Hollywood quiere abrazar todas las religiones

En la película Barbie, cuando la muñeca encarnada por Margot Robbie alcanza el cielo de Mattel (esto es, su planta ejecutiva), se topa con una escenificación del patriarcado liderada por el CEO (Will Ferrell) que quiere devolverla a las ataduras de su precinto. Ante los titubeos de la protagonista, en plena crisis existencial al enfrentarse a los valores de un mundo ajeno a su paraíso rosa, la emprende a gritos con ella: “¡Vuelve a tu caja, Jezabel!”. La alusión a la reina de Israel de la Biblia, arrojada por sus propios sirvientes desde lo alto de su palacio por despótica y libertina, arquetipo de ramera impía, pone de manifiesto una de las tantas sublecturas judeocristianas que asoman por el taquillazo del año.

En Oppenheimer, el padre de la bomba atómica juega a ser Dios, con todos los dilemas morales que su creación trae consigo. En Todo a la vez en todas partes, el personaje de Michelle Yeoh tiene una revelación a través de un bagel que contiene todo el universo y ofrece una respuesta al drama de su inútil vida: “Nada importa”. El multiverso de la última ganadora del Oscar se alimenta de referencias taoístas, confucionistas y budistas. Podemos encontrar una pulsión teísta, no teísta y todo lo que queda en medio casi en cualquier película o serie.

Desde las estrictas censuras del código Hays de los años treinta hasta la crisis ideológica actual, Hollywood (entendido como epicentro de la cultura del entretenimiento) ha ejercido una poderosa influencia en nuestra visión del mundo. Las productoras hoy presumen de departamentos de diversidad, equidad e inclusión que atienden, tanto dentro de la empresa como en los productos culturales que generan, a criterios más igualitarios. Quizás la única faceta que queda por salir del armario sea la religión. Para generar conciencia sobre su representación, promover el pluralismo religioso y una mirada más empática de la espiritualidad en pantalla ha nacido DeeperDive, un módulo de curso que se prepara en la Harvard Divinity School destinado a guionistas, creadores de contenido y profesionales de los medios.

Su impulsor, el salvadoreño Mario Cader-Frech, trabajó 20 años en lo que hoy se conoce como Paramount Global, el conglomerado dueño de Paramount Pictures, CBS o MTV. Como vicepresidente de responsabilidad social, su cometido era mejorar los mensajes de impacto social en sus contenidos. “Cuando llegaba mi edad de jubilación, me di cuenta de que nunca habíamos tocado el tema de la religión”, cuenta vía Zoom. “En EE UU existe en los medios un pacto no escrito para permanecer laicos. Sin embargo, eso no responde a una realidad, porque la ideología espiritual lo impregna todo”. Su proyecto de alfabetización religiosa para Hollywood incluye un manual de estrategia para abordarla desde lo explícito al subtexto.

Según el estudio más reciente de Pew Research, hay unas 4.200 religiones, aunque más del 75% de la población global se reparte entre cristianismo, islam, hinduismo y budismo. Con el proyecto DeeperDive quieren diluir las barreras entre ellas desde las narrativas culturales y promover el diálogo interreligioso. “En Hollywood seguimos reflejando modelos de hace 50 años: el mismo cura, rabino o, desafortunadamente, el malo musulmán terrorista. Fui parte de la Alianza de Gais y Lesbianas contra la Difamación, con la que combatimos la homofobia en los medios. Hasta hace 30 años, la imagen de los gais era bastante negativa y sensacionalista. Hoy le preguntas a un niño que cómo es una persona gay y no te da una descripción determinada. Nuestro objetivo es que dentro de 30 años preguntes a un joven cómo es un cristiano, un musulmán o un judío y no existan definiciones tan concretas”.