Aznar insta a Casado a derogar la ley de memoria democrática si llega al poder porque “activa los mecanismos del odio”
El expresidente respalda al líder del PP en su carrera hacia La Moncloa y le emplaza también a hacer una reforma de las pensiones
Todo estaba preparado. Primero, un posado ante las cámaras bajando las escalinatas de una casa histórica en el corazón de Sevilla. Después, las palabras precisas de respaldo. “El otro día me recordaba una persona que, cuando tú trabajas conmigo, yo le dije un día: ese que está ahí al fondo será presidente de España”, se ha arrancado José María Aznar sentado junto a Pablo Casado. “Vas a ser presidente del Gobierno de España”, ha añadido a continuación mientras el rostro del líder del PP dibujaba una mueca de satisfacción. “Y, además, lo vas a hacer bien”. El expresidente del Gobierno del PP, distanciado de quien fue su mirlo blanco, enterraba el hacha de guerra. “Entonces, solventada esa duda... ja, ja, ja”, se ha reído Aznar tras sus palabras, y con él el auditorio de la convención nacional del PP. Incluido Casado, que ha parecido respirar tranquilo. A partir de ese apoyo preparado, Aznar ha entrado en materia con sus consejos al aspirante a presidente. El ex jefe de Gobierno popular ha instado al líder del PP a que derogue “inmediatamente” la ley de memoria democrática si llega al poder, porque “activa los mecanismos del odio”. Aznar también ha emplazado a Casado a hacer una reforma de las pensiones y otra reforma laboral si alcanza La Moncloa.
“La legitimidad de origen de las elecciones democráticas del 77 y con el rey Juan Carlos está hoy en cuestión por la ley de memoria democrática”, ha subrayado Aznar. “Todas esas cosas tienen que ser inmediatamente suprimidas y derogadas. Es una incitación completa al enfrentamiento y al revisionismo absurdo de la historia, no tiene sentido”, se ha quejado. El expresidente ha defendido que él “aprobó muchas normas en torno a las víctimas de la Guerra Civil” durante su Gobierno, pero “desde la concordia”. “No se hace activando los mecanismos del odio”, ha enfatizado.
Más derogaciones y reformas
El listado de derogaciones, reformas y contrarreformas que ha planteado Aznar a Casado ha sido amplio. El expresidente del Gobierno ha insistido, igual que hizo Mariano Rajoy el pasado lunes, en que si el PP llega al poder tiene que aprobar una reforma de las pensiones, porque el “el sistema, tal y como está, no es sostenible”. Como Rajoy, Aznar pide volver a la reforma del PP en el año 2013 que dejó de indexar las pensiones al IPC. “La reforma que se hizo fue una buena reforma. Funcionaba y sostenía el sistema de pensiones”, ha defendido. “Es muy importante decirlo claramente: el mejor sistema de pensiones es el que se puede pagar. El peor es el que explota”, ha zanjado Aznar.
El expresidente popular ha pedido también a Casado una reforma laboral, sin explicar en qué sentido, y una reforma fiscal, sobre la que tampoco ha entrado en detalles. “Cuanto antes recuperemos cierta disciplina fiscal y dejemos de endeudarnos, mejor”, ha reflexionado. También insta al líder del PP a una contrarreforma educativa para acabar con la Ley Celáa.
Aznar ha emplazado a Casado a dar la llamada “batalla cultural” y le ha aconsejado “tener la casa en orden”, lo que podía entenderse como una referencia a la batalla con Isabel Díaz Ayuso por el poder del PP de Madrid, aunque lo ha dicho mientras hablaba de los problemas de España. “Tener un pensamiento estratégico claro, tener ideas claras. Eso se llama ejercer liderazgo”, ha aconsejado a su discípulo.
Casado había buscado con mucho interés el acercamiento de nuevo con su mentor. La última vez que Aznar habló sobre el PP lo hizo para dejar claro que veía al partido en un momento “manifiestamente mejorable”. Era marzo, el PP acababa de sufrir un varapalo en las elecciones catalanas —tres escaños, octava fuerza política en el Parlament— y Casado había anunciado su intención de vender la sede de Génova, 13 para tratar de hacer un cortafuegos con la corrupción que persigue al partido (la sede aún no se ha vendido). Aznar se refirió entonces a los resultados del PP en las catalanas como una “catástrofe” y llamó la atención sobre la ausencia de un proyecto claro. Seis meses después, el escenario pinta mejor para el PP por el impulso de la victoria de Ayuso en Madrid y el declive de Ciudadanos. Ahora, Aznar sí ha accedido a dar un espaldarazo a Casado.
La convención nacional del PP avanza, por otro lado, con varios tropiezos. El expresidente francés Nicolás Sarkozy, invitado estrella este miércoles en el cónclave y a quien Casado puso como ejemplo, ha sido condenado este jueves a un año de prisión por financiación irregular. Algunas fuentes de la dirección reconocen que la presencia de Sarkozy ha sido “fea” y “poco estética”. Además, una de las ponentes en la mesa de “feminismo liberal” afeó este miércoles al partido en pleno debate la poca presencia de mujeres en la convención (apenas son el 25% de las ponentes). Casado se ha defendido este jueves con el argumento de que la coordinadora de la convención es una mujer (Edurne Uriarte) y que en su comité de dirección la mayoría es femenina. “En España ya no hay problema de mujeres, sino todo lo contrario”, ha contrapuesto Casado. “El problema es que no hay buenas mujeres y hombres dirigiendo España”.
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