La Guardia Civil alerta a sus agentes sobre los riesgos al manipular eventuales alijos de fentanilo

Difundido un tríptico con recomendaciones para evitar intoxicaciones en operaciones para la aprehensión de esta devastadora droga en previsión de que pueda llegar a España

Pastillas de fentanilo incautadas el pasado verano en el puerto de San Diego (EE UU).Europa Press/Contacto/Craig Kohl

La Guardia Civil se prepara ya para la hipotética llegada a España de alijos de fentanilo, una devastadora droga cuyo consumo causa estragos en Estados Unidos. La Unidad Técnica de Policía Judicial del instituto armado ha elaborado un tríptico con información básica para los agentes que contiene advertencias sobre los riesgos de manipular esta sustancia durante las operaciones que desemboquen en aprehensiones de esta droga. El documento, que recoge las directrices de...

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La Guardia Civil se prepara ya para la hipotética llegada a España de alijos de fentanilo, una devastadora droga cuyo consumo causa estragos en Estados Unidos. La Unidad Técnica de Policía Judicial del instituto armado ha elaborado un tríptico con información básica para los agentes que contiene advertencias sobre los riesgos de manipular esta sustancia durante las operaciones que desemboquen en aprehensiones de esta droga. El documento, que recoge las directrices de la Oficina contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidad (UNODC en sus siglas en inglés), alerta a los agentes del riesgo de que en su actuación con alijos de fentanilo puedan sufrir una sobredosis por “inhalación, exposición dérmica, ingestión accidental o exposición percutánea [pinchazo]” y señala la necesidad de utilizar equipos de protección para realizar registros a personas, vehículos, equipajes, locales o laboratorios clandestinos. El folleto destaca que esta droga “puede ser mortal hasta en pequeñas dosis”. En España no se ha aprehendido hasta ahora ningún alijo de esta sustancia.

El fentanilo es un medicamento que, según destaca el tríptico de la Guardia Civil, es 50 veces más potente que la heroína y 100 más que la morfina. Desarrollado para tratar determinados episodios de dolor intenso, sobre todo el que provoca el cáncer en estadio avanzado, ha saltado de las consultas médicas y las farmacias a las calles y, una vez distribuido en su forma ilegal, ha engrosado la llamada epidemia de los opiáceos, responsable de miles de muertes al otro lado del océano Atlántico. Según datos oficiales, solo en Estados Unidos murieron 91.799 personas por sobredosis de esta sustancia a lo largo de 2020. Al año siguiente, la cifra ascendió a 106.699 y en 2022 ha sido el responsable de, al menos, dos terceras partes de las 110.000 muertes registradas por la misma causa. En este país, donde a veces se mezcla con un anestésico animal llamado xilacina para prolonga sus efectos, se la considera ya el responsable de la peor crisis sanitaria de su historia reciente, solo a la altura del sida en los años ochenta y la pandemia de la covid-19. La sustancia puede inyectarse, inhalarse, fumarse o tragarse en pastillas.

En España no se ha aprehendido hasta ahora ningún alijo de esta sustancia, según confirman fuentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Las única intervenciones han estado vinculadas a su formato farmacológico (se comercializan más de 80 medicamentos con este principio con diferentes dosis y marcas comerciales). Este mes, la policía detuvo a una mujer en Logroño acusada de haber falsificado recetas médicas con las que consiguió más de 10.000 pastillas de un medicamento que lo contenía. La investigación concluyó que no las quería para traficar, sino para su propio consumo. Pese a ello, las Fuerzas de Seguridad están en alerta. El septiembre, altos mandos de la Policía Nacional en la lucha contra el narcotráfico participaron en Colombia en un congreso policial sobre el fentanilo. Y la Dirección General de la Guardia Civil ha creado un grupo de trabajo para elaborar un procedimiento de actuación ante la eventual aparición de los primeros alijos.

Folleto difundido por la Guardia Civil sobre el fentanilo.Exposito Martín. David

El tríptico ahora difundido entre las unidades de investigación del instituto armado es, por ahora, el primer movimiento conocido para instruir a los agentes sobre cómo actuar ante esta droga. En el mismo, se destaca que los errores “más frecuentes” que se pueden cometer en una intervención policial es “oler el paquete” que contiene la sustancia o manipularla sin un mínimo equipo de protección. Y califica de “muy elevado” el riesgo de que un agente se vea expuesto al fentanilo “en un entorno operativo, como una aprehensión en un aeropuerto, apertura de paquetes, registro de vehículos, registro de domicilios, etcétera”.

En este sentido, recalca que el peligro de exposición por inhalación es “alto” si esta droga se encuentra en polvo y, por tanto, “en forma de partículas respirables”,. También alerta la exposición a la misma de ojos y mucosas, así como de la piel ya que el fentanilo tiene “la capacidad de atravesar la barrera de la piel”. Por todo ello, recomienda el uso de equipos de protección individual (los conocidos como EPIS) que incluyan mascarillas, guantes y gafas de protección y, en algunos casos, como el registro de “espacios confinados” o “laboratorios clandestinos” también monos que cubran de la cabeza a los pies.

En caso de intoxicación

El folleto incluye también instrucciones de actuación en caso de que, pese a las medidas de precaución, finalmente el agente sufra una intoxicación. Para ello, la Guardia Civil se remite a las recomendaciones del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Así, apunta que al agente afectado se le administre naloxona (un medicamento que se puede administrar con un atomizador nasal y que bloquea los efectos de los opioides como la heroína y el fentanilo), se le despejen las vías respiratorios y se le practique medidas de respiración artificial. Para la descontaminación en caso de contacto con la piel, las directrices a los guardias civiles es lavarse simplemente con agua en primer lugar, para después utilizar también jabón. Les advierte que, en ningún caso, usen gel hidroalcohólico o cualquier otra solución que contenga alcohol o lejía en su composición. La ropa debe ser retirada “lo antes posible” del cuerpo y aislada, evitando mezclarla con otras prendas no afectadas. Se aconseja que para su lavado se empleen “agentes de limpieza oxidativos y a base de hipoclorito [un agente desinfectante presente en la lejía]”.

Parte posterior del tríptico de la Guardia Civil sobre el fentanilo.Exposito Martín. David

Justicia para la Guardia Civil (Jucil, la asociación profesional mayoritaria entre los agentes del instituto armado) ha pedido al Ministerio del Interior, tras conocer este documento de recomendaciones, que “se dote a todas las unidades con el antídoto naloxona y que se distribuya también a los guardias civiles como dotación personal” para actuar frente ante una sobredosis accidental de esta droga. En la misma línea, el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) ha solicitado al departamento de Fernando Grande-Marlaska un estudio detallado sobre los efectos de esta “nueva droga” y que se dicten protocolos de actuación e intervención que incluyan la adquisición y distribución entre los agentes del fármaco que contrarresta los peligrosos efectos del fentanilo.

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