La exhumación, un punto de inflexión
Puede que Pedro Sánchez busque rédito electoral con la exhumación de Franco. Pero incluso si así fuese, de paso la democracia ha salido bien tonificada. España tenía pendiente una cuenta histórica, moral y legal con las víctimas de la dictadura que, con propósito o sin él, ha sido saldada. Unos dicen que con exaltación y otros, que con humillación. Pero exhumar al dictador era necesario y saludable. Incluso yo diría que un punto de inflexión preciso para reiniciar los nuevos tiempos por los que España ya transita. La historia reconocida corre menos riesgo de repetirse. Y exhumar es un acto de reconocimiento.
Elisa Mollá Saval. Valencia
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