Óscar Puente admite que la amnistía “probablemente” no se habría adoptado si el PSOE no hubiera necesitado los votos de Junts

El PSOE, “probablemente”, no habría aceptado impulsar una ley de amnistía a los encausados del procés independentista si Pedro Sánchez no hubiera necesitado los siete votos de Junts para su investidura. Así lo reconoció el miércoles por la noche el nuevo ministro de Transportes y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente. “A nadie se le oculta que adoptar esta medida en este momento inevitablemente se vincula con la formación de Gobierno. Es decir, sin esta medida, la investidura no hubiera sido posible”, añadió. En una entrevista en TVE, el socialista reconoció que cuando le preguntan por la medida de gracia responde que “probablemente no” la habrían aceptado si no hubieran necesitado los votos de Junts, el partido que la exigía y cuyo líder, Carles Puigdemont, se beneficiará personalmente de ella. Aunque también se mostró convencido de que la amnistía, en todo caso, “habría acabado imponiéndose a lo largo del mandato”.

Puente, uno de los ministros de perfil más político del nuevo Gabinete de Sánchez, considera que la polémica suscitada por la derecha es “la excusa” del PP ante la perspectiva de tener por delante “cuatro años de un Gobierno que va a intentar mejorar la igualdad entre españoles y no a perpetuar privilegios”. Y, aunque entendió que sea “lógico” que se critiquen cambios de posición como el de los socialistas —que antes de las elecciones se negaban rotundamente a aprobar la medida de gracia y terminaron incluyéndola en el pacto de investidura con Junts—, es preciso “analizar si esos cambios tienen coherencia” con los anteriores, como los indultos a los presos del procés o la modificación del Código Penal adoptadas por el Ejecutivo socialista en la anterior legislatura.

El ministro, que saltó a la palestra como portavoz socialista durante la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo en septiembre —momento en el que ya habló con Sánchez de su posible entrada en el Gobierno, según desveló anoche—, apela a poner “las luces largas” y mirar “al horizonte de los próximos cuatro años”. “¿Qué es mejor? ¿Que apliquemos esta medida [de gracia] o que nos veamos en el corto plazo con un montón de juicios, con una extradición de [Carles] Puigdemont y que volvamos otra vez a la tensión de 2017 o similar? ¿Qué es mejor? ¿Cerrar este capítulo y avanzar en el entendimiento o queremos de nuevo encontrarnos con el conflicto en medio del mandato?”, planteó.

Preguntado por si teme que el Senado, con mayoría absoluta del PP, intente frenar iniciativas del Gobierno —por ejemplo, fijando un techo de gasto inferior al que el Ejecutivo prevea en los próximos Presupuestos—, Puente señaló que la función de la Cámara alta “no es enmendarle la plana al Congreso”. “El PP debe reflexionar si quiere usar el Senado para hacer filibusterismo político, sería muy grave para el país”, dijo. Y anunció que el PSOE va “a reformar desde el Congreso lo que sea necesario para impedir que el Senado se convierta en una Cámara de bloqueo”, sin especificar el modo.

Puente se refirió también a la situación de la Justicia, cuando apenas quedan 15 días para que se cumplan cinco años de un Consejo General del Poder Judicial con el mandato caducado y sin que haya visos de acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar su composición. “Hay soluciones [al bloqueo]. Lo primero es apelar a la responsabilidad del PP, pero no podemos estar cuatro años esperando a que lo haga”, subrayó el ministro. “Yo creo que el PP se ha propuesto una legislatura corta y con esa expectativa parece que tiene pocos incentivos para renovar el CGPJ [...] El ministro [de Justicia, Félix] Bolaños está valorando las posibles soluciones”. Puente detalló que la solución podría llegar “modificando la normativa para que esta normativa se desbloquee”, aunque sin “modificar las mayorías parlamentarias”. “Demos tiempo al tiempo...”, pidió.