Aventuras de récord
La mayor imagen subacuática jamás hecha, una colección personal con más de 15.000 postales y más hitos viajeros del libro Guinness
La idea de un libro de récords surgió en la década de 1950 cuando sir Hugh Beaver, director de la destilería Guinness, discutía con unos amigos cuál era el ave de caza más veloz. Lo que empezó como una forma de resolver este tipo de conversaciones de bar se materializó en el primer Guinness Book of Records, en 1954. Desde entonces, su misión, dicen, es convertir lo asombroso en oficial. Y muchos hechos asombrosos tienen que ver con los viajes.
Rápido, rápido
El 21 de mayo de 2006, cuatro montañeros alcanzaron la cima del Everest (8.848 metros) desde el punto más bajo de la Tierra, el Mar Muerto. Habían partido de Amán (Jordania) 150 días, 19 horas y 15 minutos antes; rodado en bici por Jordania, Siria, Turquía, Irán, Pakistán, la India, Nepal y el Tíbet, antes de escalar el techo del mundo. Nadie lo había hecho tan rápido, lo que les valió un récord Guinness. El libro que colecciona las plusmarcas más peculiares incluye más gestas contrarreloj, como la de Julie Berry y Kasey Stewart: pisaron todos los continentes en 92 horas, 4 minutos y 19 segundos en 2017, comenzando en Sídney (Australia) y terminando en la Antártida. En 2018, dos británicos visitaron nueve capitales en menos de 24 horas viajando en transporte público: de Londres a Ámsterdam en tren, pasando por París y Bruselas; vuelo a Berlín, autobús a Praga, nuevo vuelo a Bratislava y en tren a Viena y Budapest. En 2019, dos compatriotas suyos completaron en Woodstock (Inglaterra) una carrera de 20 patrimonios mundiales —incluyendo, entre otros, los sitios mineros de Valonia, en Bélgica, o Beemster, en los Países Bajos— también en 24 horas. Y en 2015, A. J. y Steve Wilson se patearon todas las estaciones del metro de Londres en 15 horas, 45 minutos y 38 segundos.
Coleccionista de postales
En 1970, Marina Noutsou vivía con sus padres y su hermano en Atenas cuando su abuelo le envió una postal desde la agradable ciudad griega de Ioánina. Fue la primera de una colección que hoy tiene más de 15.000, la mayor del mundo, testimonio de los viajes de Marina, de familiares y amigos. Nepal, China, Japón, Laos, Yemen, Santo Tomé y Príncipe, Sudáfrica, Kenia, Brasil, Cuba o la Antártida. Guarda una de Berlín en la que aparece el Muro, otra de Nueva York con las Torres Gemelas y una de los templos de Katmandú antes del terremoto de 2015. También una de los lugares de Palmira previa a la devastación del ISIS.
El mundo entero a los 21
Con 21 años, Lexie Alford había visitado todos los países de la Tierra (los 193 miembros de la ONU más el Vaticano y Taipéi). Culminó su aventura el 4 de octubre de 2019 cuando pisó Mozambique, convirtiéndose en la persona más joven en lograrlo. Había recorrido mucho mundo con su familia (Camboya, Dubái, la Tierra del Fuego argentina o Egipto), ahorraba desde los 12 años para viajar y a los 18 ya conocía 70 países. Destaca, por cierto, su buena experiencia en Pakistán.
Locos por los Polos
Entre 1911 y 1960 la humanidad exploró sus límites alcanzando el punto más alto, el más profundo, el más meridional y el más septentrional de la Tierra.
- 1911. La expedición noruega liderada por Roald Amundsen alcanzó el Polo Sur el 14 de diciembre de dicho año.
- 1948. ¿Quién llegó por primera vez al Polo Norte? Robert Edwin Peary y Frederick Cook se lo atribuyeron entre 1908 y 1909, pero no parece probable que ninguno lo consiguiera. Los primeros en verlo fueron los 16 pasajeros (Amundsen entre ellos) del dirigible Norge en 1926. Si hablamos de pisarlo, ese honor correspondió a una expedición científica de la URSS en 1948. La primera gesta confirmada de alcanzarlo a pie fue en 1969, con la expedición de cuatro hombres comandada por Wally Herbert, con decenas de perros tirando de los trineos.
- 1953. El neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgay escalaron por primera vez la cima del Everest el 29 de mayo.
- 1960. El batiscafo Trieste se posó por primera vez en el lecho marino de la fosa de las Marianas, a 10.916 metros de profundidad, capitaneado por Jacques Piccard.
Barreras fuera
En 2019, la estadounidense Anne Lorimor escaló el Kilimanjaro (5.895 metros) a sus 89 años, como parte de una expedición que tardó nueve días desde la base al pico Uhuru y vuelta; y no necesitó asistencia ni oxígeno. En febrero, el australiano Bill Hatfield se convirtió, a los 81 años, en la persona más mayor en navegar alrededor del mundo en solitario y sin parar; un periplo de ocho meses. Lynnea Salvo tenía 68 años cuando, el 26 de agosto de 2018, llegó a Lawrencetown Beach (Canadá) tras una ruta en bici de 70 días y más de 6.600 kilómetros atravesando el país. Y durante 24 horas Chang-Hyun Choi recorrió, en 2017, 280 kilómetros de la costa este de Corea del Sur en su silla de ruedas motorizada, controlada con la boca. Terminó en el Observatorio de la Unificación de Goseong, perteneciente a Corea del Norte desde 1945 hasta 1953 y hoy un mirador hacia el país vecino.
Gran angular submarino
El fotógrafo de naturaleza brasileño Marcio Cabral suele moverse por tierras (y aguas) de Sudamérica. En 2016 viajó a la Laguna Misteriosa de Jardim, en Mato Grosso do Sul (Brasil), y tomó una imagen panorámica subacuática que ha quedado inscrita en el libro Guinness de los récords por ser la más grande de sus características. Pesa 495,7 megapíxeles, con los que dobla su anterior récord. Hoy está pendiente de superarse de nuevo con una imagen de la misma zona con 827 megapíxeles que está siendo analizada.
Un cumpleaños de 48 horas
En 2018, el estadounidense Paul Morgan atravesó varios husos horarios para que su 28º cumpleaños se alargara hasta las 48 horas. Así, viajó por Apia (Samoa), Auckland (Nueva Zelanda), Los Ángeles (California) y Lihue (Hawái). Superaba así al 26º cumpleaños del alemán Sven Hagemeier, que lo celebró en 2015 durante 46 horas.
Cazadores de olas gigantes
El 8 de noviembre de 2017, el brasileño Rodrigo Koxa aprovechó una de las mayores marejadas que se recordaban en Praia do Norte, en Nazaré (Portugal), conocida como la capital mundial de las olas gigantes, y surfeó una mole de agua de 24,38 metros de altura. Superó así los 23,7 metros de la cabalgada por Garrett McNamara en el mismo lugar en 2011.
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