‘Roma no es de piedra’, un proyecto fotográfico
El fotógrafo mallorquín Toni Amengual retrata la capital italiana como panóptico desde donde observar y ser observado. Una combinación de estampas clásicas y contemporáneas. Esculturas y selfis. Historia y escaparates. Cámaras, muchas cámaras. Un mundo controlado por las imágenes, las que consumimos y las que creamos.
Gris ala de mosca, sin matices, así es el color de Roma para el fotógrafo mallorquín Toni Amengual. El mismo tono ceniza, sin contrastes, que ha elegido para imprimir su fotolibro Icona. Un proyecto gráfico en el que reflexiona sobre la imagen como sistema de control social, político y religioso a lo largo de la historia. La capital italiana es el escenario perfecto, un museo al aire libre donde el artista cursó, en 2021, una beca de la Academia de España en Roma. En una ciudad donde el arte lo ocupa todo y parece no quedar espacio para crear nada más, Amengual construye un mundo dual de figuras en el que superpone lo histórico y lo contemporáneo en forma de collage imaginario. Para subvertir el concepto de Ciudad Eterna propone una doble percepción de algunas de las escenas que ha fotografiado.
Así, en la versión impresa de Icona existe la posibilidad de plegar y desplegar las páginas que el autor ha doblado previamente y descubrir nuevas y personales composiciones artísticas. Esbeltas esculturas de mármol se mezclan con la actual obsesión por el culto al cuerpo. Miradas de ojos de piedra sin pupilas compiten con los mejores selfis. Iconos de teselas y modernos escaparates vigilados por cámaras de seguridad luchan por captar la atención de una sociedad abducida, desde hace siglos, por la creación de representaciones que definan la realidad del momento. El poder de la imagen ha conseguido que hasta el arte infinito de Roma sucumba a las pantallas. Roma no es de piedra.
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