Sánchez garantiza ante la CEOE que cualquier acuerdo para su investidura respetará “la letra y el espíritu” de la Constitución
El presidente critica a Feijóo por perder el tiempo y dice que en cuanto pueda se pondrá con su “investidura auténtica”
Pedro Sánchez no quiere dar ningún detalle sobre su negociación con los independentistas catalanes, según diversas fuentes de su entorno, porque eso la perjudicaría y podría arruinarla. La prioridad absoluta es lograr la investidura, y las explicaciones se están dejando para más adelante, algo que abre la puerta a que las críticas de la oposición ocupen el espacio político. El presidente y los suyos ni siquiera pronuncian la palabra amnistía, aunque...
Pedro Sánchez no quiere dar ningún detalle sobre su negociación con los independentistas catalanes, según diversas fuentes de su entorno, porque eso la perjudicaría y podría arruinarla. La prioridad absoluta es lograr la investidura, y las explicaciones se están dejando para más adelante, algo que abre la puerta a que las críticas de la oposición ocupen el espacio político. El presidente y los suyos ni siquiera pronuncian la palabra amnistía, aunque parece evidente que es lo que se está negociando. Sin embargo, Sánchez, que llevaba casi dos semanas sin apariciones públicas porque contrajo covid, ha roto este viernes su silencio para tratar de tranquilizar a los sectores progresistas que puedan estar más inquietos con las concesiones al independentismo que tenga que hacer el PSOE para lograr la investidura. Sin muchas precisiones, el presidente ha garantizado que el pacto que se logre respetará “la letra y el espíritu” de la Constitución. Además, lo ha dicho ante un auditorio especial, la cúpula del empresariado, en un acto en la sede central de la CEOE para presentar un documento estratégico de la presidencia española de la UE en el que se analiza cómo reforzar la industrialización europea para garantizar una mayor autonomía y competitividad.
La cúpula del PSOE y del Gobierno ve cómo arrecian las críticas por la amnistía sin que haya aún ningún papel encima de la mesa. Se sienten atados porque no pueden explicar la negociación ni marcar líneas rojas cuando aún están buscando esos límites en sus conversaciones con los independentistas. Nadie sabe cómo acabará la negociación, y sería demasiado riesgo entrar ahora en ese choque. Pero Sánchez ha querido tranquilizar a los suyos y convencerlos de que sí hay un límite clarísimo, que es la Constitución, y de que el PSOE, un partido central en el pacto constitucional, no hará ninguna locura.
Después de criticar con dureza a Feijóo por hacer “perder el tiempo” a los españoles, Sánchez ya se ha colocado en el escenario de su investidura, y ha tratado de explicar las líneas maestras de lo que pretende hacer. “Les garantizo que, si no prospera la investidura en marcha, como ya da por descontado el propio candidato, y si recibo el encargo del jefe del Estado, me dedicaré en cuerpo y alma a lograr una investidura auténtica. Y no perderé tiempo en gestos vacíos. Me dedicaré a dialogar con el resto de fuerzas políticas, pero también con la sociedad civil, para tejer alianzas y poner en marcha un proyecto político en positivo. Un proyecto de progreso y de convivencia, que garantice la estabilidad del país y que sea plenamente coherente con la letra y el espíritu de la Constitución española”.
Sánchez empieza así a construir la base del discurso con el que defenderá la necesidad del pacto con los independentistas para frenar la entrada en La Moncloa a la derecha con la ultraderecha. Su idea es que él dirigirá la España posible, la que puede poner de acuerdo a muchos grupos y arreglar el problema territorial, frente a un PP-Vox que para él supone “volver a tiempos oscuros”. El líder del PSOE no cita la amnistía, pero sí plantea esas líneas maestras de su propuesta. “Un proyecto conciliador, basado en la ciencia y en los valores, las necesidades y las aspiraciones de la mayoría social. Un proyecto que mirará a los próximos meses, pero también a las próximas décadas, y que las unirá en una estrategia coherente que ha sido avalada por académicos, por la Comisión Europea y, más recientemente, por las urnas. Un verdadero proyecto para que España siga avanzando y no retroceda a tiempos oscuros”.
El líder del PSOE ha sido especialmente duro con Feijóo, y ha tratado de atraer a los empresarios, un sector siempre difícil para los socialistas, a su lado: “No tenemos tiempo que perder. Este auditorio está integrado en su mayoría por mujeres y hombres que conocen el valor del tiempo”. “El tiempo es oro. Se entiende mal la descomunal pérdida de tiempo de un candidato que ha sometido al país a un periodo tan largo de parálisis. Un periodo en que el candidato parece más empeñado en impedir otra investidura que en lograr la suya. El tiempo no es de tal o cual candidato: es de todos los españoles. Y España tiene cosas importantes y urgentes que resolver y no tiene por qué perder tiempo caprichosamente”, ha rematado Sánchez.
El PSOE tiene claro que la estrategia del PP pasa por generar un clima irrespirable que haga muy difícil negociar la investidura de Sánchez, que estreche los límites de los negociadores socialistas o suba el precio de los independentistas, para así intentar forzar una repetición electoral que le daría una segunda oportunidad a Alberto Núñez Feijóo de alcanzar con Vox, CC y UPN los 176 escaños que necesita ―ahora tiene 172―. Sánchez, explican en su entorno, está acostumbrado a este tipo de presiones fuertes, que ya vivió en 2019, cuando la presión sobre ERC o sobre Teruel Existe estuvo a punto de dar al traste con su investidura. La resistencia del líder del PSOE es la base de su relato épico, no en vano tituló así su único libro. Nadie sabe cómo acabará la negociación, pero en el entorno del presidente tienen muy claro que el líder está dispuesto a resistir la presión y buscar esa investidura, aunque el límite está claro: el texto constitucional.