Feijóo, sobre los cambios en el PP: “Empezamos una nueva etapa, tiene que haber ajustes”
El presidente popular alega que pactó con Vox en Extremadura y en la Comunidad Valenciana para evitar nuevas elecciones y acusa a Armengol de haber llamado a La Moncloa para fijar la fecha de su investidura
Tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo y ya con Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno, el PP ha empezado a atender asuntos de organización interna que quedaron en suspenso antes de las elecciones del 23-J. “Haremos los ajustes que corresponda en el Congreso, en el Senado y en el partido. Empezamos una nueva etapa y tiene que haber ajustes”, ha dicho Feijóo este miércoles, en una entrevista en Onda Cero. El PP condiciona los tiempos de esos ajustes a la evolución de las negociaciones de Pedro Sánchez para intentar atar su propia investidura. En caso de que la legislatura siga su curso, con el dirigente socialista investido, Feijóo hará después esos “ajustes”. El líder del PP no ha confirmado si la actual portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, seguirá ejerciendo ese cargo.
Feijóo llegó hace año y medio a un partido patas arriba, después de la guerra sin cuartel que mantuvieron la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el entonces líder popular, Pablo Casado. El nuevo presidente acometió algunos cambios en el comité de dirección, pero otras decisiones de calado las dejó para cuando las aguas estuvieran más tranquilas. E incluso perpetuó a figuras muy próximas a Casado, como hasta ese momento había sido Gamarra, que permaneció como portavoz parlamentaria. En el Senado, Javier Maroto quedó también al frente de la portavocía, que abandonó el pasado agosto para ocupar la vicepresidencia de la Cámara alta. El senador andaluz Javier Arenas fue nombrado en su lugar de manera provisional.
Al margen de las portavocías de las Cortes, Feijóo ha confirmado este miércoles que habrá asimismo “ajustes” en el seno del partido. Fuentes de la dirección inciden en que todo dependerá de si hay repetición electoral o no. Donde sí han empezado ya a mover ficha es en los territorios. El Partido Popular tiene pendiente celebrar congresos en varias comunidades autónomas, cuya convocatoria quedó en suspenso por el adelanto de las elecciones generales del 23-J, según explican fuentes de la dirección. Un impasse que ha terminado ahora tras la investidura fallida de Feijóo. “Estamos trabajando, no vamos a parar”, añaden otras fuentes sobre la preparación de esos congresos en País Vasco, Cataluña, Asturias o La Rioja. Eso sí, la cúpula ha fijado como prioritarios aquellos territorios con elecciones autonómicas más próximas, como el País Vasco, a corto plazo, y Cataluña, después. De ahí que ya este martes se hiciera público que Carlos Iturgaiz dejará la presidencia del PP vasco en noviembre, en un congreso previsto para el día 4, y en el que se espera que salga elegido el diputado alavés Javier de Andrés, al contar con el apoyo de Feijóo.
“Pacté con Vox para no repetir elecciones”
Feijóo y el presidente de Vox, Santiago Abascal, coincidirán el domingo durante la manifestación contra la concesión de una eventual amnistía a los implicados en el procés que ha convocado Sociedad Catalana en Barcelona. El líder del PP ha rehuido confirmar si compartirá o no foto con Abascal durante la protesta, a la que ha dicho que acude como un “ciudadano más”. Los dirigentes coincidirán en Barcelona por primera vez desde que se escenificó en el Congreso, durante el debate de investidura, un nuevo entendimiento entre ambos. Aunque Feijóo ha intentado desligarse durante la entrevista de sus alianzas con Abascal. “¿Yo quiero pactar con Vox? Evidentemente que no. Pero antes de repetir elecciones en Valencia y en Extremadura, pensamos que era mejor asumir, a pesar de que estuviésemos en campaña electoral [del 23-J], el desgaste y darle un Gobierno estable a Extremadura y a Valencia”, ha dicho el líder popular. “¿Y eso nos ha podido costar 10 diputados? Pues evidentemente. Siempre tenemos la posibilidad de pactar con Junts”, ha remachado.
Pero esa afirmación no es del todo exacta. En el caso de Extremadura, por ejemplo, según el estatuto de la comunidad —y tal como se indica en su artículo cuatro—, de no obtener mayoría absoluta el candidato o candidata que se presente en una primera votación, se procederá a una nueva votación 48 horas después de la primera en la que se requerirá mayoría simple. El procedimiento podrá repetirse, con los mismos o diferentes candidatos, cuantas veces lo considere oportuno el presidente de la Asamblea. Si en el plazo de dos meses a partir de la primera votación ninguno de los candidatos hubiera sido elegido, la Asamblea quedará disuelta y el Presidente de la Comunidad Autónoma en funciones procederá a convocar nuevas elecciones, informa Manuel Viejo. Por tanto, el pacto del PP y Vox en Extremadura podría haberse pospuesto a después de las 23-J, o al menos estirar el plazo más tiempo, como así ocurrió en Aragón y en la Región de Murcia, cuyos acuerdos se alcanzaron después de las elecciones generales y ya al borde de la convocatoria de nuevos comicios.
En cuanto a la Comunidad Valenciana, también había un margen de dos meses desde una investidura fallida hasta la convocatoria de nuevas elecciones. Pero es que además allí el PP acortó los plazos todo lo que pudo para celebrar el debate de investidura de Carlos Mazón cuanto antes, según fuentes parlamentarias. El ahora presidente valenciano, de hecho, cerró un acuerdo con Vox exprés y en tan poco tiempo —con unos postulados genéricos y asumiendo conceptos de los ultras como la “violencia intrafamiliar” en lugar de “de género”—, que hasta sorprendió a la dirección nacional del PP, informa Ferrán Bono.
Sobre su investidura fallida, celebrada la semana pasada, 35 días después de recibir el encargo del Rey, Feijóo ha acusado a la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, de haber consultado con el Gobierno antes de decidir la fecha del debate del candidato popular. “Yo le pedí ocho días, y me dijo: ‘He hablado con Moncloa, te propongo el 26 de septiembre’. ¡Y el PSOE me dice que he perdido el tiempo!”, ha afirmado el líder del PP durante la entrevista. Sin embargo, Feijóo escribió a Armengol el 22 de agosto una carta a la que accedió EL PAÍS y en la que le pidió un “tiempo prudencial” y le recordó que en las últimas legislaturas los candidatos habían tenido “33, 46 o 24 días”. Fueron al final 35 días, la media de esos tres plazos. Feijóo ha cargado a su vez contra la presidenta del Congreso por no fijar la celebración del debate de investidura de Sánchez ya. “Ahora resulta que no hay plazo. Debe dar el plazo, a mí me lo dio en 24 horas”, ha remachado.
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