10 escaleras muy viajeras

Escaleras hay muchas por todas partes, pero algunas son muy especiales para el viajero. Divertidas o solemnes; para bajar o para subir; espirales embrujadas o incluso escaleras calendario. Proponemos diez muy interesantes que se pueden visitar.

01 Escalones del horror

CASA DE LOS ESCLAVOS (ISLA DE GORÉE, SENEGAL)

Nunca hubo mayor diferencia entre el destino de los de un lado y otro de la escalera. En una isla azotada por el Atlántico, junto a Dakar, los sencillos escalones de una casa colonial holandesa, hoy en ruinas, separaban a los comerciantes de los esclavos. Los primeros miraban abajo desde su privilegiada posición y elegían a los hombres, mujeres y niños encarcelados (los hacinaban de veinte en veinte en celdas de 2,6 metros cuadrados) que serían embarcados para ser esclavizados en tierras extranjeras. Desde las entrañas oscuras y fétidas del edificio llevaban a los custodiados por un pasillo directamente hasta el océano: “la puerta del no retorno”.

La casa fue construida en 1784 por un afro-francés, con dos zonas completamente distintas y separadas: en la planta superior, todos los lujos y comodidades para la acaudalada familia del traficante de esclavos; en los tétricos sótanos, el mayor de los horrores para los miles de mujeres, niños y hombres que esperaban su suerte encadenados. Cuando iban a ser subastados salían a las escalinatas exteriores donde eran expuestos como animales. En la parte superior hay un balcón desde el que los tratantes acordaban en el precio de cada pieza.

La isla de Gorée fue declarada patrimonio mundial por la Unesco en 1978. Descubierta por los portugueses en 1444, fue durante más de tres siglos el más importante mercado de venta de esclavos rumbo a América. Actualmente se puede visitar virtualmente. Los museos y sitios de interés de Gorée cierran los lunes.

02 Escalones cinematográficos

ESCALERAS POTEMKIN (ODESSA, UCRANIA)

Si hay escalones que puedan presumir de icono cinematográfico son, sin duda, estos. La Escalera Potemkin, impasible, descienden desde las grandes plazas de la autoproclamada Ciudad de los héroes hasta el puerto de Odessa, en el mar Negro. Se podría decir que Potiómkinskaya léstnitsa es una escalinata pública que conecta el casco antiguo con la zona portuaria, pero es mucho más: es un símbolo de la ciudad. En 1905, una batalla entre zaristas y marineros amotinados asoló la ciudad ucraniana; la película muda El acorazado Potemkin, de S. M. Eisenstein, ubicó aquí la recreación de la muerte y la devastación. Las imágenes en movimiento en blanco y negro de cuerpos cayendo y bebés retorciéndose son un momento clave en la historia cinematográfica. Esas imágenes han servido de inspiración para otras muchas escenas en escaleras similares; ¿quién no recuerda Los intocables de Eliot Ness…?

Para los que la contemplan por primera vez es una ilusión óptica: vistos desde abajo, los 192 escalones parecen alargarse en una peculiar perspectiva arquitectónica. La escalera de estilo italianizante como tantos otros edificios de la época zarista tiene 142 metros de longitud y 27 de altura, con 10 descansillos y peldaños de diferente longitud: los de la parte baja miden 21,7 metros mientras que los escalones superiores se estrechan hasta 13,4 metros. Es la forma de conseguir una perspectiva forzada como una ilusión óptica; desde abajo sólo se ven los escalones (no los descansillos), pero si se mira desde arriba se ven los descansillos pero no los escalones. En la parte alta la escalera desemboca en una pequeña plaza sobre el bulevar Primorsky.

Odessa está a siete u ocho horas en autobús de la capital ucraniana, Kiev. En tren el trayecto es algo más largo, entre9 y 12 horas, aproximadamente.

03 Escalones multinacionales

PLAZA DE ESPAÑA (ROMA)

Estamos ante una escalera española que sube a una iglesia francesa en la capital italiana, flanqueada por el lecho de muerte de un poeta inglés; 137 peldaños que datan del siglo XVIII y siempre han sido un buen lugar para el intercambio cultural. La majestuosa plaza de España se llena de vendedores de todo el mundo y de turistas que tiran monedas a la fuente Barcaccia, se asoman a la casa de Keats-Shelley (el último lugar en el que vivió Keats, ahora convertido en un museo), suben a la espléndida iglesia renacentista de la Trinità dei Monti o sencillamente se sientan en los escalones a descansar y ver pasar a la gente. La plaza toma su nombre de la embajada española ante la Santa Sede, aunque quienes la financiaron fueron los franceses en 1725. Para los que estén cansados de subir por la empinada escalinata, hay un ascensor hasta arriba desde la estación de metro Spagna.

Cuidado con sentarse y sacar el bocadillo: comer en estas excepcionales escaleras está prohibido. La casa de Keats-Shelley abre de lunes a sábado (entrada 4 euros) y está dedicada a los malogrados poetas románticos, con poemas, cartas y objetos de Keats, Shelley, Byron y sus compañeros. La época más bonita para sacar fotografías es la primavera, cuando los romanos decoran los escalones con azaleas rosas.

04 Escalones de sonrisas y lágrimas

JARDINES DE MIRABELL (SALZBURGO, AUSTRIA)

Venus, Vesta, Minerva, Juno… y también Liesl, Marta y Fraulein Maria: todas estas mujeres presiden este magnífico jardín barroco austriaco, al menos en espíritu. Las estatuas de dioses y diosas se mezclan con lechos florales en este parque elegantemente diseñado, pero la magia y el recuerdo de la película Sonrisas y lágrimas guía a las aspirantes a Julie Andrews hasta la escalerita color crema del Mirabell para recrear el Do-Re-Mi de los hermanos Von Trapp. Y después de saltar los peldaños cantando, lo mejor es perderse entre el laberinto de setos y visitar el Jardín de los Enanos, unas grotescas estatuas del siglo XVIII y de cuestionable gusto que supuestamente están inspiradas en personas reales.

El castillo y sus jardines fueron construidos en 1606 por Wolf Dietrich para impresionar a su amante Salomé Alt, quien dio al príncipe-arzobispo unos quince hijos. Después, en 1721, el palacio se remodeló en estilo barroco.

Los jardines abren todo el año (desde las 6.00 al atardecer); en verano, rebosa de flores. La visita a los jardines es gratuita. Para ver el palacio hay que esperar a que se celebre algún concierto en el sublime Marmorsaal (Salón del Mármol).

05 Escalones al infinito

ESCALERA A LA LUNA (BROOME, AUSTRALIA)

Cuando la luna llena se alza sobre las marismas brillantes de Roebuck Bay surge una puerta hacia el cielo... Al menos es lo que parece cuando el resplandor reflejado en la orilla de la marea baja brilla dibujando una aparente escalera al infinito. Los mejores lugares para apreciar esta ilusión óptica están en Roebuck Bay, Broome, Cooke Point (Puerto Hedland), Lookout (Cossak), Sunrise Beach (Onslow) y Hearson’s Cove, cerca de Karratha.

Ocurre tres noches al mes, entre marzo y octubre. Y mientras la luna llena alimenta la ilusión de los espectadores, la bahía sacia a otros visitantes: 150.000 aves convierten la playa de Roebuck cada año en una de las pajareras más importantes del mundo. Es una parada vital para cientos de especies migratorias, algunas de las cuales viajan más de 12.000 kilómetros.

Broome está en Kimberley, Western Australia, a 2.415 kilómetros al norte de Perth. Es la última frontera del país-continente, una tierra salvaje y espectacular de distancias enormes y llanuras salpicadas de baobabs. Terreno de aventureros, aborígenes y buscadores de perlas. La ciudad está en la Península de Dampier, donde la tierra roja se disuelve en el color aguamarina del océano Índico. El Broome Bird Observatory ofrece circuitos y una gran variedad de alojamientos.

06 Escalones espirituales

‘GHATS’ SAGRADOS DE BENARÉS (INDIA)

Devotos que recitan pujas (oraciones), niños que lanzan pelotas de críquet, ancianos que mastican buyo y señoras que lavan saris brillantes: en los ghats de Benarés (la antigua Varanasi), series de unos ochenta peldaños que bajan hasta las sagradas aguas del río Ganges, se desarrolla la vida de la ciudad más santa del hinduismo. Los escalones (tal vez los más espirituales del planeta) llevan a los bañistas al agua, conducen a palacios y templos y son escenario de fiestas multitudinarias. Pero también allí acaba la vida: algunos ghats son lugares solemnes, reservados a funerales en los que los cuerpos arden en piras de madera; una escena macabra, pero que representa la despedida hinduista más prometedora al fallecido.

Hay unos ochenta ghats, pero el principal grupo va desde el Assi Ghat, cerca de la universidad, hasta el Raj Ghat, en el norte, cerca del puente de automóviles y trenes. El principal (relacionado con los muertos) es el ghat de Manikarnika, donde se suelen ver procesiones funerarias abriéndose paso por las calles aledañas.

Los barqueros ofrecen circuitos (hay que regatear) por los ghats. Los mejores momentos son el atardecer, cuando se celebra la principal ganga aarti (ceremonia de adoración al río), y el amanecer, cuando el río está bañado por una tenue y dorada luz y los peregrinos llegan para la puja matutina.

07 Escalones divinos

EL CASTILLO (CHICHÉN ITZÁ, MÉXICO)

Los mayas no concebían un sobrio y sencillo calendario de mesa sobrio; preferían enormes dispositivos, un tanto pretenciosos, para medir el tiempo astronómico. Como el templo de Kukulcán, llamado el Castillo, una pirámide escalonada de 24 metros de altura coronada por un templo en la mexicana jungla de Yucatán. Con un total de 365 peldaños –uno por cada día del año– en sus cuatro lados es, en realidad, un diario en piedra que revela su verdadera condición todos los equinoccios: el cálculo perfecto de su tamaño, inclinación y orientación hace que el sol arroje, en ese momento, un rayo de luz sinuosa sobre la escalera, como una serpiente que se desliza hacia la cima. Es la famosa serpiente emplumada, que representa al dios Quetzalcóatl (Kukulcán en maya)

El templo de Kukulcán domina el yacimiento arqueológico de Chichén Itzá, declarado patrimonio mundial y considerado como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. En los días de equinoccio (entre el 20 y 21 de marzo y 22 y 23 de septiembre) está abarrotado de visitantes, pero en las semanas anterior y posterior el fenómeno es muy similar.

08 Escalones para Rocky Balboa

PHILADELPHIA MUSEUM OF ARTS (EE UU)

Como una metáfora del triunfo del desvalido, el tramo de escaleras que sube hasta la entrada al museo de Arte de Filadelfia fue inmortalizado por un esforzado Sylvester Stallone. La famosa escena de los Rocky Steps (como ya conoce todo el mundo a estas escaleras) se ha convertido en un icono cultural.

Y desde que Rocky Balboa sudara el chándal subiendo estos peldaños para saltar y levantar los puños después, legiones de fans le imitan. Tras la carrera hay que disfrutar de los rascacielos y entrar al museo, porque alberga una de las mejores colecciones de Estados Unidos. Para ver a Stallone como su mítico personaje en forma de estatua de bronce hay que quedarse abajo, y además es gratis. La estatua fue patrocinada en 1982 por el propio Stallone para la promoción de Rocky III y el entonces alcalde de la ciudad declaró que nadie había hecho más por la imagen de la ciudad desde Benjamín Franklin.

Por su situación, al final del Parque Franklin, el museo (abierto de martes a domingo; entrada 11,50 euros) y sus famosas escaleras sirven como telón de fondo para muchos conciertos y desfiles.

09 Escalones de vértigo

ESCALERA INCA (HUAYNA PICCHU, PERÚ)

Las normativas sobre salud y seguridad no perturbaban a los incas. Aunque su perfecta ingeniería sin argamasa fuese genial en muchos sentidos, los ancestrales escalones de piedra que serpentean por las laderas del Huayna Picchu –puntiaguda cima de 2.700 metros que aparece, de fondo, en casi todas las postales de Machu Picchu– son exclusivamente para los más osados. Algunos tramos son casi verticales y hay peldaños que se estrechan sin pendiente, con caídas a un abismo. Trepar por el empinado camino lleva entre 40 minutos y hora y media, y resulta un esfuerzo espeluznante llegar hasta la cima, elevada 350 metros sobre las ruinas del santuario. La recompensa son las mejores vistas de la ciudad perdida de los incas.

A lo largo del camino de subida al Huayna Picchu sale otro sendero que desciende hacia la izquierda; a través de escaleras y de una cueva que sobresale llega al pequeño templo de la Luna, desde donde se puede subir también a la cima del Huayna Picchu por una ruta más larga (dos horas).

Solo se conceden 400 permisos al día para subir al Huayna Picchu. Se recomienda entrar en el santuario de Machu Picchu al amanecer y hacer cola desde principio. Cuando llueve, los escalones se vuelven peligrosamente resbaladizos.

10 Escalones reales

TULIP STAIRS (LONDRES, REINO UNIDO)

Esta espiral escalonada de floreada balaustrada de hierro se hizo para una reina que no vivió para subirla. Es una de las piezas originales que quedan en la Casa de la Reina de Greenwich (Queen’s House), también llamada en su día casa de las delicias. Se inició a principios del siglo XVII para la esposa de Jacobo I y la diseñó Inigo Jones, arquitecto británico que, inspirado en sus recientes escapadas europeas, quiso ser el primero en crear una escalera de caracol geométrica sin soporte auxiliar en su país. Ahora la intriga respecto a la escalinata es más sobrenatural que estructural: una fotografía borrosa de la década de 1960 mostraba a una figura fantasmal en la escalera. ¿Un escalador embrujado? ¿Una mala toma? El misterio sigue ahí.

La Casa de la Reina es una galería de arte del National Maritime Museum, abre todos los días de 10.00 a 17.00 y cuenta con una colección de obras de Turner, Holbein, Hogarth y Gainsborough, entre otros, así como pinturas y retratos de temática marinera.

Más información en la guía Lonely Planet 1000 lugares únicos y en www.lonelyplanet.es