La Audiencia Nacional da hasta el viernes a ‘El Albondiguilla’ para ingresar en prisión por la Gürtel

La Audiencia Nacional ha dado un plazo de 72 horas al exalcalde de Boadilla del Monte (Madrid) Arturo González Panero, alias El Albondiguilla, para que ingrese de manera voluntaria en prisión para cumplir la pena de 36 años y 11 meses que le impuso el tribunal el pasado 8 de abril por su implicación en las actividades ilegales de la trama Gürtel en el municipio donde era regidor. Los magistrados consideran que la elevada pena impuesta y la vinculación de González Panero con un entramado societario en el extranjero y la existencia de un patrimonio no recuperado incrementan “de forma notable el riesgo de fuga”, por lo que rechazan la pretensión del ex cargo público del PP de permanecer en libertad mientras el Tribunal Supremo resuelve el recurso que ha presentado a su condena.

La decisión de los magistrados se produce a petición de la Fiscalía Anticorrupción, que, durante la vistilla celebrada este martes, ha pedido el ingreso “inmediato” en prisión de El Albondiguilla ante el “evidente” riesgo de fuga. En su argumentación, Anticorrupción ha destacado que González Panero, además de carecer de arraigo laboral y familiar, posee un entramado societario fuera de España que podría “facilitar” su huida, además de propiedades en el extranjero sin bloquear. La Fiscalía ha recordado que en 2012, cuando la investigación del caso Gürtel estaba ya en marcha, el exregidor transfirió más de 700.000 euros que tenía depositados en cuentas suizas para evitar que fueran intervenidos. A la petición del ministerio público se han adherido la Abogacía del Estado y la acusación ejercida por el Ayuntamiento de Boadilla.

Por contra, la defensa del exalcalde ha pedido que su cliente siguiera en libertad, al considerar que no había riesgo alguno de fuga. Como supuesta prueba de ello ha esgrimido la comparecencia de El Albondiguilla a la vistilla de este martes. El propio González Panero ha tomado la palabra para asegurar que ha intentado reparar el daño causado pidiendo dinero a prestamistas, “pero las condiciones [de estos] no eran admisibles”. También ha negado que, como aseguraba la Fiscalía, careciera de arraigo laboral al afirmar que trabaja de asesor energético y que tiene cerca de 150 clientes. Además, ha alegado que, en la actualidad, vive con sus padres, “que son mayores y están enfermos”, y tiene dos hijas “con las que va al gimnasio y a las que lleva a la universidad”.

En el auto por el que finalmente han ordenado el ingreso en prisión del exalcalde, los magistrados señalan que estos argumentos son “netamente insuficientes para desterrar el riesgo intenso de fuga” e, incluso, contradictorios, lo que hace “dudar seriamente” al tribunal de la “sinceridad” de El Albondiguilla y su intención real de hacer frente a sus responsabilidades. El tribunal considera que la elevada pena a la que fue condenado y el hecho que detrajera la elevada cantidad de dinero depositada en Suiza “de la que no ha tenido más noticias y ha eludido explicar de un modo satisfactorio” son elementos suficientes para ordenar su ingreso en prisión. “El riesgo de huida en este momento y durante la tramitación del recurso es máximo”, recalcan los magistrados en su auto, en el que solo admiten la petición de la defensa de dar tres días, hasta el próximo viernes, para que el exalcalde ingrese en prisión.

En la sentencia en la que le condenaron, el tribunal ya fue concluyente sobre González Panero, del que llegaban a asegurar que puso su cargo de alcalde “a disposición del grupo de [Francisco] Correa [cabecilla confeso de la trama Gürtel] a cambio de ser remunerado por ello”. El fallo detallaba que El Albondiguilla fue, entre los años 2000 y 2009, presidente local del PP, “ejerciendo su influencia sobre funcionarios y empleados para conseguir que las adjudicaciones se concedieran conforme a los intereses de [la trama]”. La sentencia, de hecho, impuso al exregidor la pena más alta de los 21 condenados en esta pieza del caso Gürtel. En el fallo, los magistrados echaban por tierra el intento de González Panero de atenuar la pena mediante una confesión de última hora que el tribunal consideró que llegó tarde y que no era creíble.