Yolanda Díaz inicia la gira de su proyecto para las elecciones generales y reclama un nuevo contrato social con el ámbito rural

La vicepresidenta Yolanda Díaz ha inaugurado al mediodía de este jueves en Galicia un curso político crucial, marcado por las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo y la conformación de su propio proyecto político en un contexto de incertidumbre económica que deja obsoleta cualquier previsión. Rodeada de naturaleza, en el corazón de O Courel (Lugo) y tras visitar la montaña arrasada por los incendios de este verano, la titular de Trabajo, que en los últimos días ha acentuado un perfil independiente y ha elevado la tensión con la patronal, ha reiterado su llamamiento a la CEOE para que “vuelva a estar a la altura” y se siente de nuevo en la mesa de negociaciones para subir los salarios. En el arranque de la gira por España de Sumar, la plataforma que impulsa, Díaz ha pedido “un nuevo contrato social con el [ámbito] rural”. Con una intensa agenda de aquí a final de año, la vicepresidenta se dispone a combinar en los próximos meses la acción institucional con el liderazgo de su iniciativa, que deberá ver la luz en las generales de 2023. Los obstáculos son múltiples —también internos— y el escenario convulso marcado por la elevada inflación (10,4% en agosto) desatada tras el conflicto en Ucrania amenaza con complicarlo todo aún más.

Díaz volvió hace una semana del descanso estival y en los últimos días ha agitado el inicio del curso. Empatizó con las movilizaciones alentadas por los sindicatos y acusó a la CEOE de “no estar a la altura” de su país al “bloquear” las negociaciones sobre los convenios colectivos y negarse a subir los salarios. Después de que este jueves Pedro Sánchez, en una entrevista en la Cadena SER, respondiese a sus palabras al sentenciar que los agentes sociales “han estado a la altura en toda esta legislatura”, la dirigente gallega ha evitado discrepar con él. “Coincidimos el presidente y yo”, ha interpretado. “Han estado a la altura, pero ahora no lo están haciendo. (...) Los sindicatos tienen razón y están defendiendo el interés general”, ha añadido. En esta semana, también Díaz afirmó que el Ejecutivo no ha incluido el aumento de la partida militar —al que UP se opone— en el techo de gasto, sugiriendo que tampoco estará en los próximos Presupuestos a pesar de que Sánchez lo anunció tras la cumbre de la OTAN celebrada el pasado junio en Madrid y ha vuelto a confirmarlo en su entrevista. “Nuestra posición es conocida”, ha sorteado la polémica la ministra.

Antes del acto, que se ha desarrollado en los exteriores de la Fundación Uxío Novoneyra, poeta gallego imprescindible (1930-1999) que vinculó su obra al entorno natural de la comarca, la vicepresidenta ha pedido “un nuevo contrato social entre el rural y lo urbano”, que “cambie el modelo productivo” hacia una agricultura y una ganadería “extensiva” y abordar, a su vez, la transición alimentaria. Pero ha lanzado una advertencia: “No se pueden diseñar esas políticas públicas desde las capitales. Tenemos que hacerlo desde aquí”. Acompañada, entre otros, del cineasta Oliver Laxe (director de O que arde) y de la familia Novoneyra, a la que Díaz conoce desde niña por la amistad de su padre, el líder sindicalista Suso Díaz, con el poeta, la ministra ha aprovechado para visitar el área de montaña afectada por el fuego, que el Gobierno declaró la semana pasada zona catastrófica después de que más de 11.000 hectáreas ardieran en Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón el mes pasado. En un encuentro con expertos y profesionales de la extinción, la prevención y la política forestal con un claro componente cultural, la titular de Trabajo ha recitado en su intervención poemas de Novoneyra: “Chove pra que eu soñe” y en Sumar soñamos y vamos a cambiar el país”, ha alentado.

Desafíos

Los desafíos, sin embargo, se multiplican para la vicepresidenta en estos meses. En el plano institucional, además de abordar en primera línea las negociaciones para la subida del salario mínimo y la conformación de las Cuentas del próximo ejercicio, debe culminar dos nuevas leyes de su ministerio: la regulación de las trabajadoras del hogar, que establece el cobro de la prestación por desempleo, y el Estatuto del Becario, para fijar las prácticas retribuidas y la cotización a la Seguridad Social de aquellos jóvenes que se incorporen al mercado laboral por esta vía. En paralelo, Díaz tiene que desplegar su proyecto político.

De aquí a final de año, la vicepresidenta se acercará a la sociedad civil y dejará para 2023 la conversación con los partidos, la parte más conflictiva del proceso. El papel de las fuerzas políticas es una de las incógnitas fundamentales. Mientras Izquierda Unida, Catalunya en Comú o el PCE ya han dado su respaldo explícito a la ministra, Podemos se ha desmarcado al asegurar que no se integrará en la plataforma, sino que buscará una coalición electoral con ella. “No me interesa nada que tenga que ver con una sopa de siglas. Esto ya lo hemos visto en Castilla y León y Andalucía. Vamos a hacer una plataforma ciudadana”, respondió Díaz esta semana. En un momento de fuerte tensión entre Podemos e IU, las negociaciones para la conformación de candidaturas locales y autonómicas pondrán a prueba la estabilidad del grupo. Este jueves, entre los asistentes al acto se encontraba el coordinador de la formación de Ione Belarra en Galicia, Antón Gómez-Reino, y concejales de las mareas gallegas en Santiago y A Coruña.

Si bien la hoja de ruta de Sumar no se ha hecho pública aún, a partir de ahora la ministra intensificará su agenda. El próximo encuentro será el viernes día 9 en Bilbao, según ha anunciado Díaz. Fuentes de la plataforma señalan que está previsto que se desarrollen actividades prácticamente todas las semanas hasta diciembre, y será este mismo mes cuando presente los grupos de trabajo encargados de sintetizar las propuestas recogidas en los encuentros sobre cada materia, que conformarán la base del nuevo proyecto. El objetivo, recuperar a un votante desencantado, cuyo apoyo es ya imprescindible para evitar el ascenso a la Moncloa del PP de Alberto Núñez Feijóo.