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Lactancia materna ante la pandemia del coronavirus

La separación de madres con coronavirus de sus bebés y la dificultad para acceder a asesoramiento presencial supone una piedra en el camino para poder dar el pecho

Una madre dando el pecho a su bebé.
Una madre dando el pecho a su bebé. Jan Kopřiva (Unsplash)

A lo largo de la historia, la lactancia materna ha sobrevivido a pandemias, hambrunas y catástrofes. Sin embargo, la actual crisis sanitaria puede llegar a suponer un impedimento para las nuevas madres que decidan amamantar. Según Alba Padró, presidenta de la asociación Alba Lactancia y cofundadora de la aplicación española LactApp, "el miedo de profesionales y madres ha hecho que muchas lactancias empiecen con dificultades, o que incluso se prohíban".

Al inicio de la pandemia, los protocolos de los hospitales españoles fueron reticentes a permitir dar el pecho a las mujeres con Covid-19, a pesar de que la OMS y Unicef la alientan ya que la evidencia disponible apunta a que no se transmite a través de la leche. "Con el tiempo podremos tener datos de qué ha significado esta pandemia en el inicio y el mantenimiento de la lactancia en el mundo", apunta Padró. La Sociedad Española de Neonatología (SeNeo), que en un primer momento no secundó la recomendación de permitir la lactancia, lo ha hecho en sus últimos protocolos, entre otros beneficios por "el potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2".

En la misma línea se pronuncia José María Paricio, pediatra y fundador de e-lactancia.org, web de referencia sobre la compatibilidad de la lactancia con enfermedades y medicamentos. "No se ha encontrado que el virus se transmita a través de la lactancia y, sin embargo, es previsible que deje una señal inmunológica en la leche que aporte anticuerpos y defensas, como ocurre con otros virus respiratorios", plantea.

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APILAM, la asociación científica detrás de e-lactancia, ha analizado los medicamentos utilizados para el tratamiento de la Covid-19 y expone que prácticamente todos son compatibles con dar de mamar. "Recibimos consultas de varios hospitales para comprobar esta compatibilidad, y el coronavirus ya es el segundo término más buscado de nuestra web. Es una preocupación bienvenida, ya que significa que hay muchas madres y profesionales preocupados por mantener esas lactancias", celebra Paricio.

Aun así, las mujeres con coronavirus que se inician estos días en la lactancia pueden encontrar varias piedras en el camino. La última indicación de la Seneo aconseja a los hospitales ingresar "aislados y separados de su madre" a bebés de mujeres sintomáticas con infección positiva o en investigación, y dejar a los de madres positivas asintomáticas en una cuna a dos metros, ante el riesgo de contagio por gotas de saliva. Ahora bien, esa separación física puede suponer una gran dificultad a la hora de establecer la lactancia.

Carmela Baeza, médica de familia en el madrileño Centro Raíces e IBCLC (consultora de lactancia internacional certificada), advierte que aislar a un bebé no es tan sencillo en la práctica. "Por un lado, si otra persona tiene que cuidar al bebé de una madre positiva, ¿cómo nos aseguramos de que no va a contagiar al bebé? Si queda a cargo del otro progenitor, se trata de una persona que ha estado conviviendo con la madre", en un hogar expuesto al contagio. "Y, además, un bebé separado de su madre tiene altos niveles de estrés, y por tanto las defensas más bajas", indica. Por ello, reclama una flexibilización de los protocolos. "El problema ha sido pensar que separar a un bebé de su madre le brindaba riesgo cero, algo que con esta pandemia no existe".

Paricio, por su parte, considera "ineficaz" el aislamiento de un miembro de la familia dentro de la propia vivienda, ya que según él con toda probabilidad todos los convivientes de la casa habrán sido contagiados. "La recomendación es poco realista. En la mayoría de casas, especialmente en las ciudades, no hay suficiente espacio para mantener a una de las personas apartada. No vivimos en palacios".

La también médica de familia, pediatra de la Atención Primaria e IBCLC Sarai de la Fuente Gelabert secunda que la separación "pone en riesgo la instauración y el mantenimiento de la propia lactancia", ya que los primeros momentos tras el parto son claves para su buen desarrollo. "Las consecuencias de una separación son importantes, con lo cual si no se puede cambiar, por la seguridad no solo individual sino colectiva, habrá que volver a revincular a la madre con su bebé cuando puedan reunirse. Mientras, debe poder extraerse leche para no tener problemas de ingurgitación u obstrucciones mamarias y mantener la producción láctea".

Estos problemas, con los que se puede encontrar hoy cualquier madre primeriza, se añaden a la dificultad para encontrar apoyo presencial a causa del confinamiento. LactApp, que desde que comenzó el estado de alarma ha llegado a triplicar las consultas recibidas, ha detectado un aumento de las mastitis, una dolencia que pueden sufrir las lactantes a causa de la inflamación de la glándula mamaria. Según Padró, las barreras que se encuentran las mujeres para acudir a grupos de lactancia y al sistema sanitario, así como la falta de información, pueden estar causando que cuadros de síntomas que podrían haberse detectado precozmente, evolucionen y requieran más intervención. Baeza lo constata. Estos días ha visto aumentar "todas las dificultades" habituales: mastitis, dolor, abandono... De la Fuente incide además en que hoy las "madres lactantes están esperando más para consultar cosas que antes plantearían enseguida a su comadrona, su pediatra o su consultora de lactancia. Están aguantando situaciones que no llegaban a evolucionar".

Ante ello, y para evitar que las tasas de lactancia caigan en picado, Baeza reclama facilitar las consultas telefónicas y online. Si no se cuenta con una red de apoyo consistente puede haber consecuencias en términos "de salud física, emocional personal y de salud poblacional". Desde Lactapp, Padró constata que las madres tienen "mucha necesidad de poder preguntar" y, aunque nada sustituye la atención presencial, la tecnología brinda "nuevos espacios colaborativos en los que encontrar información y tranquilidad, así como un contacto estrecho y seguimiento personalizado".

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