8 fotosMomento mágico en el desierto de salLa fina capa de agua que cubre el salar de Uyuni, en Bolivia, produce un efecto espejo en el que el viajero parece caminar por las nubes 19 may 2015 - 11:26CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceJunto a la sal, existen otro preciados elementos en el subsuelo de Uyuni, especialmente el litio (se cree que es la mayor reserva del mundo), pero también bórax, potasio y magnesio. Todavía hoy corriente encontrarse a lugareños creando pequeños montículos de sal que luego son transportados para su tratamiento y posterior venta.Kazuyoshi NomachiAl atardecer, se produce el conocido fenómeno 'white out', que difumina el horizonte y hace que, prácticamente, no se pueda distinguir el cielo de la tierra en el salar de Uyuni (Bolivia).Kazuyoshi NomachiAunque en suelo boliviano, lo habitual es acceder al salar de Uyuni desde el pueblo chileno de San Pedro de Atacama. El recorrido desde allí permite al viajero conocer otros parajes de gran belleza del sur de Bolivia como la Reserva Nacional Eduardo Avaroa, donde se ubica la Laguna Verde, a los pies del volcán Licancabur (5.800 metros).J. RitterbachUna ruta de varios días por el desierto de sal de Uyuni (Bolivia) puede acabar en remojo: con un baño en las aguas termales de Polques.Kim WalkerLa fórmula más extendida para recorrer el salar de Uyuni es alquilar un 4x4 con guía en este pueblo chileno de San Pedro de Atacama. Los 'tours' regulares suelen ser de cuatro días y tres noches.Kim WalkerDurante la época de lluvias (de diciembre a marzo), la Laguna Colorada de Atacama acoge a una de las mayores comunidades de flamencos del mundo, que acuden a estas latitudes para su reproducción, añadiendo un extra al estremecedor paisaje. Diminutas algas microscópicas explican el color rojo del agua.Ed NortonLa minería fue una actividad de gran importancia en Uyuni, sobre todo entre finales del siglo XIX y principios del XX. Tal fue así que el pueblo se convirtió en un importante centro ferroviario del que hoy tan sólo quedan máquinas y vagones abandonados, llenos de óxido y grafitis.Alfonso F. reca