencillos más vendidos en Estados Unidos.

Pero el plan no funciona: ni sus elegantes trajes blancos ni sus indicaciones de que están en la lista de puerta de la mismísima estrella de la noche hacen que les permitan entrar en Studio 54, la discoteca neoyorquina donde pasa todo. Y este error por parte de la discoteca y de sus dueños no es el único inconveniente de la noche: la helada de 1977 deja uno de los inviernos más duros que se recuerdan en el Estado de Nueva York. La nieve cae con fuerza sobre Manhattan esa noche.

Cabreados por no haber podido entrar en Studio 54, se volvieron a casa y allí improvisaron una melodía con la guitarra y una línea de bajo mientras gritaban cosas dedicadas a la gente de la discoteca, por ejemplo: “¡Que os jodan!”

Rodgers y Edwards (que no eran los únicos miembros de Chic, pero sí sus fundadores) decidieron entonces, tal y como cuenta con detalle La historia secreta del disco, de Peter Shapiro (publicada en español por la editorial argentina Caja Negra), irse al apartamento de Rodgers, no demasiado lejos de la discoteca. Eso sí, decididos a no tirar por la borda la oportunidad de una fiesta en Nochevieja, compraron champán, marihuana y cocaína por el camino.

Allí, animados por la furia que aún sentían por cómo la noche se había torcido y probablemente venidos arriba por las sustancias que se habían llevado a casa, se pusieron a improvisar una melodía en la guitarra y una línea de bajo mientras gritaban cosas dedicadas a la gente de Studio 54, por ejemplo: “¡Que os jodan!” (en inglés, “Fuck off”). Ese “fuck off” se convertiría en el elemento principal de una canción todavía en estado embrionario que Rodgers describe como “una sucesión de puras obscenidades”, pero “con melodía y textura”.

Así que decidieron grabarla y convertirla en una maqueta, convencidos de que aquel delirio de una noche etílica tenía verdaderas posibilidades para ser un éxito. Eso sí, el camino hacia el éxito pasaba por limpiar y cambiar aquella letra faltona. Nada de “fucks” ni de insultar al público del templo de la música disco. Por eso el “fuck off” del estribillo pasó a ser el más decoroso (y, a la larga, pegadizo) “Freak out!” (Algo así como “¡Alucina!”).

La letra, eso sí, mantiene a la discoteca Studio 54 en el centro y fluctúa entre la burla y el homenaje. En el texto, “le freak” es presentado como un baile que se lleva a cabo en el local más exclusivo de la ciudad. “Los jóvenes y los viejos lo bailan, me han dicho / si lo haces una sola vez tú también estarás vendido”. Si esta carta de amor a la discoteca a la que no les dejaron entrar (y que se menciona explícitamente en la letra, “Simplemente acércate al 54”) es real o tiene algo de sorna nunca lo hemos sabido, pero el público la recibió como una pieza de baile inmaculada y la llevó al número uno de la lista de sencillos de Estados Unidos.

El resultado fueron seis millones de unidades vendidas y, según La historia secreta del disco, el tercer tema más exitoso en lo que respecta a licencias de uso de los derechos de autor. ¿Qué quiere decir esto exactamente? Que la base de Le Freak es una de las más sampleadas en la historia de la música moderna, o sea, que decenas de canciones se han inspirado en ella. Según la web WhoSampled, que rastrea miles de canciones pop para saber qué elementos han tomado de temas ya existentes, hasta 103 composiciones se han inspirado en la pieza de Chic. Algunas de ellas interpretadas por artistas tan exitosos como Kylie Minogue (Shocked), Enigma, ABC (The night you merdered love), Dee-Lite (Say Ahh) o Art of Noise (Backbeat).

Según algunos datos, Le Freak (que se editó en septiembre de 1978, hace justo 40 años) es el tema más exitoso de la historia de la discográfica Warner, aunque según otras fuentes ese récord se lo arrebató 13 años después otra pieza seminal del género de baile: Vogue, de Madonna. Una casualidad encantadora: Rodgers había sido el productor del primer número uno de Madonna, Like a virgin, en 1984, después de que ella le pidiese su colaboración por la admiración que tenía al trabajo que Rodgers había hecho con su grupo Chic y con su producción de Let’s dance, de David Bowie, publicado un año antes.

Chic, ya sin Edwards (murió en Tokio, con 43 años, después de un concierto y de una neumonía) en su formación y con Rodgers (Nueva York, 1952) con absoluto control, acaba de publicar su primer disco en 26 años, It’s about time. Ha recibido unas críticas que, si bien no son unánimemente entusiastas, ensalzan que más de 40 años después Chic aún tiene pulso para hacer bailar a los nietos de los que pudieron haber estado aquella Nochevieja de 1977 en Studio 54 mientras ellos, bajo la nieve, se volvían a casa furiosos para componer un clásico en treinta minutos.

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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