10 fotosCentinelas de una guerra de intrigas en el EstrechoEn apenas meses, el franquismo fortificó con más de 600 búnkeres toda la costa de Cádiz con planes ofensivos y defensivos en los que participaron los nazisJuan Carlos ToroJesús A. CañasCádiz - 01 ago 2021 - 11:50CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAl franquismo no le fue suficiente con el Castillo de Santa Catalina de Tarifa, levantado en 1928. En 1940 construyó uno de sus búnkeres a los pies de la fortaleza. Una y otra edificación están comunicadas por túneles entre sí. Esta y otras construcciones siguen a la espera de un expediente que las declare BIC prometido por la Junta de Andalucía, aunque la Consejería de Cultura asegura ahora que ya los considera genéricamente como tal.Juan Carlos ToroPara construir las decenas de construcciones militares que se conservan en la Sierra Carbonera —entre La Línea de la Concepción y San Roque—, centenares de prisioneros fueron obligados a desempeñar duros trabajos de excavaciones de túneles, acarreo y voladuras que les costaron la vida. El historiador José Manuel Algarbani estima que pudieron ser más 30.000 los presos y, al menos, 500 los que murieron en los trabajos.Juan Carlos ToroEl grueso de los búnkeres se concentra en las inmediaciones del Peñón de Gibraltar. Desde ahí, se extienden a lo largo de la costa y, en muchos casos, parecen mimetizarse con el entorno, como es el caso de este ubicado en la cala Fuente del Gallo de Conil de la Frontera. La militarización de la costa favoreció que grandes extensiones a pie de mar se librasen del desarrollismo urbanístico de los años 60 y 70.Juan Carlos ToroEl sistema de Fortificación de la Frontera Sur ideado por el franquismo en 1939 nació prácticamente muerto. Aunque los nazis contaron con ellos para sus planes de invadir Gibraltar, nunca se abrió fuego desde ellos ni participaron en contienda alguna. Desde entonces, languidecen como megalitos olvidados en la costa, como éste ubicado en la Punta del Boquerón en San Fernando, Cádiz.Juan Carlos ToroLa mayoría de los búnkeres gaditanos, como este de Atlanterra, no tienen uso y están abandonados desde unos pocos años después de su construcción. Integrados en el paisaje, a veces sirven como espacios de usos improvisados: como trampolín para lanzarse al mar, para hacer yoga, tomar el sol o para tomar fotografías.Juan Carlos ToroEl sistema de búnkeres del Estrecho estaba planteado en diferentes líneas, en función de su cercanía a la costa. Los de la Sierra Carbonera (La Línea, Cádiz) tienen capacidad de observación, puesto de mando y también para abrir fuego contra el enemigo en distancias más cortas. Desde ellos, se aprecia la Bahía de Algeciras, lugar de encuentro de espías e intrigas de uno y otro bando durante la Segunda Guerra Mundial.Juan Carlos ToroLa Línea de la Concepción puede presumir de ser la ciudad que más búnkeres tiene dentro de su superficie urbana. Muchos se levantaron sobre baterías levantadas durante el siglo XVIII, cuando Gibraltar pasó bajo dominio británico, y derruidas en el XIX. Volver a construir esas edificaciones amenazantes que miraban al Peñón fue algo más que una apuesta defensiva y pretendían amedrentar a la colonia y servir para una posible toma de la Roca.Juan Carlos ToroLa vista cenital del búnker de Atlanterra, en Tarifa, muestra el indudable potencial paisajístico y turístico que tienen estas edificaciones. Aunque hoy están sin uso y enredadas en una maraña burocrática de titularidades y pocos usos compatibles. Historiadores y expertos locales apuestan por su protección y recuperación como lugares visitables donde se reseñe su valor para la Memoria Histórica y el papel de la zona en la Segunda Guerra Mundial.Juan Carlos ToroEl técnico de Turismo del Ayuntamiento de San Roque, Carlos Jordan, recorre el túnel que atraviesa de extremo a extremo la Sierra Carbonera, entre San Roque y La Línea. Tiene anchura y capacidad como para que un vehículo tipo Jeep militar lo recorra y fue excavado por parte de los 30.000 prisioneros que trabajaron en la provincia. Uno de ellos, Gabriel Riera, recuerda las calamidades y hambre que atravesaron y que llevó a algunos a morir de inanición o envenenados.Juan Carlos ToroCarlos Jordan, técnico municipal de Turismo de San Roque, organiza visitas guiadas previa petición para conocer los más de 180 búnkeres que hay en su término municipal, además de algunos de la vecina La Línea. Sin embargo, el experto cree que las edificaciones tienen suficiente atractivo y valor histórico como para nutrir mayor cantidad de visitas y recorridos turísticos.Juan Carlos Toro