El PP usa el asalto violento a las instituciones brasileñas para atacar a Pedro Sánchez

El PP, principal partido de la oposición, apenas ha tardado unas horas en reaccionar al ataque violento a las instituciones sucedido este domingo en Brasil, donde miles de seguidores del ultraderechista Jair Bolsonaro han asaltado las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, exigiendo una intervención militar para echar a Luiz Inácio Lula da Silva del poder, que tomó posesión hace una semana. La secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, se ha encargado de lanzar uno de los primeros mensaje a través de las redes sociales, que no ha aprovechado para condenar los actos, sino para cargar contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

En un mensaje de Twitter, difundido también por la cuenta oficial de la formación, Gamarra se ha dirigido así al jefe del Ejecutivo: “Contigo, en España esto ahora es un simple desorden público…”, en referencia a las recientes reformas del Código Penal impulsadas por el Gobierno. Sin embargo, esas modificaciones no implican un cambio en el delito de rebelión, que sigue vigente en España y que castiga a quienes “se alzaren violentamente y públicamente para cualquiera de los fines siguientes”, como “derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución” o “sustituir por otro el Gobierno de la nación”. Para estas acciones se prevén penas de hasta 30 años de prisión.

La popular respondía con ese tuit a un mensaje previo de Sánchez, que decía: “Todo mi apoyo al presidente Lula y a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática”. La presidenta del Parlamento español, Meritxell Batet (PSOE), se había pronunciado también en la misma línea que el presidente: “Sigo con preocupación las noticias del asalto al Congreso, al Palacio presidencial y a la sede del Poder Judicial de Brasil. Quiero trasladar mi apoyo y solidaridad a Lula y a las autoridades brasileñas ante este ataque intolerable a las instituciones y a la democracia”.

Casi una hora después del primer mensaje de Gamarra se ha pronunciado el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a través de otro mensaje de Twitter, sin ninguna referencia a Lula: “Manifestamos nuestro apoyo al pueblo brasileño y hacemos un llamamiento al inmediato restablecimiento del orden constitucional. No se puede ceder ante los populismos y la radicalidad, que intentan socavar el respeto a las instituciones, la democracia y las libertades públicas”. Posteriormente, Gamarra ha puesto otro tuit donde afirma: “El golpismo no tiene cabida en ningún lugar. Recordemos lo frágiles que también son las democracias y la obligación de fortalecerlas y protegerlas”.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha considerado “lamentable” este lunes que Gamarra “no tuviera nada que decir en apoyo a la democracia en sus primeras manifestaciones”, “ni de rechazo a la ultraderecha y a los movimientos ultraderechistas” . El responsable de las relaciones diplomáticas del país se ha expresado en términos muy similares en dos intervenciones en Onda Cero y la Cadena Ser. Las manifestaciones de la número dos del PP, a juicio de Albares, demuestran que el principal partido de la oposición “no tiene nada que decir en política exterior” y ha hecho hincapié en que esta situación se observa en un país como España que está “a algo más de cinco meses” de ostentar la Presidencia del Consejo de la Unión Europea.

Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, también usó este domingo las redes sociales para manifestar su postura: “La democracia nunca está garantizada. Por eso es tan importante protegerla de sus enemigos con una legislación a la altura, que castigue duramente a sediciosos golpistas. Nuestra rotunda condena al asalto a las instituciones en Brasil”. Pasadas las 22.40 del domingo, la fuerza ultraderechista Vox, aliada de Bolsonaro y socia del PP en el Gobierno de Castilla y León, no había emitido ningún mensaje en su cuenta de Twitter sobre el asalto a las instituciones brasileñas. Tampoco lo había hecho su líder, Santiago Abascal.