El ‘slow fashion’, carretera y manta
Dos jóvenes costureras se proponen recorrer España con una caravana y la costura como hilo conductor
Lorena Heras y Roser Giralt son dos modistas y profesionales de la costura que un buen día, en febrero del año pasado, decidieron sacar la máquina de coser a pasear. Cargaron en una caravana todos sus chirimbolos, máquina incluida, y armadas con todo lo necesario para coser lo que se les pusiera por delante, cogieron carretera y manta. El proyecto que tejieron, La Ruta Dots, respira frescor, vida y futuro. Bautizaron su iniciativa como “costura sostenible en movimiento”. ¿Quién se había atrevido hasta la fecha a maridar esos tres conceptos en una misma salsa?
Una vez instaladas en algún pueblo, barrio, empresa, colegio o asociación, proponen diversas actividades al contratante. Su caravana se puede transformar, por ejemplo, en taller ambulante. Ofrecen un servicio de reparación de ropa porque, como dicen en su web, es mejor reparar antes que comprar. La caravana puede convertirse también en taller creativo de reciclaje textil. Se trata de enseñar a la comunidad cómo reaprovechar materiales en desuso para darles una nueva vida: magia potagia de la buena. ¿Y por qué no debatir sobre la cuestión? Si se las solicita te organizan donde sea un debate en toda regla sobre el consumo de ropa. ¿Te paraste jamás a pensar en las consecuencias de tus compras compulsivas?
Pero ahí no se agotan las posibilidades. Lorena y Roser, que son respectivamente segoviana y catalana, venden además in situ su línea de ropa ética, confeccionada con tejidos sostenibles y/o recuperados. También se pueden comprar sus creaciones en su tienda online. Encontrarás accesorios como bolsos, neceseres, fulares, y las tan socorridas mascarillas para niños y para adultos, así como también ropa en general: chaquetas, pantalones, faldas, sudaderas, camisetas...
También se pueden comprar sus creaciones, accesorios y ropa general, en la tienda online
¿Qué más pueden hacer cuando plantan su caravana las promotoras de La Ruta Dots? Pues pueden instalar allá donde el municipio les mande un “rincón de costura” permanente. ¿Cómo? ¿Cuálo? ¿Verdad que cuando necesitas un libro te vas a la biblioteca pública? Pues aquí funciona el mismo principio: un espacio público donde poder encontrar todo lo que necesites para remendar cualquier pieza de ropa. Y por último, Lorena y Roser se proponen como decoradoras profesionales para que tu pueblo o vecindario luzca sus mejores galas en sus fiestas y todo echando mano de materiales textiles reciclados.
Como bien dicen ellas en su web, cuando llegan a tu comunidad educan en el recuperar, reciclar y reparar; visibilizan una forma de consumo sostenible; reducen residuos textiles en el planeta y facilitan espacios donde compartir economía circular. La bomba, ¿no? Y cuando se van han contagiado su energía en pro del slow fashion; dejan tras de sí herramientas, habilidades y competencias para que otros puedan proseguir la tarea. Cómo me gustaría vivir en España para poder invitarlas a que se dieran un garbeo por mi vecindario.
Hasta la fecha La Ruta Dots no ha podido rodar tanto como ellas hubieran deseado a causa de las limitaciones impuestas por la pandemia. De momento han recorrido tan solo unos cientos de kilómetros, pero sueñan con llegar lejos con su proyecto, en sentido físico y figurado. De momento han integrado dos asociaciones, la Red de Emprendedoras en Movimiento, y la Asociación de Moda sostenible de Madrid y según me cuenta Roser por email gracias a ello se sienten ambas “como dos niñas con zapatos nuevos”. Encuentro muy apropiada la metáfora viniendo de una modista. Y siguen soñando con rodar y rodar para hacer llegar su concepción sostenible de la moda allá donde se las reclame. Y según me cuentan, en un futuro no muy lejano se las va a ver en pasarelas de moda y en platós de televisión. Así que ¡atentos a sus pantallas! La costura sostenible se ha puesto en marcha y no hay ya quien la pare.
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