El incendio forestal de Granada queda extinguido tras prender hace 27 días
Aún se investigan las causas del fuego de Los Guájares, que ha quemado más de 5.100 hectáreas y llegó a alcanzar los 150 kilómetros de perímetro
El incendio forestal que se inició poco antes de las dos de la tarde del 8 de septiembre en Los Guájares (1.000 habitantes, Granada) ha sido dado por extinguido de manera oficial aproximadamente a esa misma hora de este miércoles, 27 días después. El fuego avanzó sin control durante cinco días hasta que fue estabilizado. Desde ese momento, trabajadores del Infoca, el servicio de extinción de incendios forestales de Andalucía, se han mantenido sobre el terreno hasta apagar el fuego por completo, algo que se ha conseguido hoy. El incendio ha quemado 5.194 hectáreas, ha informado el Infoca, de cinco municipios. El consejero de Medio Ambiente andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, ha intervenido en el Parlamento de Andalucía y ha cifrado el perímetro del fuego en 150 kilómetros, de los que el 43% es terreno arbolado y matorral y el resto, pastos, terrenos agrícolas y de otros usos, según informa Europa Press.
El fuego comenzó aquel 8 de septiembre en un sitio que la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) ya había determinado con exactitud un par de días después de su inicio. Se trata de un “punto a unos centímetros de una curva concreta de la carretera que une los pueblos de Guájar Faragüit y Guájar Alto”, informó a este periódico Antonio Aguilar, responsable de las BIIF. A la vez, los agentes descartaron que se hubiera producido por motivos naturales y solo quedaba por determinar si era intencionado o debido a una negligencia. Con el fuego ya extinguido, fuentes de Medio Ambiente insisten en que aún se está investigando la causa. Los alcaldes de los cinco municipios afectados —Los Guájares, el Valle, Albuñuelas, El Pinar y Vélez de Benaudalla— han solicitado la declaración de zona catastrófica, lo que permitirá a los ayuntamientos y a los propietarios de terrenos o de fincas agrícolas y ganaderas afectadas conseguir ayudas y compensaciones económicas extraordinarias.
El incendio, según explicó a este diario Antonio Aguilar, estuvo a punto de extinguirse a los pocos minutos de iniciarse. Unos agentes forestales jubilados acudieron al lugar donde comenzó e intentaron apagarlo. Cuando estaban a punto de conseguirlo, se les descontroló. Los siguientes cinco días, hasta el martes a media mañana, fueron un sinvivir para los habitantes de la zona y para las 300 personas y más de 20 medio aéreos involucrados en la extinción. El entorno no puso nada de su parte: se trata de un área muy escarpada, sin caminos y, según contaban los brigadistas, con arena suelta que hacía difícil el ascenso por las laderas. Además, se trata de unos parajes especialmente azotados por el viento, a medio camino entre la costa granadina y la capital. Así, el fuego tan pronto parecía casi controlado como se reavivaba.
Y en un momento de relativa calma, llegó el momento crítico, el lunes 12 de septiembre al llegar la noche. Poco después de las ocho de la tarde de aquel lunes, el fuego iba remitiendo. Excepto algún cortijo de la sierra, hasta entonces no había existido peligro para personas o áreas pobladas. Pasadas las nueve, un cambio en los vientos acercó hasta 80 o 100 metros las llamas a Ízbor, una población de 150 habitantes, y a Acebuches, un núcleo cercano con apenas 20 personas. Ambos están en la ladera de una montaña y el fuego ya comenzaba su bajada hacia las viviendas cuando su alcalde recorrió ambos núcleos invitando a quien pudiera irse a que se fuera. Nadie, o apenas nadie, durmió aquella noche allí. Al día siguiente, a media mañana, pudieron volver a sus casas que no se vieron finalmente afectadas por el fuego. Además de esas dos localidades, otras quince personas que habitaban edificaciones rurales próximas fueron desalojadas aquel mismo día.
En su comparecencia parlamentaria, el consejero Fernández-Pacheco ha anunciado la creación de un grupo de trabajo que incluirá alcaldes de los municipios afectados, científicos de la Universidad de Granada y profesionales del Infoca con el objetivo de “adoptar las decisiones oportunas a la hora de elaborar diferentes propuestas para recuperar” las zonas quemadas. Hasta el momento no se han hecho ha realizado informes detallados de la flora o fauna perdidas, aunque algunas asociaciones ecologistas se han ofrecido a los alcaldes para colaborar en la restauración del terreno quemado.
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