“Aquí no entran ‘kimchis”: Pepe Rodríguez, ‘MasterChef’ y dueño de El Bohío, mejor restaurante de España por ElTenedor
El premiado restaurante del popular chef se asienta en la casa donde él hacía los deberes de pequeño, en Illescas (Toledo)
Cuando Pepe Rodríguez habla de El Bohío como “su casa”, lo hace de forma literal. El restaurante que dirige en Illescas, un pueblo de la provincia de Toledo a 35 kilómetros de Madrid, se asienta en la casa en la que creció. Los comedores ocupan lo que fue su dormitorio de niño o el de sus padres. En la mesa de la cocina hacía los deberes.
El Bohío nació como mesón castellano. En él han cocinado tres generaciones de su familia, desde que la abuela Valentina y la tía Romana abrieron una casa de comidas en 1935. Era el único restaurante de carretera que había entre Madrid y Toledo antes de la Guerra Civil.
Hoy, Pepe Rodríguez es un cocinero estrella, uno de los tres jueces del concurso televisivo MasterChef, y su restaurante, un local con capacidad para 60 comensales con una estrella Michelín. En el edificio de dos plantas nada queda de sus orígenes. Está completamente reformado. La última gran obra, la de la fachada, se hizo en agosto. Reabierto el 10 de septiembre, en enero se anunció que encabezaba el listado de los 100 restaurantes españoles de 2019. Un ranking que desde hace tres años elabora ElTenedor, la plataforma de reservas gastronómicas líder en Europa.
Para la lista, ElTenedor ha tenido en cuenta varios criterios: las opiniones de los usuarios que usan la web, las visitas a la ficha del restaurante, las reservas generadas o las menciones en otras guías. Pepe Rodríguez, al que el día que recogió el premio le acompañaba su amigo Jesús Rodríguez, de El Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones (Cantabria), poseedor de tres estrellas Michelin y que ha quedado segundo en la lista, agradecía el premio con esa distancia que da saber que al no ser atletismo toda lista es matizable. “Estoy muy agradecido ¿Cómo no? Siempre es un gusto que te reconozcan y te premien, pero estoy seguro de que muchos de los restaurantes que han quedado detrás también podrían haberlo conseguido", señala.
Su arma es una cocina apegada a la tierra. A Castilla. A Illescas, el lugar en el que vive y del que no se ha movido. "Siempre ha habido ofertas para abrir en Madrid, pero si no lo hice durante la crisis, que en Illescas pegó muy duro, no lo voy a hacer ahora", dice. Son recetas basadas en sus recuerdos y en el producto local. “Aquí no entran kimchis”, bromea el chef sabiendo que eso no es cierto del todo (hay postres con wasabi, por ejemplo), pero es totalmente cierto que las recetas indispensables de su carta tienen nombres reconocibles. Está la pringa del cocido, berza y su caldo, las lentejas con butifarra o la media croqueta de jamón ("Tanto se hablaba de quién hacía la croqueta más cremosa, que yo hice una extremadamente cremosa", explica). Las suyas son sabrosas y delicadas elaboraciones que interpretan los sabores de siempre.
Eltenedor compartía ese día también otra noticia. La aplicación se ha convertido en partner oficial de la Guía Michelín. Aunque la concreción de esa colaboración está pendiente de fecha aún (“la parte técnica siempre va por detrás de las ambiciones humanas”, explicaba Abraham Martín, director de Marketing de El Tenedor), ya adelantan que el color verde de la plataforma aparecerá junto al rojo en la gala de entrega de estrellas del año que viene. “La experiencia del cliente empieza desde la reserva. El Tenedor tiene presencia actualmente en 22 países, diez más que hace un año. Somos líderes en nuestra parte de la gastronomía y ellos en la suya, así que estamos condenados a entendernos”, remataba.
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