El PP de Feijóo busca entre tensiones cómo desmarcarse de los excesos de Vox
El entorno del líder popular afirma sobre el acuerdo pactado con los ultras sobre el aborto que “quien tiene que dar explicaciones es el Gobierno de Castilla y León”
Alberto Núñez Feijóo no se ha pronunciado aún sobre el polémico acuerdo anunciado por el PP y Vox en el Gobierno de Castilla y León sobre medidas antiabortistas. Sin embargo, en su entorno sí salieron al paso de la nueva crisis con sus socios ultras en ese territorio para desmarcarse de la medida. Al conocerse la noche del viernes que Castilla y León instará a los médicos a ofrecer a todas las embarazadas las medidas pactadas con Vox, fuentes de la dirección nacional del PP afirmaron que “quien tiene que dar explicaciones es el Gobierno de Castilla y León”. La relación del PP de Feijóo con Vox sigue siendo tensa, no está resuelta y se vaticina aún más complicada en este año electoral, en el que todas las encuestas reflejan que tendrán que coaligarse si quieren tener alguna opción de gobernar frente a Pedro Sánchez. El líder ultra, Santiago Abascal, no para de lanzar guiños a Feijóo, quien ya no sabe cómo eludirlos. El PP y Vox negocian cómo concurrir juntos a otra manifestación contra Sánchez en la plaza madrileña de Colón el día 21 de este mes.
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, aseguró a este diario el viernes por la noche que la instrucción pactada con Vox es que la Junta “instará” desde el lunes a los sanitarios a que ofrezcan a las embarazadas, incluidas las que quieran abortar, la posibilidad de escuchar el latido del corazón del feto, recibir asistencia psicológica y acceder a una ecografía 4D. Tras dos días en silencio, el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha negado el objetivo antiabortista del protocolo. El consejero de Sanidad afirma que la opción de escuchar el latido fetal, una ecografía 4D o asistencia psicológica se planteará a todas las mujeres encintas, incluidas las que deseen abortar.
El dirigente popular más claro y contundente contra Vox y las nuevas medidas antiabortistas pretendidas y anunciadas por portavoces de los dos partidos en la Junta de Castilla y León el jueves resultó ser el nuevo fichaje de Feijóo como portavoz de su campaña de las elecciones locales del 28-M, Borja Sémper. “No estamos dispuestos a tragar con cualquier cosa”, enfatizó por televisión el viernes. Y alertó: “El PP cuando no esté de acuerdo en algo lo va a decir”. Este aviso se tomó en el Partido Popular como una declaración de intenciones y de estrategia del entorno de Feijóo para intentar diferenciarse en lo que queda de este año electoral de futuras y previsibles nuevas diferencias con Vox en otros ámbitos.
El jueves, cuando se conoció el acuerdo anunciado por el vicepresidente de Vox en Castilla y León, Juan Gallardo, nadie en la cúpula del PP quiso pronunciarse. Tardaron varias horas en enterarse bien del contenido de las medidas, escucharon las declaraciones del dirigente ultra y constataron con preocupación que a su lado había comparecido también el consejero portavoz del PP en la Junta. El viernes, tras el mutismo inicial de Feijóo y su equipo, solo la diputada nacional encargada de esos asuntos, Sandra Moneo, llamó directamente al consejero de Sanidad de esa comunidad, el también popular Alejandro Vázquez, para enterarse de primera mano si iba a cambiar algo en los protocolos establecidos por esa Consejería en relación con las prácticas del aborto. El consejero le aseguró que no. Horas después, Vázquez señaló a este diario que el lunes entrará en vigor el protocolo por el que la Junta instará a los sanitarios a ofrecer a las mujeres las medidas.
Miembros de la dirección nacional muy próximos a Feijóo, que, sin embargo, no llamaron directamente al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, sí aprovecharon las declaraciones públicas de Sémper para adherirse a su postura. Ratificaron que “ni se comparten ni se van a llevar a cabo” las medidas antiabortistas expuestas en rueda de prensa por el vicepresidente de la Junta de Vox. Y abundaron en que la posición del PP sobre este delicado y siempre conflictivo asunto del aborto, cuya ley han recurrido hace 12 años al Tribunal Constitucional, es “clara y pública, contundente y rotunda”. En el PP nacional mantienen que, pese a las medidas avanzadas desde Valladolid, en realidad en los protocolos establecidos en su Consejería de Sanidad no hay ningún cambio ni ninguna obligatoriedad que se vaya a exigir a las mujeres para abortar en ese territorio. Pero sí se indicó que, tanto en esa región como en otras, los abortos y las demás actuaciones relacionadas con las medidas antiabortivas o la natalidad “no las llevan a cabo políticos, sino médicos”.
El portavoz nacional de la campaña para el 28-M, Borja Sémper, sí indicó en varias entrevistas el jueves que son “perfectamente compatibles” las políticas de fomento de la natalidad, como las que persigue también en Madrid Isabel Díaz Ayuso. La presidenta popular anunció el viernes la creación de un teléfono de información para embarazadas “a favor de la vida”, con “el respeto a la libertad de la mujer”. Sémper, precisamente en Telemadrid, lanzó un largo discurso en favor de reforzar la libertad de la mujer en estos casos y concluyó que en esos supuestos lo que hay que hacer es “respaldar y dar más cariño y atención” a las mujeres.
El discurso más empático y comprensivo de Sémper sobre el aborto, distanciándose claramente de las medidas restrictivas de Vox, forma parte de la estrategia que se pretende aplicar a partir de ahora cuando surjan diferencias ideológicas y culturales notables con la formación ultra. Un escenario complicado de manejar, que ni Feijóo ni su antecesor, Pablo Casado, han conseguido resolver bien hasta ahora. Todas las preguntas sobre Vox, sus propuestas más radicales y algunas de sus demandas, continúan generando “tensión” en la cúpula popular.
“No acogotarnos”
“Nuestra idea frente a Vox es no tenerles miedo y no acogotarnos cuando Vox diga una barbaridad. Ya sabemos que ellos juegan a tensionar y van a mantener esa presión todo este año electoral, como ha sucedido ahora otra vez en Castilla y León, pero nosotros tenemos que estar a nuestro libro y no dejar que nos abran debates que no están en nuestra agenda”, explican en el entorno directo de Feijóo para esta campaña. En el PP aún aspiran a alcanzar en las próximas elecciones generales alrededor de 140 escaños para gobernar en solitario sin Vox. El líder ultra, Santiago Abascal, tiene otra idea, que le remitió de nuevo el viernes a Feijóo: “Vox también prefiere ganar con mayoría absoluta y no pactar con el PP, pero la realidad seguramente sea otra. La realidad la van a marcar los españoles en las sucesivas citas electorales”.
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