“Todo comenzó con un ratón llamado Mickey Mouse”
El famoso ratón cumple 90 años y el dibujante Eric Goldberg nos cuenta parte de su historia, de la historia de muchos
Mickey Mouse, que ahora cumple 90 años, es sin duda el emblema de toda la corporación mediática de Walt Disney. Quizás la clave de su éxito nos la dio el propio Walt: “Cuando la gente se ríe con Mickey Mouse lo hace porque es muy humano y ese es el secreto de su popularidad”. Las carcajadas que provocaba eran tales que muchos cómicos decían no poder competir con lo que provocaba el ratón animado. El mismísimo Dick Van Dyke, toda una Disney Legend que la factoría recupera estas navidades para la gran pantalla con El Regreso de Mary Poppins, llegó a decir que: “Mickey fue mi primer contacto con el humor y la comedia. El personaje siempre me resultó muy divertido visualmente. Él era el chico bueno”.
Ahora mismo, sería imposible pensar en esta factoría de sueños sin la presencia del genial ratón animado, pero lo cierto es que Mickey podría no haber existido nunca ya que nació digamos que de rebote. El creador de este emporio de fantasía había creado un personaje entrañable, Oswald el conejo afortunado, pero el distribuidor se había quedado con los derechos cuando Walt intentó montárselo por su cuenta. Así que la irrupción de Mickey en su vida fue completamente casual. Y es que todo ocurrió en un trayecto de tren. Es allí donde esboza el contorno de un ratón, en un principio llamado Mortimer y más tarde rebautizado como Mickey por la sugerencia que le hizo a Walt su mujer. Es entonces cuando comienza una historia que se materializó en los primeros cortos animados del ratón. Como curiosidad es importante comentar que aunque el primer trabajo fílmico estrenado de este ratón sea el icónico Steamboat Willie estrenado el 18 de noviembre de 1928- precisamente esa fecha es considerada su cumpleaños- lo cierto es que ya se había producido anteriormente dos piezas, El gaucho galopante y Locos por los aviones, a los que Walt añade sonido tras el éxito de la sincronización de la banda sonora con la animación en el corto que dio fama al popular personaje animado.
A partir de ahí, la historia del éxito de Mickey es bien conocida con infinidad de cortometrajes, largos y todo un emporio mediático que le ha llevado a ser toda una marca líder en países como el nuestro. Esa popularidad sin duda comenzó a acrecentarse con la irrupción del personaje en la pequeña pantalla con El club de Mickey Mouse en 1955 del que era un fiel espectador Eric Goldberg, animador de la factoría Disney que ha pasado esta semana por Madrid para celebrar el 90 aniversario de Mickey Mouse con una clase magistral a la que asistieron estudiantes de animación. De Mamas & De Papas estuvo allí para hablar con este creador de sueños que ahora da vida animada a Mickey Mouse, del que ha tenido “que tirar muchos dibujos a la basura como de todos los personajes que dibujo”. Para él es importante investigar en cada personaje y “conseguir que tú seas tu mejor editor”.
Eric Goldberg, todo un “genio” de la animación
De alguna forma, la relación del animador Eric Goldberg con el universo Disney comenzó siendo solo un niño cuando veía el popular programa de Mickey en la televisión y otros espacios televisivos en los que el propio Walt explicaba los procesos de la animación. Eso sí, este hombre de gesto bonachón y simpático que ahora viste camisa estampada con decenas de Mickey se encontró de frente con este emporio de la animación mucho después y, sin duda, con una experiencia que le demostró lo ‘genial’ que era ser parte de este universo mágico. Y es que tras muchos intentos por parte de la factoría del ratón Mickey, la primera vez que los estudios consiguieron contar con él fue en Aladdin, uno de sus proyectos más ambiciosos de los noventa, del que ahora por cierto se está a punto de estrenar un remake en live action. El reto era grande y el animador lo aceptó entre otras cosas por trabajar mano a mano con Robin Williams que se metió en la piel del Genio: “Cuando me ofrecieron ir a verlo trabajar me entusiasmó, pero enseguida me di cuenta de que fue un error, estaba a punto de estallar de risa”, comenta simpático uno de los animadores más activos de la Walt Disney Company.
Sobre el fascinante trabajo con el desaparecido actor comenta que “Él era un fan de la animación, él sabía que podía hacer ciertos gestos que yo podía llevar a la pantalla a través de mi trabajo”. Goldberg lo ejemplariza con el caso de un momento en el que el Genio se transforma en Pinocho gracias a una indicación gestual del propio actor. Ya ese primer trabajo con la productora animada le llevó a pensar en Mickey Mouse “por la fluidez, por la línea de acción en el trabajo del genio”. Precisamente este trabajo se encuentra entre los favoritos de este creador junto con Fantasía 2000. Ambas cintas, junto con Pocahontas y Hércules, le han servido para vivir en primera persona la relación que existe en el cine Disney entre música y animación. “Es una gran pregunta. Cuando conectan música y animación no hay un efecto igual”, explica Goldberg a De mamás y papás.
El animador ha contado que en las cintas de animación siempre existe un “cuarto de música”, en el que “se inventa la acción”. Para este veterano animador resulta esencial que “el tono y el ritmo de la canción vaya junto con el guion de la película”. La afición por la parte musical de las películas es bien conocida por los responsables de Walt Disney Studios. Tal es así que de alguna forma le recompensan con experiencias como la de la cinta musical Tiana y el Sapo: “Allí pude animar al caimán Louis que toca la trompeta y también participé en una canción de la protagonista”. En definitiva, Godlberg sentencia que “Me parece que la música es esencial para disfrutar del cine Disney”.
La factoría Disney no solo ha realizado películas de animación, sino también películas que la combinan con personajes de carne y hueso como La Bruja Novata, ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? o Mary Poppins, que con su secuela Disney recuperará ese cine que tanto nos hizo soñar a grandes y pequeños en el pasado al juntar animación con acción real. Para Goldberg en estas cintas: “Es importante que todo encaje para no romper la ilusión que quieres crear”. La dificultad está tanto en los actores que tienen que mirar en una dirección, a veces las figuras animadas les llegan por la cintura, para imaginarse un personaje animado, como en los animadores: “Cuando animas un personaje tienes que saber exactamente hacia donde mira el actor para que todo esté conjugado a la perfección”. El animador, lo ha sentido en su propia piel de alguna forma con su experiencia en Vaiana en la que dibujó a mano un mini Maui en el brazo del personaje: “Cuando un personaje hacía un gesto, el otro tenía que responder adecuadamente y tenía que parecer que existía esta relación como la que supuestamente existe entre un actor y un dibujo animado en películas como El retorno de Mary Poppins”.
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