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Un mausoleo para recordar a las víctimas de la masacre Entre 1989 y 1994 en la localidad cafetera de Trujillo, Colombia, hubo una serie de asesinatos, desapariciones y torturas perpetrados por los narcotraficantes junto a miembros del ejército y la policía. La religiosa Maritze Trigos lucha para que la masacre no caiga en el olvido y siga viva la memoria de las víctimas La religiosa Marizte Trigos ha dedicado parte de su vida a que la matanza de Trujillo no quede en el olvido y se reconozca a las víctimas. Entre 1989 y 1994, en este pueblo cafetero, además de en Ríofrío y Bolívar, los tres en el norte de Colombia, hubo una serie de asesinatos, desapariciones y torturas, perpetrados por los narcotraficantes Diego Montoya y Henry Loiza —alias el Alacrán— junto a miembros del ejército y la policía. El objetivo, según los supervivientes, era amedrentar a la población civil y apropiarse de las tierras de los campesinos de manera ilegal. En la imagen, la fundadora de Afavit (Asociación de Familiares de las Víctimas de Trujillo) delante de una pintura del padre Tiberio Fernández, asesinado en la masacre cuando era párroco de la localidad. ÓSCAR CORRAL Durante años, los familiares han ido recuperando los restos de las víctimas y los han depositado en los osarios que aparecen en la imagen. Todos ellos forman un conjunto arquitectónico único, ubicado en la parte más alta de la localidad de Trujillo, en forma de mausoleo e integrado en la vegetación de la zona. Algunas de las tumbas están vacías, aunque los nombres de los asesinados están escritos. La religiosa Maritze Trigos, como cabeza principal de la asociación que reivindica la memoria de los asesinados, vela por la conservación del lugar. ÓSCAR CORRAL Los descendientes de los asesinados en la masacre mantienen viva la memoria de sus allegados en el centro de recepción de visitantes, que forma parte de este parque monumento. Las paredes del recinto están cubiertas con cruces con los nombres de todos ellos. ÓSCAR CORRAL En la imagen, un mural pintado por los miembros de la asociación Afavit que recuerda la matanza. La religiosa Maritze Trigos guía las visitas de estudiantes, turistas y familiares que deciden visitar el parque monumento para conocer más sobre la matanza de Trujillo. ÓSCAR CORRAL Aldenivier Cano, que perdió a su padre y a su abuelo en la matanza de Trujillo, está en lista de espera desde hace más de una década para que el Gobierno de Colombia le conceda la compensación económica que debían recibir los familiares de las víctimas. Solo ha percibido una pequeña cantidad. En la actualidad, trabaja junto a sus hijos por mantener limpio y cuidado el parque monumento en homenaje a las víctimas. ÓSCAR CORRAL Familiares de las víctimas, turistas, estudiantes y miembros del Programa Madrid Protege, coordinado por el Ayuntamiento de Madrid, visitan el parque monumento junto a Maritze Trigos. La religiosa denuncia que en los últimos meses las tumbas han sufrido actos vandálicos y Afavit no dispone de fondos para cubrir todas las necesidades que presenta el lugar. ÓSCAR CORRAL Uno de los hijos de Aldenivier Cano, nieto y bisnieto de dos víctimas, abre las puertas del mausoleo en el que está enterrado el párroco Tiberio Fernández y que preside el parque monumento de Trujillo. Un jardinero, también familiar afectado, se cerciora de que las tumbas tengan flores en recuerdo a los asesinados. ÓSCAR CORRAL El local de recepción de turistas, lugar de encuentro y espacio de actividades para niños y familiares, está decorado con murales en recuerdo a los fallecidos en la masacre. En ocasiones, los miembros de la asociación Afavit se reúnen y cantan o ponen velas a sus familiares. ÓSCAR CORRAL Los familiares de las víctimas depositan las fotos de sus allegados en el suelo para homenajearlos con flores y canciones en su memoria. Los niños aprenden desde pequeños la historia reciente de la localidad y los hechos que ocurrieron en ella. "Identidad, dignidad, sangre, verdad, justicia, esperanza, organización", son algunas de las palabras que inspiran el "desafío de resistencia y lucha contra la impunidad", según explica la religiosa Maritze Trigos. ÓSCAR CORRAL Los niños de Afavit reciben a la delegación que coordina el programa Madrid Protege del Ayuntamiento de Madrid, que apoya a líderes sociales de América Latina que sufren estrés por amenazas y del que fue beneficiaria Maritze Trigos, con canciones de bienvenida y mensajes de esperanza en recuerdo de las víctimas. ÓSCAR CORRAL