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Kurt Gödel y el agujero negro de la constitución de Estados Unidos

El azar y la paranoia marcaron la vida de este científico y filósofo austriaco amigo de Einstein, y cuyos trabajos han sido clave en el desarrollo de la ingeniería de software.

Psicología Kurt Gödel
Señor Salme

Tener una mente privilegiada y una capacidad superior a la de la mayoría de los mortales no te exime de ser víctima de problemas mentales graves. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en el matemático y filósofo austriaco Kurt Gödel, nacido en Brno, capital de Moravia, en 1906, que en aquella época formaba parte del Imperio Austrohúngaro. Tras la I Guerra Mundial la región queda anexionada a Checoslovaquia, lo cual supuso un problema para Gödel puesto que su familia, como gran parte de la población de la ciudad, era de habla germana. Eso le llevó a exiliarse en Viena y a solicitar la nacionalidad austriaca. A los 32 años, con la anexión de Austria por parte del III Reich, su nacionalidad pasó a ser alemana.

Encontró su vocación en una conferencia del matemático David Hilbert (Königsberg, 1862-1943) sobre la consistencia de los campos matemáticos y decidió dedicar el resto de su vida a estudiar lógica. De ahí surgen sus mayores aportaciones: los dos teoremas de la incompletitud, publicados un año después de su tesis doctoral, defendida en Viena en 1931. Sus contribuciones han sido básicas para desarrollar la lógica, con numerosas aplicaciones en años posteriores en el campo de las matemáticas y la ingeniería de software.

Pero los azares políticos siguieron influyendo en su vida. Gödel era de familia católica y nunca mostró interés en la política. Sin embargo, uno de sus profesores fue asesinado por un nazi, lo que le afectó mucho. Con la anexión de Austria, su cargo de profesor de Universidad tenía que ser reexaminado, y asumió que en su juicio iba a pesar mucho en su contra su amistad y relación con muchos científicos judíos del Círculo de Viena, al margen que en cualquier momento podría ser movilizado por el Ejército alemán. En 1940 él y su esposa huyeron de Viena con el ferrocarril transiberiano hasta Vladivostok, de ahí cruzaron a Japón y desde el país nipón navegaron hasta San Francisco (la guerra mundial ya había empezado en Europa, pero Japón no atacaría Estados Unidos hasta diciembre del año 1941). Una vez en California, atravesó todo Estados Unidos en tren hasta llegar a la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, donde llevó a cabo el resto de su carrera científica.

Gödel era compañero de Facultad e íntimo amigo de Einstein, con el que compartía largos paseos charlando en su alemán natal. Einstein llegó a declarar que ya no le interesaba la investigación y que solo iba a la Facultad para charlar con Gödel. Su comportamiento siempre fue peculiar y estaba aquejado de paranoias. En 1947 accedió al examen de ciudadanía para conseguir la nacionalidad estadounidense, apadrinado por Einstein y un amigo de ambos, el economista Morgenstern. Cuando compareció ante el juez, después de contestar satisfactoriamente a las primeras preguntas, le dijo al juez que había analizado la Constitución de Estados Unidos y que tenía un problema de redacción, que permitía que de forma legal Estados Unidos se convirtiera en una dictadura o en un Estado fascista, como había sucedido en Austria. Los dos amigos de Gödel se horrorizaron porque vieron que su ciudadanía peligraba y podía ser deportado a Europa. Fue el propio juez el que le impidió seguir con la pragmática frase de “Oh God, let’s not go into this” (Oh, Dios mío, no entremos en este asunto), dando por concluido el examen y dejando a Gödel con la palabra en la boca. Nunca dejó por escrito cuál era el fallo que había detectado en la Constitución. Actualmente se conoce a esta cuestión como Gödel’s loophole o el agujero de Gödel. Diversos autores han tratado de descifrar este enigmático problema de la Constitución estadounidense. Algunos señalan que quizás podría referirse al hecho de que el artículo V de la Carta Magna de Estados Unidos describe el proceso de enmiendas a la Constitución, lo cual permitiría hacer una enmienda sobre el propio artículo V que facilitaría cualquier cambio constitucional posterior. Pero todo es pura especulación. Morgenstern describió la situación según sus recuerdos y parece que la situación fue tan embarazosa que nunca le pidieron a Gödel que volviera a exponer sus tesis… por si acaso.

J. M. Mulet es catedrático de Biotecnología.

El ilógico capítulo final

— El triste final de Gödel fue debido al empeoramiento de su estado mental. En 1938 se había casado, contra la voluntad de sus padres, con la bailarina divorciada y ocho años mayor que él Adele Pokert, con la que permaneció toda su vida. Desarrolló la manía persecutoria de que querían envenenarle, por lo que no aceptaba ningún alimento que no hubiera sido cocinado por Adele. En 1977, su esposa fue hospitalizada durante seis meses. Kurt Gödel falleció en enero de 1978 por desnutrición severa, ya que había rehusado comer cualquier alimento. Pesaba 30 kilos. El gran maestro de la lógica murió por un comportamiento ajeno a toda lógica.

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