El Gobierno movilizó al Ejército en Ceuta al verse la policía desbordada
La Comandancia Militar ceutí mantiene a 200 soldados vigilando la frontera las 24 horas del día
El Gobierno decidió movilizar al Ejército tras constatar que los efectivos de la Policía y la Guardia Civil desplegados en Ceuta se estaban viendo desbordados por la entrada irregular de miles de inmigrantes por la frontera del Tarajal ante la pasividad de la gendarmería marroquí, según fuentes gubernamentales. La decisión se adoptó el lunes, a petición de la Delegación del Gobierno en Ceuta y con el visto bueno de la ministra de Defensa, Margarita Robles, ante la sensación de caos e inseguridad que se estaba extendiendo por la ciudad. El papel de las Fuerzas Armadas, indicaron las fuentes consultadas, consiste en prestar apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de acuerdo con las previsiones de la Ley de Defensa Nacional de 2005.
Desde la Comandancia General de Ceuta se movilizó a todo el personal militar, compuesto por algo más de 3.000 efectivos del Ejército de Tierra, y se puso en marcha un grupo táctico, con unos 200 soldados, activado las 24 horas del día mediante relevos. Su principal función ha consistido en la vigilancia de la frontera, donde se han desplegado secciones de 25 militares, al mando de un oficial, bajo coordinación del Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil en la frontera del Tarajal, que visitó el martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El grueso de esta tarea ha recaído en el Tercio Duque de Alba de la Legión y en el Grupo de Regulares 54, las dos unidades de infantería desplegadas en la ciudad, que han recibido adiestramiento en misiones de control de masas, para lo que se les ha equipado de escudos y porras. Otras unidades de la Comandancia General también han colaborado: la Unidad Logística número 23 ha instalado 100 literas en una nave en Piniers para acoger a los numerosos menores que deambulaban por la ciudad, mientras que la unidad de zapadores tuvo que acudir a reparar la valla fronteriza en una zona en la que había sido dañada ante la negativa de hacerlo de la empresa encargada de su mantenimiento, que alegaba falta de seguridad. Hasta ahora, no se han puesto en marcha patrullas mixtas entre militares y policías para garantizar la seguridad ciudadana, aunque se han previsto si fuera necesario.
El plan inicial era que la presencia del Ejército concluyera cuando llegasen los refuerzos decididos por el Ministerio del Interior (200 guardias civiles y policías que se sumarán a los 1.100 destinados permanentemente en la ciudad), pero las fuentes consultadas indicaron que dependerá de cómo evolucione la situación.
Algunos militares han sido dotados de la condición de agentes de la autoridad, lo que les permite practicar detenciones y refuerza su protección jurídica en caso de desobediencia o agresión. Más allá de su función práctica, su presencia en las playas de Ceuta con blindados BMR, casco, chaleco y uniforme de campaña ha tenido un efecto secundario no menor: ilustrar la voluntad del Gobierno de defender Ceuta “bajo cualquier circunstancia y con todos los medios necesarios”, en palabras de Pedro Sánchez.
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