Molletes de Écija

Al paso por la A-IV, el desvío merece la pena. En el centro de Écija y con la misma actividad de siempre se encuentra este hotel con bar y restaurante que acumula años de historia. Un local fundado por Pepe Pirula que mantiene sus antiguas resonancias taurinas. Su restaurante, con terraza a ras de la calle, que goza de gran reputación en la zona, dispone de una carta que cambia según la temporada. No faltan platos tradicionales como el arroz caldoso con perdiz, la cola de toro, la cazuela de espárragos trigueros, las patatas a lo pobre, el bacalao de la casa con pimientos verdes, además del salmorejo y el gazpacho, entre otras especialidades, incluidas algunas tartas caseras.

Pero su gran atractivo gastronómico se concentra en la barra del bar donde se sirven desayunos y meriendas más que estimulantes. El secreto no es otro que los famosos molletes de Écija, los mejores de Andalucía, que elaboran dos panaderías del pueblo, La Conchi y Armesto, ambos con arreglo a métodos tradicionales perfeccionados a lo largo de tres generaciones. Panecillos densos, pero de masa blanda y mullida, ligeramente ácidos y con un sabor delicioso. Se elaboran con masa madre, y el amasado es tan líquido, que los panaderos han de manejarlo con cazos.

Manteca ‘colorá’

 Con estas piezas excepcionales, los desayunos en este bar cobran un valor insólito. Se sirven calientes, recién tostados, untados con manteca colorá, manteca de jamón, o bien, rellenos con jamón ibérico, o rociados con aceite virgen extra de la zona. Y si se trata de merendar, bañados con aceite y azúcar.

Molletes que tienen expuestos en una vitrina a la entrada, que venden para llevar junto a unas reputadas tortas de manteca que elaboran ambas panaderías. También se venden online en una web (www.hechoenandalucia.net) que presume de colocar sus productos en cualquier lugar de España en menos de 24 horas.