La justicia belga ordena revisar el juicio sobre la extradición de Valtònyc
La Corte de Casación devuelve el caso al Tribunal de Apelación de Gante para que vuelva a examinar su decisión sobre injurias a la Corona
La Corte de Casación de Bélgica, última instancia judicial del país, ha dado este martes un primer balón de oxígeno a la justicia española en el largo y tortuoso periplo judicial sobre la extradición del rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtònyc. El alto tribunal belga ha rechazado la extradición del músico por dos de los delitos por los que le reclama España (enaltecimiento del terrorismo y amenazas), pero ha pedido al Tribun...
La Corte de Casación de Bélgica, última instancia judicial del país, ha dado este martes un primer balón de oxígeno a la justicia española en el largo y tortuoso periplo judicial sobre la extradición del rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtònyc. El alto tribunal belga ha rechazado la extradición del músico por dos de los delitos por los que le reclama España (enaltecimiento del terrorismo y amenazas), pero ha pedido al Tribunal de Apelación de Gante que revise su decisión sobre el tercero de ellos, el de injurias a la Corona.
El caso deberá por tanto ser examinado de nuevo, aunque solo parcialmente, por el mismo tribunal que ya en diciembre dio la razón a Valtònyc, rechazando la euroorden dictada contra él. “La corte de Casación desestima el recurso de la Fiscalía de Gante por los delitos de enaltecimiento del terrorismo y amenazas y ordena devolver la causa al Tribunal de Apelaciones de Gante para que reformule su decisión solo por el delito de injurias a la Corona”, ha detallado el abogado Gonzalo Boye, miembro del equipo jurídico de Valtònyc, a través de redes sociales, al poco de conocerse la decisión. El juicio sobre su extradición se repetirá con un tribunal formado por jueces distintos a los que ya conocieron el asunto, según han explicado fuentes judiciales a Europa Press.
Arenas, de 28 años, fue condenado por la Audiencia Nacional en febrero de 2017 a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas incluidas en las rimas de temas que había compuesto en 2012 y 2013. Entre otras frases, Valtònyc pronunció algunas como “quiero transmitir a los españoles un mensaje, ETA es una gran nación” o “un pistoletazo en la frente de tu jefe está justificado, o siempre queda esperar a que le secuestre algún grupo”.
En 2018, después de que el Tribunal Constitucional español rechazara su recurso, la justicia española solicitó su ingreso en prisión, pero Valtònyc escapó del país metido en el maletero de un coche para eludir la prisión. Se instaló en Bélgica, donde ya residían el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y otros políticos independentistas reclamados por España. Arrancó así este complejo proceso en el que, hasta ahora, Valtònyc había ganado en primera y segunda instancia, al considerar la justicia que sus canciones estaban amparadas por la libertad de expresión y librándose de una posible extradición.
Desde la defensa del cantante ven “la botella medio llena”, según describe Boye a EL PAÍS. “Nos hemos quitado dos de los delitos ya y ahora toca hablar solo de las injurias a la Corona que es un delito, por definición, vulnerador de derechos fundamentales, por lo que es de aplicación la doctrina expuesta en el caso de Lluís Puig”, añade, en referencia a la causa del exconsejero catalán, también huido a Bélgica y cuya extradición a España rechazó la justicia de este país el año pasado.
El de injurias a la Corona, el delito por el que la Corte de Casación exige que se vuelva a examinar la sentencia, fue quizá el protagonista del caso en el tribunal de Apelación de la ciudad flamenca. Antes de pronunciar su sentencia en diciembre, este órgano elevó una consulta prejudicial al Tribunal Constitucional belga para saber si las ofensas al Rey entran o no dentro de la libertad de expresión en Bélgica. La defensa de Arenas estimaba que una ley de este país de 1847 que castigaba las injurias al rey y a la familia real belgas habría quedado invalidada bajo la lupa de la actual norma fundamental del país. Y así lo consideró finalmente el Constitucional el pasado mes de octubre, llevándose por delante la vieja norma decimonónica y despejando el camino para el tribunal de Gante, que rechazó así la extradición.
El caso Valtònyc ha pasado incluso por el Tribunal de Justicia de la UE, al que acudió también la corte de Apelación de Gante con otra duda: cuando la justicia española emitió la orden de detención europea contra el cantante, lo hizo usando como marco una ley de 2015, más severa que el Código Penal que regía cuando el rapero compuso y publicó las canciones que le costaron su condena firme. El TJUE dictaminó que España debió circunscribirse a la normativa anterior: lo contrario sería aplicar normas sancionadoras de manera retroactiva.
“Siempre a tu lado [...] ¡Mucha fuerza y ánimo!”, ha reaccionado el expresidente catalán, Carles Puigdemont, en redes sociales. Desde su llegada a Bélgica, Valtònyc pertenece al círculo de Waterloo, donde reside Puigdemont, y no es raro verle en la autodenominada Casa de la República, realizando tareas técnicas de apoyo a los políticos catalanes, con quien también comparte la defensa jurídica.