Hotel Portmán, sostenibilidad y sencillez desde 45 euros la noche

Ya en tiempos de los romanos se conocía esta ensenada murciana por sus minas de piritas. Algunos mosaicos revelan la importancia que adquirió la villa del Paturro en las actividades extractivas del metal entre Cartagena y La Unión. Pero no fue hasta bien entrado el siglo XX cuando Portmán adquirió carta de identidad con el inicio de la explotación a cielo abierto de las minas de zinc, plomo, plata y azufre adquiridas por la empresa francesa Peñarroya-España, que acabó vertiendo al mar sus residuos de minerales estériles. Y aquella bahía que tuvo puerto hace dos milenios se convirtió en un gigante estercolero de lodo pardusco que este año de 2017, por fin, se ha comenzado a regenerar.

Con estas perspectivas de recuperación portuaria y alentado por el desarrollo turístico del golf en La Manga, un hotel acaba de nacer, flamante, en la vía de acceso a la pedanía. Es algo así como un barco varado en medio de la escombrera, pero con visos de protagonizar el futuro turístico del antiguo Portus Magnus romano. Como no podía ser de otro modo aquí, con una población movilizada por las secuelas mineras —pese a aportar bienestar durante dos décadas a sus 400 vecinos—, este establecimiento presume de ser ecosostenible, ya que en su construcción se han empleado materiales reciclados y el ahorro de agua ha sido una máxima en su diseño.

Imposible calificarlo de bello en su aspecto exterior, mejora mucho de puertas adentro. Estructurado en dos plantas con forma de paralelepípedo que atemperan unos ventanales enmarcados en gris triste, lo amueblan unas piezas sencillas y útiles, como mandan los cánones de la hotelería low cost. Escueto en sus instalaciones, pero no en las comodidades que ofrecen sus dormitorios, este minimalismo operativo halla reflejo en lo exigua de su plantilla, más que suficiente para lo que uno espera de un establecimiento así. Abrir las ventanas y escudriñar la línea del mar, al fondo, reconforta de otras carencias. No falta el aire acondicionado imprescindible en los tórridos veranos litorales. Ni una terraza vestida con sillones rojos que mira a la sierra minera.

Portmán es, hoy por hoy, una alternativa económica para los viajantes que buscan luz y relax después de una jornada comercial de pueblo en pueblo por la comarca minera de Murcia.