Cómo será volver a...

1. Aquí sí hay playa, pero…

No sobrará el bañador en la maleta de este año, pero para disfrutar de las playas, lagos y pozas habrá que tener algo más en cuenta que ponerse protector solar o si la bandera que ondea es verde. Según el CSIC, el baño en áreas naturales deberá respetar las mismas distancias de seguridad que el resto de actividades, es decir, 1,5 metros como mínimo. Como el mar tiene menos carga viral que el agua dulce a la hora del baño, se espera que los arenales españoles sean más demandados, aunque habrá que tener en cuenta la limitación de aforos. El País Vasco, por ejemplo, anunció que en San Sebastián no se podrá hacer uso de La Concha en pleamar y ha editado una guía con instrucciones donde recomienda reducir el tiempo de estancia en la arena (de dos a tres horas). Como norma general, las zonas de baño y recreo se parcelarán: en Lloret de Mar o Benidorm se han dividido en sectores, con un trozo de playa reservado para los colectivos vulnerables. Galicia ha hecho lo mismo: en las playas de Vigo han delimitado los pinares y los caminos de entrada y salida son distintos, al igual que en las de A Coruña o en la onubense La Antilla.

La tradición de reservarse un hueco plantando la sombrilla de buena mañana se va a sustituir por aplicaciones o webs. Y también hay inteligencia artificial para informar en tiempo real de la afluencia playera: Barcelona o Fuengirola la adoptarán. Andalucía ha anunciado que en sus playas los bañistas se encontrarán con un ejército de vigilantes que se ocuparán de hacer cumplir las medidas junto a socorristas y policía local. En el caso de que los espacios tengan material de alquiler (barcas a pedales, kayaks, tablas de surf…), este se someterá a una desinfección diaria. Y, por supuesto, habrá chiringuitos, en los que rige la misma normativa que en el resto de la restauración.

2. ¡Choca ese codo Mickey!

Los parques temáticos y de atracciones —plan vacacional para muchas familias— volverán a abrir este verano. Con barandillas y tornos desinfectados, menos aforo, distancia de seguridad en accesos, apps para guardar la cola, zonas de pícnic en lugar de restaurantes, fuentes clausuradas y mascarilla obligatoria en muchas zonas. Algunos acogerán visitantes a finales de mes y la gran mayoría lo hará en julio. Walt Disney World, en Florida (EE UU), abrirá su mundo de fantasía el 9 de julio y el de París vende entradas a partir del 15 de julio (aunque no ha anunciado aún la fecha definitiva de apertura). Su vecina Futuroscope reabrió el 13 de junio, inaugurando su primera montaña rusa (Objetivo Marte) y sin cancelar su espectáculo nocturno, La Forge aux Étoiles. Los parques españoles, cuyas atracciones solo acogerán a un 33% del pasaje, aún no saben cuándo abrirán, pero algunos como PortAventura World, el Parque de Atracciones y el Zoo de Madrid permiten la venta de entradas para julio a través de sus páginas web. Terra Mítica, en Benidorm, también vende pases para finales de junio. El Tibidabo, en Barcelona, no da opciones de momento. Y el que ya está abierto es el parque de tirolinas en árboles de Cercedilla (Madrid), Aventura Amazonia, con reserva previa. Casi todos los parques habilitarán itinerario de entrada y salida y no se recomiendan los pasacalles. Los parques de Disney sí los permitirán, pero sin aproximarse a los personajes.

Tampoco hay un escenario claro aún para los parques acuáticos. Habrá que estar atento a los anuncios de clásicos como Faliraki Water Park (Grecia) y Aquapark Istralandia (Croacia), como tampoco tiene fecha de apertura el tinerfeño Siam Park. Caribe Aquatic Park, dentro de PortAventura, sí permite la compra de entradas a partir del 1 de julio.

3. Los monumentos, sin colas

Este verano será difícil ver largas colas en los monumentos españoles más visitados porque los aforos limitados, la reserva previa obligatoria y las distancias de seguridad se aplican en todos, incluso al aire libre. Córdoba fue de las primeras en abrirse al turismo; su mezquita catedral recuperó las visitas a finales de mayo: la venta de entradas es online o en taquilla pagando con tarjeta, hay dispensadores de gel hidroalcohólico en su interior y es obligatoria la mascarilla. La catedral de Santiago reabrió el 1 de junio, al igual que la Oficina del Peregrino. Y el Alcázar de Sevilla lo ha hecho con una ruta marcada que impide cruces entre visitantes, solo permite hacer reservas desde la web (con entrada nominativa), hay zonas restringidas y se limita el acceso a 125 personas cada media hora. La Alhambra admite visitas desde el pasado miércoles, eso sí, con la mitad del aforo, mascarilla e itinerarios modificados. “Las entradas físicas desaparecen, siendo necesario para acceder única y obligatoriamente el DNI o pasaporte”, declara un portavoz. La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia funciona a medias: solo ha abierto el museo y el Hemisfèric, que ha reducido el aforo a 42 butacas. En Canarias, el esperado bus autónomo de Timanfaya (Lanzarote) se queda sin fecha de estreno; la vieja guagua seguirá surcando los volcanes con la mitad de viajeros. En los accesos a sitios emblemáticos de la isla como la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua “habrá limitación de aforo, control de temperatura, gel a la entrada y en la cueva habrá que ir con mascarilla”, explica Benjamín Perdomo, consejero delegado de los Centros de Arte Cultura y Turismo. Y el 4 de julio le toca a la Sagrada Familia. Ya se pueden adquirir entradas online, pero se han establecido tres fases en su reapertura: los días 4, 5, 11 y 12 de julio será el turno de sanitarios, policías y bomberos; a partir del día 16 el de residentes en Barcelona (en ambos casos la visita será gratuita) y, finalmente, el de los turistas (aunque todavía sin fecha).

4. Cita previa con los grandes pintores

El Picasso de Barcelona y el Guggenheim alargan sus muestras temporales hasta final de verano

El patrimonio artístico del país se disfrutará con aforos limitados a un tercio, grupos de unas seis personas como máximo, itinerarios marcados y alguna sala cerrada; y se recomienda adquirir la entrada por Internet. Para poder hacer la experiencia accesible y segura, algunas pinacotecas han tomado medidas extraordinarias, como el Museo Sorolla, en Madrid, que no permite el uso de audioguías o mapas de sala. Otras son insólitas: el Prado ha reubicado 190 obras, lo que hace que se pueda disfrutar de Las hilanderas y Las meninas en la misma sala, algo que no ocurría desde 1929. El menor aforo garantiza sorpresas como poder contemplar el majestuoso Guernica, de Picasso, en el Reina Sofía con solo 30 personas en la sala en vez de 90. Menos fácil lo tienen otros museos con una estructura más intrincada, como es el caso del Teatro Museo Dalí, en Figueres (Girona); junto a las casas-museo del artista de Portlligat y Púbol abrirán en julio, pero no organizarán visitas nocturnas este año y retrasan estrenos de colecciones a 2021. Los de Figueres son emplazamientos que reciben un 80% de visitantes extranjeros, y este año apostarán por el turismo de proximidad. Cien personas cada hora recibe el Picasso de Barcelona, que abrió a principios de mes. La pandemia ha dejado en este caso un regalo: se amplía unos días la exposición temporal sobre Picasso y Paul Éluard. Y el Guggenheim de Bilbao también alargará sus muestras temporales hasta final de verano, entre ellas las de Olafur Eliasson, Richard Artschwager, Lygia Clark y William Kentridge.