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Los países menos visitados del mundo

Lugares donde no toparnos con una legión de turistas y esquivar la masificación

Vendedor de camellos en un mercado de la ciudad de Hargeisa, en Somalia.
Vendedor de camellos en un mercado de la ciudad de Hargeisa, en Somalia.corbis

No es fácil encontrar lugares en el mundo donde no toparnos con una legión de turistas. Están por todas partes y cada vez resulta más complicado esquivarlas: 1.138 millones de personas viajaron por el planeta en 2014, según la OMT. Afortunadamente, también hay estadísticas oficiales que ofrece pistas clave para no cruzarnos con marabuntas armadas con smartphones y cámaras fotográficas: existen 15 países que reciben menos de 75.000 visitantes al año, muy lejos de los casi 80 millones de viajeros anuales que recibe Francia, el país más turístico del mundo. A continuación escogemos doce de ellos, en los que seguro no te encontrarás a tu vecino o a tu cuñado en la tumbona de al lado.

01 ¿Paraíso o pesadilla?

NAURU

Vista nocturna de la playa de Anibaren, en la insular República de Nauru, en el océano Pacífico.
Vista nocturna de la playa de Anibaren, en la insular República de Nauru, en el océano Pacífico.Matthieu Paley

A pesar de ser una isla minúscula en medio del Pacífico (solo tiene 21 kilómetros cuadrados), Nauru aparece en muchos rankings de destinos. Hay dos motivos: es la república más pequeña del mundo y también el país menos visitado: apenas 200 turistas al año. La verdad es que estos doscientos aventureros tienen bastante mérito porque no es fácil llegar hasta aquí (solo una compañía aérea ofrece servicio hasta la isla y conseguir el visado es una odisea) y tampoco hay mucho que ver: la mayoría de la isla es una gran mina de fosfato a cielo abierto.

Si a pesar de todo nos empeñamos en ir, podremos visitar las playas que rodean la isla y disfrutar de arrecifes de coral perfectos para el buceo y la pesca. El país solo tiene 10.000 habitantes, el desempleo es enorme y prácticamente no hay vida nocturna. Se puede elegir entre dos hoteles: uno más correcto, en la playa, y otro en la ciudad que actúa como capital, Yaren, donde incluso hay un cibercafé junto a la estación de policía.

02 Para amantes de emociones fuertes

SOMALIA

Caravana de camellos en una aldea cercana a Belet Weyne, en el desierto de Somalia.
Caravana de camellos en una aldea cercana a Belet Weyne, en el desierto de Somalia.Kevin Fleming

No hay estadísticas fiables, pero se calcula que menos de 500 visitantes llegan a Somalia cada año. La guerra, el desgobierno, la violencia de los extremistas musulmanes, la sharia… Resulta difícil sumar más puntos en contra. A pesar de todo, hay quien vislumbra algunos síntomas positivos: Mogadiscio, la capital, es ahora relativamente segura y hay empresas que están prosperando. Turkish Airlines incluso cuenta con una ruta de dos vuelos directos semanales desde Estambul.

Quienes se aventuren a visitar este país del Cuerno de África podrán ir a la playa a las afueras de Mogadiscio o visitar el mercado Bakaara, donde incluso te puedes comprar tu propio semi-auténtico pasaporte somalí. Pero hay que tener algo muy claro antes de ir: este es un destino solo para amantes del riesgo muy, muy viajados.

03 Un país casi bajo el agua

TUVALU

La isla de Funafuti (Tuvalu), en el Pacífico, vista desde el aire.
La isla de Funafuti (Tuvalu), en el Pacífico, vista desde el aire.Ashley Cooper

Hay pocos turistas que hayan oído hablar de Tuvalu, un estado del Pacífico que solo aparece en los periódicos cuando se habla de los países que desaparecerán del mapa si el nivel del mar sigue subiendo como consecuencia del calentamiento global. Esta isla completamente plana será la primera en sumergirse, así que habrá de darse prisa si queremos visitarla. El Gobierno ya está estudiando la compra de tierras en otros lugares para trasladar a su población. En realidad, Tuvalu está formado por cuatro arrecifes de coral y cinco atolones que suman un área total de unos 25 kilómetros cuadrados y solo 11.800 habitantes. Las islas más cercanas son Kribati, Samoa y Fiyi.

Cada año recibe menos de 1.200 visitantes, la mayor parte consultores, trabajadores de ONG y funcionarios. Y es que no hay rutas fáciles para llegar en avión, aunque se puede alcanzar desde otras islas del Pacífico en velero. Como escala no está mal, si lo que queremos es hacernos la foto típica en plan Robinsón: en una isla de playas desiertas con palmeras, lo único que podemos esperar en una nación tan plana.

04 El gran atolón

KIRIBATI

Una canoa navegando a vela en las aguas de Tabituea, en Kiribati.
Una canoa navegando a vela en las aguas de Tabituea, en Kiribati.George Steinmetz

Algunos turistas más recibe su (relativamente) país vecino, el archipiélago de Kiribati: unos 5.000 al año. Es el atolón más grande del mundo aunque suele ser noticia por ser el primer lugar habitado del mundo en recibir el año nuevo. Como destino, lo más atractivo es el snorkel y el buceo, la pesca y los deportes acuáticos. En total tiene 811 kilómetros cuadrados de terreno, pero sus 33 atolones están tan dispersos que se tardan seis horas en volar desde el más oriental al más occidental.

También está en riesgo de desaparecer por el cambio climático y la subida del nivel del mar y ya se está planificando el traslado de su población a las vecinas islas Fiyi. Mientras, los escasos turistas disfrutan de sus playas blancas (más de 1.000 kilómetros de costa), los fondos para practicar el buceo y los vestigios de la II Guerra Mundial, en la que fue enclave estratégico de la defensa japonesa.

05 Buceo en las antiguas colonias

ISLAS MARSHALL

Buceo entre tiburones grises en el atolón Bikini, en las islas Marshall.
Buceo entre tiburones grises en el atolón Bikini, en las islas Marshall.Doug Perrine

Estas islas del Pacífico fueron españolas en otro tiempo: las descubrió el navegante Alonso de Salazar en 1526 y estuvieron bajo dominio de la corona hasta finales del siglo XIX. Después pasaron a manos alemanas, inglesas y estadounidenses, país con el que mantiene actualmente un pacto de libre asociación.

De allí proceden, precisamente, la mayor parte de los 5.000 visitantes anuales, aunque el turista no tiene mucho que hacer además de practicar la pesca submarina o el buceo en atolones exteriores. El país está formado por 1.152 islas de las que 34 son atolones y 870 arrecifes. El resto son pequeños islotes.

06 En busca de nuestra historia

GUINEA ECUATORIAL

Dos excursionistas acampadas en la isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial.
Dos excursionistas acampadas en la isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial.Corbis

A los españoles nos resulta familiar pero es uno de los países menos turísticos del mundo (menos de 6.000 visitantes al año). El infierno burocrático que requiere entrar tiene buena parte de culpa, pero también la situación política y de corrupción generalizada que vive el país. Eso sí, los españoles encontramos todavía ciertas referencias de nuestro pasado común.

No es un destino de vacaciones, pero Guinea tiene recursos muy interesantes: playas paradisíacas absolutamente vacías y naturaleza en estado salvaje, como la del Parque Nacional de Monte Alén, en la cadena montañosa de Nefang. Solo los estadounidenses pueden entrar sin visado.

07 A la búsqueda del turista

TURKMENISTÁN

Mausoleo de Sultan Sanjar, en la antigua ciudad de Merv, uno de los enclaves de la histórica Ruta de la Seda en la actual Turkmenistán.
Mausoleo de Sultan Sanjar, en la antigua ciudad de Merv, uno de los enclaves de la histórica Ruta de la Seda en la actual Turkmenistán.Corbis

Turkmenistán está rodeado por el mar Caspio, Irán, Kazajistán, Uzbekistán y Afganistán. En su mayor parte es desierto, pero sorprende con una capital, Asjabad, que, a modo de oasis urbano de lujo, es el resultado de las enormes reservas de gas natural que se esconden bajo esta tierra (es la quinta reserva mundial).

Se trata del segundo país más surrealista del mundo después, por supuesto, de Corea del Norte, con el que comparte el obsesivo culto a la personalidad de su líder y el figurar en la lista de países más cerrados del mundo. Unos 10.000 turistas llegan hasta aquí cada año, aunque la administración lleva tiempo desarrollando una búsqueda activa de nuevos visitantes. Aunque para viajar a este enorme espacio de Asia Central hay que tener mucha curiosidad, no hay que perderlo de vista: es un país en auge y, como destino, comienza a ponerse de moda.

Por este territorio discurría la Ruta de la Seda y cuenta con verdaderas joyas declaradas patrimonio mundial como las antiguas ciudades de Merv y Kunya-Urgench, o las ruinas de las fortalezas partas de Nisa. Los más aventureros pueden acercarse a La Puerta al Infierno, apodo que recibe el cráter ardiente de Darvaza, literalmente en el medio del desierto de Karakum. Un fuego abrasador arde el interior del pozo desde hace décadas, en un incendio que parece no tener fin. No es obra de la naturaleza, sino del inesperado resultado de una prospección minera soviética llevada a cabo en la década de 1970 que, al toparse con una caverna subterránea, provocó el desmoronamiento de la excavación.

08 Un país ‘00’

SANTO TOMÉ Y PRÍNCIPE

Playa del resort Club Santana, en la isla de Santo Tomé, en Santo Tomé y Príncipe.
Playa del resort Club Santana, en la isla de Santo Tomé, en Santo Tomé y Príncipe.Antonino Bartuccio

Este diminuto archipiélago africano es también un destino emergente aunque muy pocos se acuerdan de él a la hora de pensar en sus vacaciones (recibe menos de 10.000 turistas al año). Remoto y desconocido, garantiza a cambio un aire de paraíso terrenal. Además, presume de estar en el centro del mundo, y es verdad: está atravesado por la línea imaginaria del Ecuador y muy cerca del meridiano de Greenwich (de ahí lo de país 00): es el punto más próximo a la posición Latitud 0º Longitud 0º.

También es el país más pequeño de África después de las islas Seychelles, pero hay más: desde un parque nacional muy recomendable, el Obo, repartido entre sus dos islas mayores y con una extraordinaria vegetación primitiva y perfecto para los amantes de las caminatas, hasta playas de postal casi vírgenes, rincones perfectos para el buceo en los islotes menores, plantaciones de cacao de la época de dominio portugués y un chocolate que figura entre los mejores del mundo.

09 Las islas de la luna

COMORAS

Panorámica de Galawa Beach, en las islas Comoras, al norte del canal de Mozambique.
Panorámica de Galawa Beach, en las islas Comoras, al norte del canal de Mozambique.Robert van der Hilst

Otro de los países olvidados a la hora de hacer la lista de deseos viajeros es el archipiélago de las Comoras. Es un estado independiente situado al norte al canal de Mozambique, entre la costa este del continente africano y Madagascar, y formado por cuatro islas: Gran Comoros (N’Gazidja), Mohéli (Mwali), Anjouan (Ndzuwani) y Mayotte, aunque esta última es un departamento francés (que Comoras reclama históricamente. Se conocen como las islas de la Luna por su similitud con la superficie de satélite terrestre: lava petrificada que cae sobre las playas de arena blanca.

Como es de imaginar, aquí el tiempo parece detenido, con playas de lo más auténtico, gentes que conservan sus costumbres y, sobre todo, mucha tranquilidad (solo llegan hasta aquí 15.000 visitantes al año). Un lugar para relajarse e ir sin prisas porque, aparte de comer buen marisco y recorrer las islas, alguna prácticamente salvaje, no hay mucho más que hacer. Sí merece la pena visitar el barrio árabe de la capital, Moroni, contemplar el mayor cráter activo del mundo, el Karthala (2.361 metros), en la isla de N’Gazidja, fotografiar las numerosas cascadas de Nzwani o bucear en el cinturón de corales de Maore (Mayotte).

10 Un viaje que debe esperar

AFGANISTÁN

Espacio excavado en la roca donde se levantaba la gran estatua de Buda de Bamiyan, en Afganistán, destruida por el régimen talibán en 2001.
Espacio excavado en la roca donde se levantaba la gran estatua de Buda de Bamiyan, en Afganistán, destruida por el régimen talibán en 2001.Corbis

Este puesto le correspondería a Afganistán, país que, por razones obvias, nos saltamos en este ranking, a pesar de que casi 20.000 personas de todo el mundo se atreven a visitarlo cada año, y que en otro tiempo fue la gran meca de los hippies europeos en su periplo terrestre hacia India. De eso hace mucho. Tal vez haya que esperar un tiempo hasta que podamos viajar seguros a las salvajes y hermosas montañas de afganas. De momento, resulta recomendable saltárselas y escoger un lugar más amable.

11 En busca del tesoro

ISLAS SALOMÓN

Snorkel en Gizo, una de las Islas Salomón, al noreste de Australia.
Snorkel en Gizo, una de las Islas Salomón, al noreste de Australia.Roberto Rinaldi

Solo unos 23.000 turistas visitan cada año las islas Salomón, un archipiélago situado al noroeste de Australia. No es fácil llegar hasta ellas y, de hecho, fueron descubiertas casi por casualidad por un español, Álvaro de Mendaña, quien en el siglo XVI buscaba el reino de Ofir y las minas del Rey Salomón y se encontró con estas islas.

El país está formado por seis islas principales, volcánicas, montañosas y cubiertas de vegetación, y hasta 990 ínsulas repartidas por un extensísimo archipiélago que comparte con el estado de Papúa Nueva Guinea. Se hicieron famosas durante la II Guerra Mundial (fueron una zona estratégica) y Guadalcanal, que acogió una recordada batalla, es su principal isla. Entre sus atractivos, además del buceo, podremos disfrutar de la magnifica laguna de Maravo, descubrir los encantos de la cultura melanesia, fotografiar algunos conos volcánicos majestuosos como el de Kolombarangara y sumergirnos entre barcos hundidos en 1942 que hoy son una joya para los amantes de este tipo de submarinismo.

12 Una Venecia en el Pacífico

ESTADOS DE MICRONESIA

Ruinas de la vieja de Nan Madol, en Pohnpei, en la isla de Colonia (Estados Federados de Micronesia).
Ruinas de la vieja de Nan Madol, en Pohnpei, en la isla de Colonia (Estados Federados de Micronesia).Michael Runkel/Robert Harding

Están muy lejos y tenemos muy pocas referencias, aunque probablemente nos suenen más si decimos que durante tres siglos y medio fueron parte de España (hasta 1899) y hacemos referencias a las Islas Carolinas o las Islas Marianas. Estas viejas colonias españolas, en las que apenas pusimos el pie, han olvidado prácticamente nuestro recuerdo exceptuando algún nombre, los restos de alguna fortificación e iglesias.

Es difícil llegar a estos archipiélagos, cuya capital está en Pohnpei, en la isla de Colonia. Se puede hacer desde Guam y a bordo de alguno de los cruceros que hacen escala para descubrir las 607 islas que forman el país. Además de las playas, de navegar en velero entre las islas o del buceo, ofrece lugares realmente interesantes, como las famosas piedras gigantes de Yap, que en realidad son monedas que utilizan los nativos en los intercambios, o las misteriosas ruinas de Nan Madol, en Pohpei, conocida como la Venecia del Pacífico. Es una ciudad sumergida, formada por pequeños islotes artificiales unidos por una red de canales que, se supone, funcionó como un importante centro ceremonial y político durante casi mil años, hasta poco antes de la llegada de los europeos. El mayor atractivo para los turistas suelen ser, sin embargo, los pecios hundidos en la II Guerra Mundial. Un paraíso para el buceador.

Más información en www.lonelyplanet.es

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