Shakira y Piqué, una década de rentable relación
La cantante, que actuará en la Super Bowl, y el futbolista celebran sus cumpleaños tras un año de reinvención profesional
El Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, en el que España se proclamó campeona, dio muchas alegrías a un país que aprovecha las celebraciones deportivas para mostrarse unido. La felicidad que se instaló entre los ciudadanos, también dejó huella en dos estrellas que, desde entonces, comparten su vida. Se trata de Shakira y Gerard Piqué, que además de cumplir años mañana 2 de febrero —la cantante 43 y el futbolista 33—, este 2020 celebran una década juntos en pleno éxito personal y profesional.
Shakira disfrutará de su cumpleaños subida al escenario de la Super Bowl, donde actuará junto a Jennifer Lopez en el intermedio de la final de la liga de fútbol de Estados Unidos, que cada año ven más de 90 millones de espectadores. Piqué no podrá acompañarla porque ese día su equipo juega contra el Levante en Barcelona. Pero es probable que el uno esté en los pensamientos del otro pese a la distancia, un factor que ha estado presente desde el principio de su relación. Y que tal vez, contra los agoreros pronósticos que marcaron sus comienzos, se haya convertido en la clave de su consolidación como pareja.
Las noticias de crisis o infidelidades han revoloteado sobre la pareja en más de una ocasión. Las personas de su entorno mantienen a rajatabla la norma de no hablar de ellos, pero se sabe que Shakira y Piqué no forman una pareja al uso. Fue la propia cantante quien admitió hace unos meses que no son “una pareja tradicional” y que lo que prima entre ellos es el cuidado de sus hijos Milan y Sasha, de siete y cinco años, respectivamente. Sobre otras claves de su vida privada impera el silencio, y cuando se dejan ver juntos lo hacen como una familia feliz. “No es que tengamos un acuerdo escrito en el que nos repartimos las tareas, pero los dos somos padres muy involucrados y nos vamos manejando como podemos, apoyándonos mutuamente y también en nuestras familias”, dijo la artista en una revista argentina.
Pese a lo diferente que ha sido su pasado, a los dos les une un espíritu inquieto y el empeño que cada uno ha puesto en su trabajo. La artista, nacida en Barranquilla, Colombia, comenzó desde bien pequeña su camino para convertirse en estrella. Su hipnótico e innato movimiento de caderas se unió a la vena artística de su padre, escritor y joyero. Shakira supo que quería dedicarse a este mundo cuando a los siete años le escribió su primer poema a su madre. Su creatividad no cesó y, acompañada de una mochila y de su guitarra, fue puerta por puerta pidiendo una oportunidad. Llegó cuando tenía 13 años y publicó su primer disco. Desde entonces, ha vendido más de 60 millones de álbumes en todo el mundo y acumula 14 premios Grammy.
El jugador del Barcelona proviene de la alta burguesía catalana: su padre maneja una empresa familiar de exportación de materiales de construcción y su madre, Montserrat Bernabeu, es directora general del Instituto Guttmann, un centro de referencia internacional para lesiones de médula. Dedicarse al fútbol también fue su deseo desde pequeño, pero no es lo único que apasiona al catalán. Ahora se dedica al tenis, no como profesional, sino como empresario de un deporte que mueve millones. Este año se ha hecho realidad un proyecto que, igual que su relación con Shakira, comenzó a fraguarse en el Mundial de Sudáfrica. Gerard Piqué es el actual promotor de la Copa Davis, que en noviembre se celebró en Madrid con un formato renovado y revitalizado. A través de Kosmos Global Holding, la empresa que creó con este fin y de la que es presidente, Piqué ha invertido sesenta millones de euros para dar una vuelta de tuerca en la historia del tenis. Y a juzgar por la acogida que tuvo la primera ronda, lo ha logrado.
El broche final a la competición lo puso la actuación de la propia Shakira, que no dudó en apoyarle en su ansiado proyecto. El futbolista asegura que la cantante es de las personas que más le empujan a probar suerte en los negocios. Y lo hace con conocimiento de causa. El mismo potencial que derrocha en el escenario es el que utiliza para manejar a su gente. Ella coordina, dirige y supervisa cada detalle de sus giras, especialmente de la última, El Dorado World Tour, la primera que Shakira realiza después de haber sido madre y que ha convertido en un documental. Un regreso que tuvo un comienzo convulso cuando la artista tuvo que retrasar varios meses su inicio a causa de los problemas que sufrió en las cuerdas vocales. Como pareja funcionan, sean cuales sean sus pactos. Lo que pesa es que ambos admiten ser un talismán el uno para el otro diez años después de conocerse.
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