Los mercadillos de Navidad
Esos puestos y casetas de madera ocupando las principales plazas de las ciudades... De figuritas o artesanía hasta productos de gastronomía y mil cosas más
Es tiempo de ocio. Y no hay mejor punto de encuentro estos días que los mercadillos de Navidad, esos puestos y casetas de madera que ofrecen artesanía navideña. Tendremos que desafiar las bajas temperaturas, sí, pero siempre podremos encontrar pequeñas maravillas, al tiempo que bebemos vino caliente o probamos algún dulce típico de estas fechas.
Las infinitas posibilidades son el mayor reclamo. Entre los más llamativos del mundo se encuentra el más antiguo de Europa, el de Dresde (Alemania), cuyo origen se remonta al año 1434, donde podemos adquirir bolas de nieve, piezas talladas en madera y los tradicionales muñecos Räuchermännchen (“hombres fumadores” en alemán), unas figuritas que sostienen pipas donde colocar velas aromáticas. Una buena excusa para viajar en Navidad.
Otro destino imprescindible para los amantes de estos entrañables puestos callejeros es la ciudad de Viena, que cuenta con más de 20 mercados oficiales, entre ellos, el ubicado en la plaza del Ayuntamiento, donde se alinean hasta 150 puestos que venden artículos de decoración, como originales calcetines navideños, y deliciosa repostería. Podremos disfrutar de las compras y de los puestos de ponche y de castañas con las espectaculares calles de la ciudad austriaca de fondo. Mientras, nuestros hijos se lo pasarán en grande en una zona de juegos habilitada en la planta baja del edificio, donde prepararán su propia repostería, decorarán velas y fabricarán cajas decoradas con piedras preciosas.
En el top de los mejores mercadillos navideños no podía faltar el primero que se celebró en Francia, el de Estrasburgo. Instalado cerca de la catedral, sus 300 casetas lo convierten no solo en uno de los más grandes de Europa sino en uno de los más vistosos pues se encuentra rodeado por acogedoras casas de madera de estilo alemán. Con su espléndido árbol de Navidad como atracción principal, podremos comprar mantas y cojines navideños, artículos de vidrio y productos de artesanía como los populares cascanueces.
Sin salir de España, tenemos el colorido mercado de Navidad de la plaza Mayor de Madrid. Organizado por una asociación que agrupa a todos los vendedores desde hace más de 100 años, en sus 104 puestos podremos encontrar todo tipo de artículos típicos de estas fiestas, especialmente, figuras decorativas para el Belén, instrumentos musicales, juguetes y hasta artículos de broma. En Barcelona se celebra la popular Fira de Santa Llúcia en la plaza de la Catedral donde los puestos se distribuyen en cuatro sectores artesanales: árboles de Navidad, adornos y luces; Belenes y figuras –incluido el famoso caganer–; instrumentos (zambombas, panderetas…), y artesanía (regalos, objetos de decoración, accesorios y ropa de invierno…). Anímate y disfruta del ambiente entrañable de los mercadillos, un lugar de encuentro donde pasar con alegría estas fiestas.
Otros mercados navideños imprescindibles son los del mercado Central de Valencia, con más de un centenar de tiendas de temática navideña; el de la calle Bailén de Bilbao, con medio centenar de casetas de madera; o el Mercado de Comercio y Artesanía de Navidad, en la plaza frente a la basílica del Pilar, que cuenta con un belén gigante de mil metros cuadrados de superficie.