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PP
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Tellado rearma la ‘línea Maginot’ del PP contra Sánchez en el Congreso

El sector duro del equipo de Feijóo se hace fuerte y consolida la oposición a Sánchez en el Parlamento

El nuevo portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, este miércoles en su primera sesión de control, junto a Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo.
El nuevo portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, este miércoles en su primera sesión de control, junto a Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo.Claudio Álvarez
Javier Casqueiro

Alberto Núñez Feijóo ya lo ha dicho repetidas veces desde el 23-J: quiere utilizar todos los instrumentos y mecanismos constitucionales a su alcance para frenar todas las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez, el “sanchismo” y específicamente la polémica ley de amnistía. En esa estrategia, evidente, pero aún con muchas “cartas ocultas”, según miembros de su equipo, el Congreso de los Diputados es el frente principal. En la primera sesión de control al Ejecutivo de esta XV legislatura, este miércoles, el PP de Feijóo evidenció que persigue reconstruir una imaginaria línea Maginot, como aquella de 108 fortificaciones y 15 kilómetros de murallas y trincheras ideada por André Maginot para detener las incursiones alemanas tras la I Guerra Mundial, pero ahora para impedir los avances de la tropa socialista. La metáfora de la línea Maginot se utiliza en política como símbolo de resistencia y lucha, pero la construcción de esa estructura duró muchos años, aquel ministro de Defensa francés murió sin verla terminada y tras la II Guerra Mundial se transformó en la imagen de algo muy costoso que acabó en fracaso.

Miguel Tellado es el general ascendido ahora por Feijóo para combatir con todo en el Congreso. En el primer duelo parlamentario de control al Gobierno de la legislatura, las miradas estaban más puestas en escrutar a Tellado que en la teórica número dos, Cuca Gamarra, su antecesora, que volvió a formular un popurrí de pregunta infestada de argumentarios desgastados. Tellado, novato en esas lides, no estuvo brillante, ni especialmente bélico o guerrero con respecto a sus propios antecedentes. El día anterior había sido mucho más catastrófico contra Sánchez y la amnistía en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, donde atacó sin contemplaciones, miramientos ni remilgos y donde aseguró que lo que sucede ahora en esta “triste” España no ocurre en ningún lugar del mundo democrático. Allí habló de chantaje, fraude electoral, corrupción, anticipó que la ley registrada es ilegal e inconstitucional, acusó a Sánchez de esconderse por no ir al Parlamento mientras estaba en una cita bilateral con el rey de Jordania o cumplía con la exposición en Estrasburgo del balance del semestre de la Presidencia española de la UE. Fueron tantas las inexactitudes, exageraciones, interpretaciones interesadas, acusaciones infundadas o mentiras pronunciadas por Tellado sobre la ley y sus derivadas que requerirían horas y páginas de rectificaciones y precisiones imposibles de formular. No es una maniobra casual o esporádica.

En la pregunta de su estreno frente al Gobierno, en este caso contra la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también ferrolana como Tellado, con la que había compartido este tipo de duelos antes en el ámbito local en Galicia, el nuevo portavoz popular en el Congreso no afinó tanto. El tiempo muy acotado en ese tipo de sesiones le limitó y coartó, en minutos y en las formas. Acusó a la ministra de Trabajo de muchos récords negativos en los datos del paro y de restar más que Sumar por su trayectoria política, donde Díaz ha acumulado divergencias y crisis en diversas formaciones. Quiso tildarla de tránsfuga, por el retrato que han hecho sus colaboradores sobre los cinco diputados de Podemos que han abandonado su plataforma para buscar más eco en el Grupo Mixto del Congreso, pero la chispa no le salió.

Le pasó a otros diputados populares seleccionados para esta nueva línea Maginot de Feijóo, como Juan Bravo y Cayetana Álvarez de Toledo, que agotaron el segundero con muchos insultos por consumir de sus discursos. No cometieron esa impaciencia dos de las novatas vicesecretarias generales de perfil influencer fichadas ahora por Feijóo para estos combates, como la joven Noelia Núñez o Ester Muñoz, que cosecharon los más enérgicos aplausos de sus bancadas. La leonesa Muñoz no desperdició su momento para reprocharle a su ministro de confrontación de jornada, Óscar Puente, que la tuviese hace años bloqueada en las redes y para arrearle por “bufón y machista”.

En las primeras reuniones de este mandato, algunos portavoces de otros partidos aún le notan a Tellado novel, desconocedor de las muchas veces inextricables vericuetos parlamentarios. El propio Tellado lo sabe y pide algo de margen. Está seguro de que muchas trabas aprenderá a resolverlas y otras no las quiere mostrar. Tras su pregunta a Díaz tuvo la oportunidad de resarcirse con más minutos ya sobre la amnistía contra el superministro Félix Bolaños. Se soltó y le despachó como “comisario político de Puigdemont”, “ministro de la amnistía y plenipotenciario para dinamitar el Estado de derecho”, “amenaza contra la democracia” y “portavoz de la degradación institucional”.

En el sector duro en auge del PP en el Congreso se mostraron luego exultantes. Creen que han ganado la batalla y que Feijóo, al que veían destemplado y blando cuando era tenido por un barón autonómico moderado y transversal en Galicia, ahora “se ha movido y bien” hacia su territorio de tierra quemada. Uno de los diputados populares en extinción más experimentados y con mejores relaciones con otros partidos del Congreso concluyó alarmado: “Esto va a acabar mal, muy mal”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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