Acercar la monarquía a la juventud y concienciar sobre el valor de las instituciones. Con este propósito, el Congreso ha invitado este martes a una veintena de jóvenes destacados de entre 18 y 28 años para representar a su generación durante el acto de jura de la Constitución de la princesa Leonor. El asombro y la convicción de que la heredera de la Corona puede representar una figura de referencia para su generación eran las sensaciones más recurrentes entre ellos a su salida de la sesión solemne de las Cortes Generales, aunque algunos no han dejado escapar la oportunidad de manifestar algunas de sus reivindicaciones.
La acumulación de figuras renombradas de la política a las puertas del hemiciclo llamaba la atención de los seleccionados. “Mira, mira: Felipe González”, “oye, ¿esa no es Cayetana Álvarez de Toledo?”, comentaban. Para la mayoría, se trataba de su primera visita al Congreso o su primera experiencia en un acto de tal magnitud; aunque sus trayectorias —por las que fueron seleccionados— ya han merecido toda clase de reconocimientos, premios y distinciones. Son el estandarte de la generación Z, a menudo percibida como indiferente o ajena a la política institucional por los adultos, según ellos mismos apuntan.
Aunque casi todos prefieren no hacer valoraciones sobre la Monarquía parlamentaria como modelo de Estado, el sentir general de los jóvenes asistentes al acto es que la princesa Leonor está “más que preparada” para heredar el trono y que su figura puede servir para suscitar interés hacia la Familia Real entre los jóvenes. “Estoy segura de que lo hará muy bien cuando le toque reinar”, apunta la asturiana Paula Madrazo, premio extraordinario en la carrera de Enfermería.
Alejandro Gil, piloto del Ejército de 24 años, asegura que la juventud de la Princesa ayuda a identificarse con ella a otros jóvenes: “Creo que el hecho de que Leonor sea joven hace que muchas personas de mi generación se sientan más identificadas con ella”, apunta el militar melillense, que asegura que “la princesa Leonor puede devolver el interés de los jóvenes por la monarquía”. El joven se muestra entusiasmado por la iniciativa del Congreso. “El departamento de protocolo del Congreso nos avisó la semana pasada y todavía no me lo creo. Uno siente que no se lo merece”, asegura. Celebra haber visitado por primera vez la Cámara baja en un día tan especial. “Siempre he visto el edificio por la televisión y he estudiado la figura de varios expresidentes, que hoy están aquí, en los libros. Ha sido muy emocionante”, apunta. La diversidad territorial es “lo más bonito de este país”, según él, así que lo que más le ha gustado ha sido el discurso de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en diferentes lenguas oficiales.
Algunos, como el madrileño Guillermo Marco, estudiante de un doctorado en Inteligencia Artificial y aficionado a la poesía, han podido incluso charlar con Felipe VI: “Lo vimos en un pasillo y se acercó a algunos de nosotros para decirnos que se alegraba de ver que había gente que bajaba la media de edad entre los asistentes”, señala. A pesar de su admiración y respeto por la figura de Leonor, admiten que, desde su perspectiva, es mejor tener una vida alejada de los focos y la presión que supone pertenecer a la Familia Real: “Es mejor estar donde estamos, sin tanta responsabilidad”.
El supuesto desinterés de los jóvenes por la actualidad política es uno de los asuntos que genera más debate entre este grupo de invitados. Para algunos, como la cacereña Mariam Ramos, premiada como mejor joven agricultora de España por ASAJA, la responsabilidad de mantenerse informados y participar en la vida pública debe recaer en los propios jóvenes, muy “acomodados” y “distraídos” por las redes sociales. Otros, como la valenciana Andrea González, presidenta del Consejo de la Juventud, sostienen que “no son los jóvenes los que se han alejado de la política, sino que es la política la que se ha olvidado de los jóvenes”.
González cree que, aunque sean un grupo privilegiado, sería muy atrevido erigirse como representantes de su generación. “Los jóvenes no son un grupo o un concepto homogéneo. Incluso yo, que presido un organismo que representa a siete millones de jóvenes, no puedo hablar en nombre de todos nosotros. Como ocurre en todas las generaciones, cada uno es diferente y no se puede generalizar”, afirma. Una de las cosas que más le han impactado es la atención que han suscitado entre otros invitados. “Nos decían todo el rato que si éramos los jóvenes, como si fuéramos un grupo en peligro de extinción. Nadie se acercaba a los mayores para preguntarles: ¿vosotros sois los mayores?”, comenta entre risas.
El grupo seleccionado también estaba formado por la violonchelista y profesora de Secundaria andaluza Laura Ramírez, el cineasta balear Micky Marqués, el cocinero y estrella michelín castellano y leonés Alejandro Serrano, la representante de la Escuela Judicial Dakota Sampedro, de Asturias; el informático riojano Diego Soto o Sara el Khattabi, estudiante ceutí con la mejor nota en la pasada Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad.
Pasada la una de la tarde, los representantes del departamento del protocolo apremian a los jóvenes a que se suban al bus. “Tenemos que irnos al Palacio Real, que esto sigue”, dicen. Lo vivido hoy figurará para siempre en su memoria y, seguramente, también en sus cuentas de TikTok.
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Redactor en la sección de Nacional. Graduado en Estudios Ingleses por la Universidad de Salamanca, su ciudad natal. Vivió en Irlanda, Francia, Reino Unido, Granada y Tenerife antes de trasladarse a Madrid para cursar el Máster UAM-EL PAÍS. Le interesan la política, la música, el deporte y la Educación.