Schwarzenegger y el alienígena
Un edificio con ventosas, terrazas con vistas, buena comida y un reloj musical La segunda ciudad de Austria, cuna del famoso actor, sorprende por sus propuestas arquitectónicas y culturales
Antigua residencia de los Habsburgo, la segunda ciudad austriaca por población (250.000 habitantes) podría haber terminado siendo un anónimo enclave centroeuropeo más. Pero su amplia oferta cultural, la gastronomía de la región de Estiria, de la que es capital, junto con la capitalidad cultural europea que la animó en 2003, y el más reciente nombramiento como Ciudad del Diseño de la Unesco, la han convertido en competencia de Viena o Salzburgo, la Austria más típica.
9.30 Sobre los tejados
Desayunar en la cafetería de los grandes almacenes Kastner & Öhler (1) (Sackstraße, 7) es una de las mejores opciones para comenzar el día. Ubicada en el último piso, este espacio fue creado por los arquitectos españoles Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, responsables de la renovación de estos clásicos grandes almacenes. En primavera y verano cuenta con una terraza descubierta que ofrece una panorámica sobre los tejados de la ciudad y las mejores vistas del castillo y la Torre del Reloj, símbolo de Graz. A pocos metros de aquí se llega a la plaza central o Hauptplatz (2), donde está el ayuntamiento y la oficina de turismo.
Aquí arranca también la calle principal, Herrengasse, donde está ubicada la Armería (3) (en alemán, Landeszeughaus), el museo más original de la ciudad. Construida en el siglo XVII, este recinto fue un verdadero almacén de armas, y sus más de 32.000 objetos están dispuestos en la forma original. En el número 23 de esta misma calle, la iglesia Stadtpfarrkirche (4) se ha hecho famosa porque aparecen las caras de Hitler y Mussolini en una de sus vidrieras, del artista Birkle, cuya obra fue considerada “arte degenerado” en la época del nacionalsocialismo.
11.00 Mercado de los campesinos
Ubicado a pocas manzanas de Herrengasse, se celebra el mercado campesino de Graz o Kaiser-Josef-Markt (5), que se desarrolla desde primera hora de la mañana hasta el mediodía. Estiria, el Estado cuya capital es Graz, es conocida por ser la región gastronómica por excelencia de Austria. Y este mercado, además de pintoresco, es un lugar perfecto para comprar productos regionales como el famoso aceite de pipas de girasol, una auténtica delicia y souvenir típico; y diferentes tipos de manzanas o vinos locales, preferentemente blancos.
12.00 Un día histórico de 1906
En esta plaza se encuentra también la ópera de Graz, en la que Richard Strauss dirigió el 16 de mayo de 1906 su ópera Salomé, que se había estrenado en Dresde cinco meses antes. Pero el estreno austriaco en Graz de este “espectáculo bíblico ultradisonante”, como califica a la genial obra el crítico Alex Ross en su libro El ruido eterno, fue histórico. De hecho, Ross empieza su libro en ese día, cuando se reunieron en Graz, como espectadores de una representación musical que anunciaba una nueva era, Puccini, Alma y Gustav Mahler, Schoenberg, Alban Berg y, posiblemente, el propio Hitler, que se jactaba de haber estado allí con 17 años, aunque no se ha podido comprobar. Hoy el recinto ofrece una programación que mezcla ópera clásica con musicales comerciales.
Desde este teatro, a través de unas calles empinadas, se llega a lo que los locales llaman la Corona de Graz. Es una zona elevada donde se ubican la catedral (6), de estilo gótico y muebles barrocos, cuya visita es interesante y gratuita; el Mausoleo (7), de estilo italiano, donde reposa el emperador Fernando II, y la antigua residencia de los Habsburgo (8), que se comenzó a construir en el siglo XV y donde es típico visitar la doble escalera de caracol, única en su género. A su lado, el Stadtpark (9) o parque de la ciudad es perfecto para sentarse a comer y descansar en los días de primavera y verano.
14.00 La pista de los Habsburgo
Descendiendo de la zona noble de la ciudad por la calle Hofgasse, nos encontramos la pastelería Edegger-Tax (10) (Hofgasse, 6), antigua proveedora de los Habsburgo, como demuestra el enorme y dorado escudo imperial de su puerta. El casco antiguo de Graz está lleno de callejuelas, plazas y pasadizos. Una plaza muy popular es la Glockenspielplatz (11) o plaza del campanario, donde un carillón que data de 1905 toca tres veces al día varias melodías mientras unas figuras típicas realizan un pequeño show. A las tres de la tarde es una de las oportunidades para contemplarlo; la siguiente es a las seis de la tarde. Enfrente se localiza un comercio muy interesante para hacerse con souvenirs gastronómicos de la región, Vom Fass (12) (Glockenspielplatz, 7). Muy cerca también se puede encontrar una auténtica tasca-tienda y bistró austriaco, Delikatessen Frankowitsch (13) (Stempfergasse, 2-4), perfecto para tomar un prosecco o un vino blanco con tapas de productos típicos de Estiria.
15.30 Hora de museos
Graz, que fue capital cultural europea en 2003, tiene una oferta muy amplia para una ciudad de su tamaño. La mayoría de los recintos forman parte del Universalmuseum Joanneum, cuya sede central está a dos manzanas de Herrengasse y el ayuntamiento. En su sede central, también reformada por Nieto y Sobejano, se ubica la Neue Galerie (14) (Kalchberggasse, s/n), con una interesante colección de arte contemporáneo de Austria y países vecinos. Pero el recinto más visitado es el Kunsthaus (15) (Lendkai, 1), el museo de arte moderno cuya arquitectura biomórfica rompe con la estética tradicional de la ciudad. Lo llaman el “alienígena amable”. El edificio es obra de los arquitectos londinenses Peter Cook y Colin Fournier y su cambiante fachada tecnológica fue creada por los berlineses realities:united (el estudio de diseño fundado por Tim y Jan Edler). El espacio es un legado de la capitalidad cultural europea y símbolo del título de Ciudad del Diseño recibido por la ONU.
Muy cerca está situado el Murinsel (16), una atractiva estructura-puente levantada en medio del río Mur, concebida por el artista neoyorquino Vito Acconci, donde la gente se sienta en la cafetería para relajarse con las vistas y el ruido del río.
19.00 Anochecer en el Schlossberg
Ninguna visita a Graz está completa sin subir a la colina del castillo o Schlossberg (17), bien sea en ascensor, en funicular o caminando. Además de visitar el castillo y contemplar la Torre del Reloj, por la que los grazburgueses pagaron a Napoleón un impuesto para evitar su derribo, es habitual hacerlo con una botella de vino local o unas cervezas, para ver el anochecer y los tejados de la ciudad, especialmente en primavera o verano. Posiblemente haya pasado aquí más de una puesta de sol Arnold Schwarzenegger, que nació a dos kilómetros de Graz.
El Aiola Upstairs (18) (Schloßberg, 2) es una interesante opción en Schlossberg para cenar, aunque limitada a viajeros con presupuesto holgado. Descendiendo a la ciudad, Der Steirer (19) (Belgiergasse, 1) es el restaurante de moda, con muy buena relación calidad/precio y una tienda delicatessen abierta hasta medianoche. El vecino hotel Das Weitzer (Grieskai, 12-16) también ofrece cenas y copas en un antiguo hotel de lujo reconvertido en hotel-diseño de una cadena hotelera familiar de la ciudad.
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