Planes navideños en Londres: pasear entre luces y mercados, cenar en un iglú y subir a las atracciones de Hyde Park
Visitar la capital británica siempre es buena idea, pero en Navidad esperan experiencias y actividades que no se pueden disfrutar en ningún otro momento del año
El espíritu festivo ha invadido Londres con luces y pop-ups que prácticamente nadie quiere perderse. Las calles de la capital británica rebosan de paseantes curiosos que buscan atrapar la magia navideña de estos días. La ciudad se engalana con árboles festivos en cada esquina, mientras los londinenses, abrazados por bufandas y botas para desafiar el frío, compiten por la corona a la decoración más original de los vecindarios. Y, por supuesto, todo se disfruta y se explora mejor con un chocolate caliente en mano.
Si la idea es sumergirse en el deslumbrante espectáculo de luces de este año en Londres, la primera parada tiene que ser Trafalgar Square, una tradición con historia. Desde 1947, un abeto noruego llega como agradecimiento a los británicos por su ayuda en la II Guerra Mundial. La ceremonia de apertura, con villancicos locales, marca oficialmente el inicio de la temporada navideña, aunque se rumorea que este podría ser el último año que llega el árbol por las preocupaciones ambientales. Sin embargo, en Londres siempre hay otras alternativas esperando. Este 2023, en la estación de Saint Pancras, un árbol especial de 12 metros fusiona la magia navideña con la literatura gracias a Hatchards, la librería más antigua del Reino Unido. Con una elegante escalera de caracol y estanterías de libros pintadas a mano con títulos navideños como Cuento de Navidad y El león, la bruja y el armario, este rincón acogedor sumerge a los más navideños con fragmentos de audiolibros de Penguin Books. En otro estilo completamente diferente, el del famoso centro comercial Harrods es un árbol de Navidad decorado en rosa patrocinado por la marca Valentino.
Si se avanza unos 10 minutos a pie desde Trafalgar Square se llega a Covent Garden, un destino de compras y muchos restaurantes que se viste con las mejores galas y mercados durante las fiestas. Es uno de los lugares más animados en esta época del año. Hasta el 7 de enero de 2024, tanto la plaza como el mercado y las calles circundantes rebosan de decoraciones festivas. Un árbol de 18 metros iluminado por 3.000 LED decorado con campanas gigantes destaca junto al edificio del mercado.
Siguiendo el paseo, en tan solo 15 minutos a pie llegamos a Fortnum & Mason, en Picadilly, una tienda con todo tipo de chocolates, tés, galletas y de donde salen muchos de los pequeños regalos de los ingleses, con un envoltorio bonito y perfecto. La visita tanta gente que uno se mueve en estas fechas por el local al ritmo de “excuse me”. Su fachada genera expectación cada Navidad: este año se ha transformado en un gigantesco calendario de Adviento de color rojo. Prácticamente delante de la tienda está Burlington Arcade. Esta famosa calle comercial estrena su primera gruta navideña y organiza actividades como talleres de coronas, música clásica en vivo y una exhibición de decoración de mesas festivas. Una vez cruzamos la galería, giramos a mano izquierda y llegaremos a la glamurosa New Bond Street, una de las calles con la decoración más especial, donde se encuentran muchas de las marcas de lujo de Londres. La calle está iluminada con luces en forma de joyas de la realeza y están encendidas hasta las once de la noche todos los días, por lo que, hasta esa hora, está llena de curiosos. No hay que dejar de mirar hacia arriba para descubrir los deslumbrantes displays de las tiendas. Una de las más fotografiadas es la de Cartier: las nubes que flotan sobre la fachada del edificio son toda una atracción, justo delante del árbol solidario de Ralph Lauren.
A poca distancia, en Berkeley Square está el club privado Annabel’s, conocido por sus instalaciones deslumbrantes. Para estas fiestas han decorado el edificio con un globo aerostático. La entrada se ha diseñado de manera que aquellos que ingresan al club lo hacen ascendiendo a bordo del mismo globo. Desde aquí, la ruta sigue hacia Oxford Street, Carnaby Street y Regent Street, otras de las calles más conocidas que están vestidas para la ocasión. Y como el paseo siempre sabe mejor con un chocolate caliente en las manos, la chocolatería William Curley está escondida en una pequeña esquina del barrio de Soho; es una de las más coquetas (y deliciosas) de la ciudad y preparan bebidas para llevar.
Para comer con mucho ambiente
Si hablamos de delicias navideñas, Borough Market es el paraíso gourmet definitivo. Este bullicioso mercado ofrece una amplia gama de platos, desde tentadores sándwiches de queso raclette hasta auténticos tacos mexicanos. Y entre sus protagonistas se encuentra Turnips, una colaboración entre el comerciante de verduras de quinta generación Charlie Foster y el conocido chef Tomas Lidakevicius. Su fusión da vida a productos de alta cocina, donde la estacionalidad es la auténtica estrella. La colorida tienda de frutas y verduras de Turnips es inconfundible, especialmente gracias a su famoso puesto de fresas con chocolate que arrasa en las redes sociales en cualquier fecha del año. Pero la magia no termina ahí, porque en la parte trasera el chef dirige un restaurante gastronómico donde transforma los tesoros diarios del mercado en platos irresistibles con la confianza total de Charlie. En esta temporada navideña, su menú especial incluye consomé de champiñones, vieiras y venado de Dorset. Y para la Nochebuena y la Nochevieja tienen preparado un menú para cenar con la compañía de música en vivo.
En el barrio de Shoreditch, el rooftop-bar Aviary ha transformado su espacio en un oasis invernal hasta Año Nuevo. Su decoración está inspirada en el norte, incluso simulando una aurora boreal, y dispone de iglús privados con capacidad para hasta 12 personas. Cada uno está equipado con mantas mullidas y calefacción para resguardarse del frío; como se dice en Londres, es una experiencia muy “cozy”.
De todas las ubicaciones y conceptos de la cadena The Cheese Bar —que busca poner en valor el queso local— uno imprescindible es The Cheese Barge, que permite comer o cenar en un barco atracado en el Regent’s Canal. Además de sus tablas de quesos con combinaciones innovadoras y vinos de pequeños productores, esta temporada han introducido las Fondue Thursdays, una serie colaborativa con chefs conocidos como Carl Clarke y David Wolanski de Chick’N’Sours, restaurante conocido por su pollo frito y cócteles agridulces. Este diciembre toman las riendas con su versión juguetona de una fondue tradicional perfecta para sumergir pollo frito.
Para algo más refinado está Rick Stein, un restaurante de mariscos con una impresionante ventana con vistas al río Támesis. Lleva el nombre del chef y copropietario, un reconocido cocinero británico, autor de libros de recetas y presentador de televisión. Stein, quien ha compartido su cocina con Felipe de Borbón, Tony Blair o Margaret Thatcher, ha preparado un menú especial navideño que estará disponible hasta el 1 de enero. No hay que dejar de probar su pudding navideño con crema espesa de Cornualles.
Siguiendo la tradición navideña londinense, no hay que pasar por alto la visita a un pub: The Churchill Arms, a pocos pasos de la estación de metro Notting Hill Gate, es todo un espectáculo con su despliegue de árboles y luces.
Experiencias y compras invernales
La Navidad marca el regreso de las actividades efímeras de la temporada, como Winter Wonderland, abierto hasta el 1 de enero en Hyde Park. Un evento tan esperado que las entradas se pusieron a la venta en agosto. Como cada año, ofrece entretenimiento para todas las edades, hay atracciones, variados puestos de comida (currywurst, comida libanesa, hamburguesa trufada o, literalmente, hamburguesas de churros) y música en vivo en un ambiente bien animado. Una de las atracciones más conocidas es Ice Montain, con una cola bastante larga, así que es recomendable llegar a partir de las 20.00, cuando muchos visitantes se dispersan para cenar.
Si las ansias navideñas se inclinan a las compras, además de los centros comerciales más conocidos como Liberty, Selfridges y Harrods, hay algunas pop-ups de diseñadores. La diseñadora Anya Hindmarch tiene tantos espacios en el mismo rincón de la calle Pond Street, en el barrio de Chelsea, que le ha llamado Anya Village. Los espacios cambian según la temporada: en Navidad, el local que hace esquina frente a su comercio de moda es una tienda de regalos festivos que se llama Anya’s Grotto y está abierta hasta el 24 de diciembre. En verano, se llamaba The Icecream Project y vendían helados originales como el de galletas divestive o kétchup. Anya Hindmarch cuenta con otros espacios permanentes, como Anya Cafe, The Labelled Shop —especializado en organización, donde se venden estuches y bolsas etiquetados—, y Anya Life, con artículos para casa y estilo de vida. Justo en frente, en Navidad han abierto una caseta donde comprar coronas navideñas, algunas con el estampado de ojos característico de Anya. Si viaja a Londres en Navidad, no le faltarán planes ni lugares para saborear las fiestas o comprar regalos, eso seguro.
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