El PP de Feijóo, el peregrino andaluz
Feijóo pacta con Moreno incluso los días en que compartirán a los principales consejeros del nuevo equipo de Génova 13, pensando ya en el siguiente examen electoral y relegando a Ayuso
Alberto Núñez Feijóo, el peregrino andaluz, ha conformado un equipo para mandar en el nuevo PP lleno de dirigentes gallegos de su entorno y conocimiento, pero también con incorporaciones que ha pactado al detalle con el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. Para esta etapa del camino con el que pretende llegar desde la oposición hasta La Moncloa, Feijóo ha abierto una nueva vía en el poder popular que nace en Santiago y se bifurca hacia Sevilla, donde, además, está puesta ya la próxima meta electoral, en teoría este próximo otoño. Feijóo y Moreno han pactado hasta los dos días que compartirán cada semana a los dos consejeros andaluces más relevantes para el presidente de la Junta, Elías Bendodo y Juan Bravo, que se van a hartar de Ave.
En el organigrama que ha presentado este domingo en Sevilla, en la foto final del retrato del PP con el que se quiere arropar, Feijóo ha ofrecido algunas pinceladas de su ya experimentado oficio en la política componedora. Pero también enseñó muchas pistas sobre cuáles son sus preferencias. En el PP saliente de este cónclave mandará Feijóo, que se rodea de dirigentes gallegos y andaluces en los principales cargos. Hombres, experimentados, bragados en la oposición y la gestión, de su confianza y de la Moreno.
Tras avanzar en los días previos, cuándo y cómo quiso, las dos posiciones más relevantes (la secretaría general para la riojana Cuca Gamarra, y el puesto de coordinador general para el andaluz Elías Bendodo), Feijóo se reservó este domingo la comunicación de los cinco nuevos vicesecretarios generales, con pocas sorpresas de fondo y alguna incorporación exótica por imprevisible. Nadie en el PP dudaba de que Feijóo llegaría a Madrid, a Génova 13 y a la política nacional acompañado de Miguel Tellado, un ferrolano encargado hace años del aparato del partido en Galicia y que ahora extenderá esa obsesión por el control de cualquier detalle o nombramiento en favor de su líder pero ya por todo el territorio como vicesecretario de Organización. Era una designación lógica, que el futuro PP de Madrid de Isabel Díaz Ayuso intentó desmontar al proponer a última hora para ese puesto clave al senador y exalcalde de Torrejón, Pedro Rollán. Pero Feijóo no cedió.
El PP de Ayuso se tendrá que contentar con otra pedrea para Rollán, que será el vicesecretario de Política Autonómica y Local. Ayuso, eso sí, será encumbrada por Feijóo como presidenta del PP de Madrid, en el cónclave que tanto reclamó sin éxito a Pablo Casado y que se programará con urgencia, muy probablemente para el fin de semana del 21 y 22 de mayo. La presidenta madrileña argumenta que no ha querido hacer causa de la guerra de sillones concretos; que le requirió a Feijóo sobre los perfiles que necesitaba y que le ofreció, por un lado, el más experimentado y contrastado de Rollán, y por otro, ya para el comité ejecutivo nacional, el de tres dirigentes locales de su cuerda política, con proyección en poblaciones en la periferia de Madrid con mucho caladero de voto. Ayuso ya piensa más que en Feijóo en las elecciones de mayo de 2023.
Moreno entró y salió encantado del 20º congreso del PP en Sevilla. Jugaba en casa y con el árbitro muy partidario. Lleva meses compartiendo con Feijóo su enorme preocupación por la deriva parvularia que temían del PP de Casado. Ese tipo de partido que el exministro popular de Exteriores, José Manuel García Margallo, despellejó con su habitual sarcasmo: “Es normal que los partidos tengan Nuevas Generaciones, pero lo que no es normal es que Nuevas Generaciones tenga un partido”. Moreno se desprendió a medias de su alter ego en Andalucía, el malagueño Bendodo, y del consejero de Hacienda, Juan Bravo, que le cuadró las cuentas y los presupuestos pese a las exigencias de Vox, y que ahora asumirá la vicesecretaría de Economía. Los ayusers sostienen que Bravo es “como el Javier Fernández Lasquetty andaluz”, para atribuirse ese perfil como cercano al del ultraliberal consejero madrileño de esa misma área. El presidente andaluz se ha dejado sustraer dos consejeros, al menos a tiempo compartido y hasta las inminentes elecciones autonómicas, cuando alguno de ellos podría saltar a la política nacional con ambición de ministrable.
Feijóo culminó así el núcleo de su equipo, con los añadidos de los colaboradores más profesionales en los que lleva años confiando el área de la comunicación y su gabinete. Luego emitió un discurso corto, con mensajes muy concisos pero claros, que podrían servir en clave interna y para definir su estilo de hacer oposición al Gobierno de Pedro Sánchez. Pidió esfuerzo, solvencia, propuestas de gobierno, decoro, utilidad y responsabilidad. Y advirtió de que no tolerará “rupturas, minifrentismos, bandos o enemigos”.
El líder del PP cuida al máximo su flanco institucional y su imagen. Tanto, que en tres días de congreso no concedió ninguna rueda de prensa. Prefiere los discursos y las reuniones de Estado. El miércoles le recibirá el Rey y al día siguiente se entrevistará en La Moncloa con Pedro Sánchez.
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