Seis ‘pubs’ con hotel en parques nacionales del Reino Unido: de una posada embrujada a un restaurante con estrella Michelin
Explorar las colinas y valles británicos antes de retirarse a un acogedor hostal para tomar una pinta reparadora es un plan excepcional. En estos seis negocios, algunos con siglos de historia, las puertas están abiertas para cualquier excursionista que quiera echar un trago o una siesta
Perderse por las calles de las principales ciudades del Reino Unido es una experiencia que atrapa. Toparse con un concierto inédito paseando por el barrio de Camden Town, en Londres; irse de compras por el centro comercial de Bullring, en Birmingham, que parece sacado de una película de ciencia ficción, o sorprenderse con el arte callejero de Glasgow son solo algunas de las innumerables propuestas de sus urbes.
Pero, a veces, apetece sentir la naturaleza, escapar del asfalto y los grandes edificios y adentrarse en los magníficos parques nacionales del Reino Unido. Sobre todo, si después de una larga caminata se puede descansar con una cerveza en la mano. Eso es lo que ofrecen estos seis pubs con hotel, donde los excursionistas tienen la opción de echar un trago, probar un plato típico de la zona y pasar la noche sin que ninguna de estas elecciones excluya a la anterior.
The Ship Inn (Porlock, parque nacional Exmoor)
Esta histórica posada se remonta al siglo XV, lo que la convierte en una de las más antiguas del país. Situada en el pintoresco pueblo de Porlock, rodeado por las colinas de Exmoor y el mar, es el sitio idóneo para disfrutar tanto de unas vacaciones relajadas como aventureras. De hecho, fue refugio de los contrabandistas en el siglo XV por su cercanía a la costa, y se rumorea que un túnel secreto une la posada a una casa cercana.
El alojamiento consta de cinco habitaciones con calefacción central, baño privado, televisión y ―cómo no― set de té y café. Pero si lo que apetece es una buena cerveza, no hay más que ir a la acogedora zona de bar y comedor, con estufas de leña, ideal para entrar en calor con una pinta o disfrutar de su comida casera. Ofrecen una gran selección de cervezas West Country, sidras y lagers locales, vinos del nuevo y viejo mundo, así como ginebras de producción local en lotes pequeños y ginebras especiales, entre otras bebidas. “Pero también puede pasar a tomar un café si eso es lo que desea”, advierten los propietarios, Royston y Caroline, en la página web del establecimiento. Las mascotas son bienvenidas y hay aparcamiento.
The Bear (Crickhowell, parque nacional Bannau Brycheiniog)
Acoge huéspedes desde hace 500 años, y con la misma calidez. La familia Hindmarsh es la encargada de dirigir el establecimiento desde hace más de cuatro décadas y con ellos al mando han conseguido una medalla de plata en The Great Outdoors Awards en 2019 y ser votados como uno de los mejores pubs de la Guía AA en Gales para 2020. También tiene premio la localización, en la localidad de Crickhowell, que en 2018 recibió el galardón Best High Street in Britain y, en 2019, fue nombrada Best Place to Live in Wales por el Sunday Times. Consta de 35 habitaciones decoradas con obras de arte de inspiración local y recuerdos de su pasado, como horarios de autocares enmarcados o una campana que los viajeros usaban para anunciar su llegada. La artesanía se traslada también al bar, de vigas de roble, suelos de madera y chimeneas antiguas, que cuenta con una gran variedad de cervezas artesanales, licores ―hay más de 30 variedades de whisky― y vinos. “Trabajamos en estrecha colaboración con cervecerías nacionales y locales para ofrecer una buena selección de cervezas de aquí”, aseguran en su web. Los perros son bienvenidos al pub, donde tienen cuencos de agua exclusivamente para ellos ―”si tu amigo peludo tiene mucha suerte, incluso podría haber una o dos golosinas especiales en la tienda, y el chef podría prepararle un tazón propio”―, y si se prefiere estar al aire libre cuentan con un hermoso jardín lleno de flores donde disfrutar de una pinta, un gin-tonic o una buena copa de vino en los meses más cálidos.
The Drovers Inn (Inverarnan, Loch Lomond & The Trossachs National Park)
Se rumorea que este hotel es uno de los más embrujados del Reino Unido. “Hemos tenido muchas historias de demonios y fantasmas que vienen a visitar a la gente en The Drovers”, aseguran en su web, en un apartado específicamente dedicado a sus fantasmas. Estos incluyen a una familia de agricultores locales que murieron en una tormenta de nieve en la década de 1700, después de ser sacados a la fuerza de sus tierras de cultivo, y una niña que se ahogó en el río Falloch, que corre detrás del pub. Ese aire tétrico se traslada también a la decoración, que incluye taxidermia, con piezas de más de un siglo de antigüedad. Por lo demás, este edificio histórico ha dado la bienvenida a cientos de miles de personas en sus 300 años de vida, incluyendo ilustres como el proscrito escocés Rob Roy o, más recientemente, al actor Gerard Butler. “Una vez dentro, es como dar un paso atrás en el tiempo. A una época en la que la gente cantaba canciones y bebía su whisky solo a la luz de las velas. Donde el fuego siempre está encendido, la comida siempre es buena y la gente siempre está sonriendo”, se publicita el establecimiento. Seguro que parte de esas sonrisas se deben a la experiencia en su acogedor pub, uno de los más antiguos de Escocia, una zona que, “aunque oscura y pequeña, está llena de carácter y encanto escocés”. Cuentan con una amplia gama de whiskys escoceses, cervezas de barril y licores, sin olvidar el té o el café, claro.
The Angel (Hetton, Yorkshire Dales National Park)
En el siglo XV, este establecimiento era una posada para arrieros, una parada para granjeros que viajaban entre ciudades vendiendo su ganado. Ahora es una posada de estilo nórdico moderno que alberga un restaurante con estrella Michelin. “Le costará encontrar un abrevadero más acogedor en el parque nacional Yorkshire Dales, con sus vigas bajas, chimeneas crepitantes, suites con bañeras de cobre independientes lo suficientemente grandes como para un equipo de rugby y un menú lleno de reconfortante comida elevada (pruebe la anguila ahumada con espárragos de Yorkshire)”, advertía The Times sobre este lugar. Cuenta con 20 habitaciones cuyo baño privado está diseñado individualmente. Pero aquí lo importante es el restaurante. Desde su apertura en septiembre de 2018, The Angel ha recibido numerosos premios, incluida una estrella solo 12 meses después de su apertura, cuatro AA Rosettes y ocupó el puesto número 2 en los 100 mejores restaurantes de los National Restaurant Awards. En 2022, el restaurante recibió el cuarto lugar en el Top 50 de Gastropubs, y el chef patrón Michael Wignall fue coronado Chef del Año 2022. “Su comida es moderna, técnica y significativa: la guía Michelin dijo que sus platos en The Angel demuestran ‘una simplicidad natural que permite que todos los ingredientes del plato brillen”, destaca el establecimiento en su web.
The Stackpole Inn (parque nacional de la costa de Pembrokeshire)
Durante los últimos 16 años, Gary y Becky, actuales dueños del local, han recibido muchos premios, como el de mejor pub de Gales en 2016 o, más recientemente, el de mejor pub y bar de Pembrokeshire en los Premios Nacionales del sector de 2022. El Stackpole Inn es un lugar para disfrutar de almuerzos y cenas para todos los gustos y experiencias, desde un aperitivo informal en su zona de bar con perros ―que no son aceptados en el alojamiento, de solo cuatro habitaciones, pero sí en la taberna―, hasta una comida con un menú degustación diseñado por el jefe de cocina Matt Waldron. Sus platos rinden homenaje a la costa local, donde abunda el marisco y una gran variedad de pescados de las aguas galesas. Está cerca de algunos lugares de interés preciosos, como la reserva natural nacional de Stackpole, los estanques de nenúfares de Bosherston y la bahía de Barafundle. Para los cinéfilos, otro punto de interés cercano es la playa de Freshwater West, que apareció en la película Robin Hood de Ridley Scott y en Harry Potter y las reliquias de la muerte.
The Peacock (Rowsley, parque nacional Peak District)
Nació como casa solariega en 1652 y hoy es un referente de hospitalidad en la zona. Está lleno de muebles antiguos, incluyendo una silla de madera que reposa en el bar, en el pasado reservada para el juez de las peleas de gallos que se celebraban en el pub a principios de 1900. Tiene 15 habitaciones y es especialmente popular entre los pescadores, según explica The Times, que acuden de todo el mundo a pescar en los cuatro ríos que fluyen a través de Haddon Estate en el que se encuentra. El más curioso es posiblemente el Wye, ya que es el único río del Reino Unido con trucha arco iris salvaje. Aquí los perros no se admiten en el bar o en el restaurante, pero se pueden quedar en las habitaciones. “Estaremos encantados de proporcionarle comida para perros y cuencos de agua para el beneficio de su compañero”, asegura la web del establecimiento. Es ahí donde también se defiende la gastronomía como el núcleo del hotel: “Ofrecemos tanto un menú indulgente y de alta cocina como un menú de bar más relajado para adaptarse a la mayoría de los gustos o estados de ánimo. La clave detrás de cada plato son los ingredientes de calidad de temporada”. A pesar de recibir un sinfín de pescadores como huéspedes y de encontrarse rodeado de ríos, la carta no solo incluye “fabulosos pescados”, también es especialidad de la casa el solomillo con patatas fritas y otros manjares que van cambiando dependiendo de la estación.
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